Aprenda a ayudar a su hijo a superar el miedo a los perros, incluyendo la creación de un plan para las interacciones con los perros.
Cómo entender el miedo en los niños
Durante la etapa de desarrollo de los bebés y niños pequeños, su hijo puede mostrar signos de ansiedad o miedo a:
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Los extraños
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Separación de los padres
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Conocer gente nueva
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Entornos desconocidos
A medida que crecen, estos miedos se desvanecen. Sin embargo, la adolescencia sustituye estos temores por preocupaciones sobre:
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Fantasmas o monstruos
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Enfermarse o morir
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Perder a un padre, familiar o amigo?
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¿Imperfecciones del tiempo?
Si un miedo dura menos de seis meses, se considera transitorio. Esto significa que el miedo pasa y no dura mucho. Si su hijo muestra miedo a algo durante seis meses o más, puede tratarse de una fobia?
Si su hijo tiene un miedo o una fobia a los perros que perturba su vida, puede abordar el miedo y ayudar a su hijo a afrontarlo para que pueda superarlo.
Cómo abordar el miedo a los perros
Como padre, su instinto probablemente sea el de tranquilizar y consolar a su hijo cuando tiene miedo de algo. Sin embargo, es importante que ayudes a tu hijo a desarrollar mecanismos de afrontamiento saludables para que pueda tranquilizarse por sí mismo cuando sienta miedo.
Si le das a tu hijo las herramientas que necesita para superar el miedo de forma independiente, le ayudas a ganar confianza. Puede que no siempre estés con tu hijo cuando esté cerca de un perro, pero puedes ayudarle a entender qué hacer en esa situación. Tener en mente un siguiente paso puede contribuir en gran medida a reducir su miedo a los perros.
Autorregulación
Como adulto, probablemente autorregules tus pensamientos sin darte cuenta de que lo haces. Negocias y te tranquilizas cuando surge el miedo para que tus emociones estén bajo control. Su hijo no tiene esas técnicas hasta que alguien se las enseña.
Aunque la autorregulación es un concepto difícil de entender para un niño, puedes practicarlo en voz alta. Habla con tu hijo sobre los perros. Pregúntale sobre su miedo y hazle preguntas sobre los perros para que tu hijo pueda responder. Esto le ayuda a conocer mejor por qué tiene miedo, pero también le enseña a procesar sus sentimientos en voz alta...
En el futuro, es posible que vuelva a pensar en sus conversaciones con usted y se haga las mismas preguntas en su mente. Cuando le das a tu hijo espacio para sentirse incómodo y ansioso, también tiene espacio para procesar esas emociones y abordarlas.
Padres, no tengan miedo
Probablemente desearías poder quitarle a tu hijo todo el miedo y la ansiedad, para que no tenga que sentirlos. Puede que le preocupe su miedo a los perros, preguntándose cómo puede afectar a su vida, especialmente si tiene un perro como mascota en su casa. Si tienes miedo de tu hijo, él lo percibirá.
Su miedo puede llevarle a separar a su hijo del perro o a hacer que la situación desaparezca, para no tener que abordarla. En lugar de ello, permita que su hijo practique la independencia. Observa cómo resuelve su miedo en el momento, en lugar de proporcionarle una solución inmediata.
Ofrecer apoyo
Se puede seguir apoyando sin sobrepasarse. Eso no significa que tengas que dejar a tu hijo solo con un perro e irte a otra habitación. Puedes sentarte al lado de tu hijo en silencio, ofreciéndole apoyo sólo si te lo pide. También puede ofrecerle apoyo interactuando con el perro para demostrarle que está bien. Esto puede ayudar a tu hijo a sentirse más cómodo con un perro si ve que no va a hacer daño a otra persona...
Si le sirve de ayuda, explíquele a su hijo los comportamientos del perro que le resulten intimidatorios, como:
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Ladridos fuertes
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Correr de un lado a otro
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Lamiendo o mordiendo?
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¿Saltar?
Las preguntas que puedes hacer después de un encuentro particular incluyen:
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Cómo te sentiste con ese perro?
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Por qué sentiste (tristeza/temor/miedo/emoción que nombraron)?
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Qué fue lo que dio miedo?
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Hubo algo que te gustara del perro?
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Te hizo daño el perro?
Ten cuidado de no poner palabras en la boca de tu hijo. Su primera pregunta no debería ser: ¿el perro daba miedo? Esto implica miedo, y su hijo puede sentir otra cosa. Si es posible, permítele usar sus palabras para hablar de lo que siente. Después, utiliza esas mismas palabras para hacer otras preguntas.
Cree un plan
Todos nos sentimos mejor cuando tenemos una sensación de control sobre una situación. Puede que su hijo no sepa cuándo o dónde verá un perro la próxima vez, pero puede estar preparado con un plan de acción. Hable de cosas como:
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Cómo acercarse a un perro
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Qué hacer si un perro se acerca a ti
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Cómo decirle a los demás que tienes miedo a los perros?
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Cómo anticiparse a la hora de ver un perro?
Puede facilitar la planificación, pero deje que su hijo establezca sus propios objetivos. Si no tiene un perro como mascota, puede considerar la posibilidad de visitar a un amigo o familiar que tenga un perro para practicar.
Buscar ayuda
Si tu hijo tiene tanto miedo a los perros que le afecta en su día a día, busca ayuda. Hable con su pediatra sobre los recursos disponibles y busque asesoramiento para su hijo. Un psicólogo puede ofrecerle orientación adicional sobre cómo puede ayudar a su hijo a afrontar la situación.