Después de una histerectomía: consejos para un estilo de vida saludable

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Después de una histerectomía, un estilo de vida saludable ya no es una opción, sino una necesidad. De repente, el aumento de peso es un problema. Puede que no duerma bien. Puede sentirse irritable. Sus hormonas están cambiando, y su cuerpo también.

Las buenas noticias: Con una buena nutrición, ejercicio y reducción del estrés, puedes compensar los inconvenientes de una histerectomía.

  • Mantendrás el peso bajo control.

  • Dormirás mejor.

  • Y podrás protegerte de un sinfín de enfermedades: enfermedades del corazón, derrames cerebrales, fracturas de huesos (a causa de la osteoporosis), diabetes tipo 2, cáncer y, posiblemente, la aparición de la enfermedad de Alzheimer.

Comienza tu estilo de vida saludable antes de la histerectomía, aconseja la doctora Gladys Tse, profesora adjunta de obstetricia y ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis.

Receta para un estilo de vida saludable antes de la histerectomía

Ya sea que esté previniendo el aumento de peso - o tratando de derretir la grasa corporal - los fundamentos son los mismos. Reduzca las calorías. Haz ejercicio aeróbico con regularidad. Haga entrenamiento de fuerza levantando pesas. Es el secreto de la pérdida de peso: A medida que se construye más músculo, el cuerpo quema más calorías.

"Muchas mujeres consiguen un entrenador de ejercicios antes de la cirugía, y se meten en Weight Watchers u otro programa para cambiar su dieta", dice Tse al médico. "Entienden que lo pasarían mal después de la cirugía, así que empiezan esto de antemano para evitarlo. Algunas de las mujeres más sanas que he visto son las que fueron asesoradas antes de su cirugía."

Si te vas a someter a una histerectomía y quieres tener una salud óptima, aquí tienes los consejos que debes seguir para mejorar tu alimentación, reducir el estrés y ponerte en forma.

Consejos para una buena nutrición

Date un festín de alimentos coloridos.

Llena tu plato con frutas y verduras de colores vivos: rojo, naranja, amarillo y verde intenso. Están repletas de antioxidantes y fibra que combaten las enfermedades y deberían ser el pilar de tu dieta.

Toma muchos cereales y legumbres.

Los granos integrales como la avena, el arroz integral, la pasta de trigo integral y los cereales son excelentes opciones con alto contenido de fibra. Las alubias negras, rojas y de riñón son ricas en fibra y antioxidantes.

Elige bien las proteínas y las grasas.

Necesitas un equilibrio de proteínas magras (como el pollo sin piel), pescado graso como el salmón (con grasas omega-3) y proteínas vegetales. Evita las grasas trans y saturadas, como las que se encuentran en la mantequilla, la margarina, los aderezos para ensaladas, los alimentos fritos, los aperitivos y los dulces. Los aceites vegetales (como el de oliva y el de cacahuete) son grasas buenas.

Consigue suficiente calcio.

Para la salud de los huesos, toma al menos 1.200 mg de calcio al día, además de vitamina D. Toma suplementos o come de tres a cuatro porciones de 8 onzas de lácteos bajos en grasa al día. El queso duro, el yogur, los productos fortificados como el zumo de naranja, el salmón enlatado, el brócoli y las legumbres son buenas fuentes de calcio. Hable con su médico para que le haga una prueba de densidad ósea.

Consejos para reducir el estrés

Decide qué es lo que más te importa.

Para conseguir una vida equilibrada, es esencial tener claras tus prioridades. Una carrera satisfactoria? ¿Cónyuge? ¿Servicio a la comunidad? ¿La salud? ¿Aventura y viajes? Elabora tu lista de "cinco cosas principales". Luego dale a esas cosas toda tu atención.

Abandona las actividades innecesarias.

Si un compromiso no encaja en tu lista de prioridades, abandónalo. Tendrás más tiempo para las cosas que sí te importan. Dale a tus prioridades el respeto que merecen.

Aprende a relajarte.

Escucha música que te proporcione una evasión mental. O encuentre un ejercicio de relajación que funcione - como la respiración rítmica, la respiración profunda, la respiración visualizada, la relajación muscular progresiva.

Descansa y duerme lo suficiente.

El sueño ayuda a tu cuerpo a recuperarse de las tensiones del día.

Encuentra momentos de tranquilidad.

Medita o reza cada mañana. Lee algo que te inspire. Concéntrese en la renovación de sí mismo, el optimismo, la esperanza. Encuentra el propósito, el significado y la alegría en la vida. Comparte el amor.

Disfruta de ti mismo.

Dedica tiempo a la diversión, la relajación, la familia y los amigos. Desarrolle nuevos intereses. Disfruta de la danza, de las mochilas, de las clases de yoga, de la bicicleta, de la pintura, de la jardinería, de la noche de cita con tu pareja, de la noche de chicas. Te mantendrás activo, joven, sano y conectado.

Mantén las cosas en perspectiva.

Hay verdad en el adagio: "Acepta que hay cosas que no puedes controlar". Sé asertivo cuando lo necesites. Comparte tus sentimientos y opiniones sin ponerte a la defensiva. Luego, déjalo pasar.

Bebe con sensatez.

Si una mujer bebe, se suele recomendar una bebida alcohólica por noche.

Consejos para estar en forma

Haz mucho ejercicio aeróbico.

Caminar, trotar y hacer ejercicios de baile son buenas opciones. Haga ejercicio al menos 20 minutos varios días a la semana. Si su objetivo es perder peso, tendrá que hacer más ejercicio. El ejercicio fortalece los huesos, ayuda a perder peso y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas. También mejorará su estado de ánimo y le ayudará a dormir mejor.

Levanta pesas de mano.

Se conoce como entrenamiento de fuerza, y ayuda a perder peso, mejora la fuerza y la postura, y tonifica el cuerpo. Encuentra un peso que puedas manejar cómodamente durante ocho repeticiones. Trabaja gradualmente hasta llegar a las 12 repeticiones.

Estira.

El yoga y el pilates te ayudan a mantenerte flexible, a fortalecer el núcleo del cuerpo y a aumentar la estabilidad. También mejoran el equilibrio, por lo que evitarás caídas y fracturas.

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