Los perros le aportan amor y alegría, pero necesitan su ayuda para mantenerse sanos. Concéntrese en lo básico para que se sienta bien.
Proteja su casa de los perros
Comprueba que tu casa es segura para tu mascota, idealmente antes de traerla a casa. Por ejemplo, asegure los cables eléctricos que pueda morder, mantenga las tapas de los inodoros cerradas y asegúrese de que no pueda acceder a ningún medicamento o limpiador doméstico. ¿Tiene una piscina en su jardín? Si su cachorro no sabe o no ha aprendido a nadar, piense en instalar una valla para la piscina o un sistema de detección de movimiento que se active si se cae al agua. Además, comprueba que tu mascota no pueda acceder a la comida de los humanos, que en parte es tóxica para los perros. Si son especialmente curiosos, quizá quieras utilizar cierres a prueba de niños para asegurar los armarios y los cubos de basura.
Cumpla con el calendario de vacunación
Al igual que para las personas, las vacunas son una de las formas más seguras de proteger la salud de tus cachorros. Previenen enfermedades graves y muy contagiosas como la parvo, el moquillo y la rabia, que pueden ser mortales. El calendario y las vacunas que necesitan varían en función de sus problemas de salud y del lugar en el que vivas, así que habla con tu veterinario sobre lo que debes recibir. En general, la mayoría de los cachorros deben recibir su primera serie de vacunas alrededor de las 6 semanas, y luego cada 3 semanas hasta las 16 semanas de edad. Los perros adultos deben ser revacunados cada 1 a 3 años.
Elija el alimento adecuado
La edad, el peso, la salud y el nivel de actividad de tu perro son importantes a la hora de elegir su alimentación. En general, asegúrese de que el alimento que elija tenga una declaración de la Association of American Feed Control Officials en la etiqueta. Eso significa que es nutricionalmente completo y equilibrado. Tenga cuidado con alimentar a su perro con huesos, carne cruda o huevos crudos. La Asociación Americana de Medicina Veterinaria, los CDC y otros grupos advierten que los alimentos crudos pueden provocar graves problemas de salud a los animales, como la infección por E. coli y otras bacterias dañinas. Los huesos pueden desgarrar el estómago o los intestinos de los perros.
Esterilice a su mascota
Millones de perros sin hogar entran en los refugios cada año, y muchos son sacrificados. Puedes ayudar a prevenir la superpoblación castrando a tus perros, cirugías menores que evitan que tengan cachorros. Además, su mascota puede incluso beneficiarse de estos procedimientos: las hembras esterilizadas tienen menos probabilidades de padecer cáncer de mama e infecciones uterinas en el futuro, y los machos castrados tienen menos riesgo de padecer enfermedades de la próstata y cáncer testicular. En general, los procedimientos son seguros, pero puedes hablar con tu veterinario sobre cualquier riesgo para tu cachorro.
Muévete
Los perros necesitan hacer ejercicio, igual que los humanos. Les mantiene en un peso saludable y les da una salida a su energía física y mental. Eso puede ayudarle a controlar malos hábitos como escarbar, ladrar o morder, que los perros suelen hacer cuando se aburren. ¿La mejor opción para hacer ejercicio? Los perros quieren interactuar con los humanos, así que elija actividades que puedan hacer juntos, como jugar a buscar, caminar, hacer senderismo o nadar. (Bonificación: usted también se mueve).
Cepille los dientes de su perro
Procura limpiar sus dientes todos los días o tanto como sea posible. Mantiene su aliento fresco y ayuda a prevenir las enfermedades de las encías, que están relacionadas con otros problemas de salud como las enfermedades del corazón o del hígado. Pregunta a tu veterinario sobre la mejor pasta de dientes y cepillos para perros. Además, vigila cualquier signo de enfermedad dental, como sangrado, dientes descoloridos o muy mal aliento. Por supuesto, tu veterinario también debería revisar la boca de tu perro durante las visitas anuales.
Mantenga a su mascota fresca... y caliente
Cuando hace calor o frío, tu perro necesita una ayuda extra para mantenerse seguro y cómodo. Cuando llegue el calor del verano, pasea a tu perro a la sombra o sobre la hierba para evitar que el pavimento caliente les queme las patas. Asegúrate siempre de que tenga mucha agua y acceso a la sombra. Si no tiene mucho pelo o tiene alguna calva, pregunta a tu veterinario por un protector solar que puedas aplicar. Además, nunca dejes a tu perro en el coche durante los meses de calor: La temperatura en un vehículo puede aumentar 20 grados en sólo 10 minutos. Cuanto más tiempo esté atrapado, más calor hará. Incluso si la temperatura exterior es de 80 grados, en el coche puede alcanzar unos sofocantes 114 grados en 30 minutos.
Para proteger a su perro de las bajas temperaturas invernales, lo mejor es mantenerlo dentro de casa todo lo posible. Para los paseos, considere la posibilidad de conseguir un jersey e incluso unos escarpines para mantenerlos calientes, especialmente si tienen un pelaje corto. Además, tenga cuidado con el anticongelante: incluso un poco puede envenenar a un perro. Limpia los derrames, no dejes que coma nieve y límpiale las patas cada vez que entre en casa.
Prevenir los parásitos
Habla con tu veterinario sobre los mejores medicamentos para la prevención de pulgas, garrapatas, gusanos del corazón y otros parásitos. Estos bichos pueden irritar a los perros y causarles graves problemas de salud. Los gusanos del corazón pueden provocar insuficiencia cardíaca y enfermedades pulmonares, las pulgas pueden provocar anemia y las garrapatas pueden causar enfermedades como la de Lyme.
Prepárate para una intoxicación
Si su perro se traga algo que puede hacerle daño, llame al centro de control de envenenamiento más cercano o al Centro de Control de Envenenamiento de Animales de la ASPCA (888-426-4435), y acuda al veterinario o a la clínica veterinaria de urgencia de inmediato. No te arriesgues: incluso una pequeña cantidad de chocolate puede ser tóxica para un perro, mientras que un ibuprofeno puede provocar un fallo renal.
Esté atento a las señales de advertencia
Los perros no pueden decirte cuando no se sienten bien, así que mantén los ojos abiertos para detectar señales de que algo no va bien. Póngase en contacto con el veterinario si nota señales de advertencia de un problema de salud, como:
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Cambios en sus cacas o en su orina
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Cualquier cambio en los hábitos alimenticios
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Vómitos
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Secreción de los ojos, la nariz u otros lugares del cuerpo
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Parches de calvicie
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Muy malos olores de cualquier parte del cuerpo
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Se lamen o muerden mucho un punto de su cuerpo
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Toser
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Pérdida de peso
Además, esté atento a comportamientos extraños: si su perro parece repentinamente muy agresivo o somnoliento, podría ser un signo de un problema de salud.