Las infecciones de oído, también conocidas como otitis media aguda, son muy comunes, especialmente entre los niños. Pueden ser muy incómodas y dolorosas, pero hay medidas que puede tomar para ayudar a aliviar los síntomas.
Las infecciones de oído están causadas por una bacteria o un virus que provoca la inflamación de los conductos del oído. Cuando los conductos nasales y auditivos se hinchan, el líquido queda atrapado en el oído medio, que normalmente está lleno de aire. El líquido del oído medio puede infectarse y causar dolor.
Normalmente, los signos y síntomas de una infección de oído aparecen rápidamente. En los niños, los síntomas de una infección de oído pueden ser:
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Dolor de oído, que puede empeorar al acostarse
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Fiebre de 100 grados Fahrenheit o superior
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Dificultad para dormir
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Tirones en la oreja
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Alboroto y llanto
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Problemas de audición
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Drenaje de líquido del oído
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Pérdida de equilibrio
En los adultos, los síntomas comunes de la infección de oído incluyen dolor de oído, drenaje de líquido del oído y problemas de audición. Por lo general, las infecciones de oído desaparecen por sí solas, pero existen remedios caseros para aliviar algunos de los síntomas.
Remedios y tratamientos para las infecciones de oído
La mayoría de los remedios caseros para las infecciones de oído se centran en el alivio del dolor. Por lo general, es posible manejar el dolor de la infección de oído en casa mientras se espera que la infección desaparezca. También es importante vigilar de cerca la infección.
Alivio del dolor
Un método popular para aliviar el dolor de oído es poner una compresa caliente o fría, como un paño húmedo, en el oído. Asegúrate de que la compresa no está demasiado caliente ni demasiado fría. Puedes probar ambas temperaturas para ver si una te ayuda más.
Los analgésicos como el paracetamol, el naproxeno o el ibuprofeno también pueden ayudar a aliviar el dolor de oído. Siga las instrucciones de dosificación en la etiqueta para usted o su hijo.
También existen varias gotas para los oídos de venta libre. La mayoría son homeopáticas, es decir, están hechas con ingredientes naturales. Varios estudios han demostrado que los medicamentos homeopáticos alivian el dolor y ayudan a que las infecciones de oído se curen más rápidamente.
La posición al dormir también puede afectar al tiempo de curación de la infección de oído. Dormir sentado puede ayudar a drenar el líquido del oído. Esto puede ayudar a aliviar la presión y reducir el dolor.
Por último, la sustancia natural xilitol podría ayudar a prevenir las infecciones de oído en los niños. El xilitol puede encontrarse en chicles o pastillas, y se encuentra de forma natural en las fibras de frutas y verduras. Muchos estudios han demostrado el éxito en la prevención de las infecciones de oído utilizando xilitol.
Prevención
También hay varias opciones que puede tomar para evitar las infecciones de oído para usted o su hijo. Estas incluyen:
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Evitar los resfriados comunes y la gripe. Lávese las manos con frecuencia, estornude en el codo y asegúrese de que usted y su hijo se vacunan contra la gripe y otras vacunas recomendadas por su médico.
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Evitar el humo de segunda mano.
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Amamantar, o sostener al bebé en posición vertical cuando se le da el biberón.
Además, tanto la vitamina D como los probióticos (bacterias vivas que ofrecen beneficios para la salud) aumentan la inmunidad.
Tomar un suplemento de probióticos o comer alimentos ricos en probióticos, como el yogur, puede ayudar a prevenir futuras infecciones de oído. Tomar un suplemento de vitamina D también puede ayudar. Es necesario investigar más sobre los probióticos y los suplementos de vitamina D para confirmar que ayudan a prevenir las infecciones de oído.
Cuándo acudir al médico
Si los síntomas de su hijo duran más de un día, o si el dolor de oído es intenso, debe hablar con un médico. Llame también al médico si observa que sale líquido sanguinolento o pus del oído. Por último, llame al médico si su hijo menor de seis meses presenta síntomas de infección de oído.
El médico puede prescribirle antibióticos que suelen tratar la infección rápidamente.
Dejar una infección grave sin tratar puede causar problemas de audición u otras complicaciones. Es posible que se produzca una pérdida de audición leve mientras la infección esté presente, pero si la infección no desaparece o sigue reapareciendo, es posible que se produzca una pérdida de audición permanente. Las infecciones no tratadas también pueden provocar una peligrosa propagación de la infección a partes del cuerpo cercanas.