TDAH en adultos, citas y amistades

Si tienes TDAH, puede ser un reto salir con alguien y hacer amigos. Conozca los escollos y las formas de superarlos.

Eso no significa que no puedas encontrar una pareja romántica o buenos compañeros o ser un gran padre. Sólo hace falta paciencia, autoconciencia y estrategias prácticas.

Cómo el TDAH dificulta las relaciones de pareja

Los síntomas más comunes del TDAH pueden complicar tu vida social.

Olvido. ¿Perderte la fiesta de cumpleaños de un amigo? ¿No te presentas a tu propia cita? ¿Sientes que siempre te culpan por olvidar cosas, cuando sabes que nadie te las ha dicho? Es muy posible que se le olvide si no lo anota o no establece recordatorios.

Esta enfermedad hace que la gente olvide a menudo las cosas que se le dicen. Eso puede acarrear grandes problemas en las relaciones. Si la gente lleva años diciéndole que es olvidadizo, puede que tengan razón.

Impulsividad. Las peleas por las finanzas suelen ser otro problema. Un síntoma común del TDAH es hacer cosas por impulso, y eso incluye comprar cosas. Los adultos con este trastorno pueden tener hábitos de gasto imprudentes y problemas para ahorrar dinero.

Distracción. Lo dijiste en serio cuando dijiste que llegarías al partido de baloncesto de tu hijo a las 4:30 p.m. Realmente lo hiciste. Pero entonces se distrajo en el trabajo, sonó su teléfono móvil y se dio cuenta de que tenía que recoger la ropa de la tintorería. Y antes de que te dieras cuenta, el partido había terminado... y tú estabas en la casa del perro.

Indiferencia. Muchos romances comienzan con intensidad y se enfrían con el tiempo. Pero tu cerebro con TDAH puede acabar con un enamoramiento demasiado pronto. ¿Por qué? Está programado para cambiar la atención de lo viejo a lo nuevo más rápidamente. Cuando tu pasión se desvanece, puede dejar a tu interés amoroso confundido o molesto. Si tienes TDAH, tus seres queridos y amigos pueden tener dificultades para captar toda tu atención, y pueden sentirse frustrados contigo. Por otra parte, puedes sentir que te están regañando.

Errores sociales. Para conectar con la gente, tienes que ser capaz de leer las señales corporales y las situaciones sociales. El TDAH puede hacer que malinterpretes los comentarios de otras personas o que no te des cuenta de cómo reaccionan a tu comportamiento.

Mala comunicación. Es posible que no captes el significado emocional que hay detrás de las palabras. Puedes pasar por alto fácilmente el sarcasmo, el miedo u otros mensajes no expresados. Esto puede provocar malentendidos y sentimientos heridos.

Desorganización. El desorden del hogar puede volver loco a un compañero de piso ordenado. Pero la tensión puede ir a más si tu TDAH te deja abrumado o ansioso ante la idea de ocuparte del desorden.

Si las personas con las que vives te dicen que no haces lo suficiente, da un paso atrás y piensa si tienen razón. ¿Cuándo fue la última vez que sacaste la basura? ¿El desorden se está apoderando de la casa?

Es posible que los miembros de tu familia estén haciendo más de lo que les corresponde para que la casa funcione bien.

Sexo e intimidad. El TDAH puede obstaculizar la intimidad, es decir, el vínculo emocional con la pareja. Los estudios sugieren que la incomodidad y el miedo a acercarse pueden ser más fuertes cuanto más graves sean tus síntomas.

Al mismo tiempo, la impulsividad que caracteriza al TDAH puede llevarte a hacer cosas arriesgadas. Las personas con este trastorno tienden a iniciarse en el sexo a una edad más temprana, a tener más parejas y a mantener relaciones sexuales sin protección con más frecuencia.

Lo que puedes hacer

Si crees que tu TDAH se interpone entre tú y tus amigos o tu interés romántico, estos consejos pueden ayudar a que vuestras relaciones sean más satisfactorias para ambos.

Escucha más allá de las palabras. Presta atención también al lenguaje corporal y al tono de voz. No interrumpas.

Piensa con antelación. Cuando estés a punto de tener una charla dura o sientas que puede surgir una discusión, piensa en lo que quieres conseguir antes de hablar. Intenta visualizar cómo te gustaría actuar antes de ver a la otra persona. Esto puede ayudarte a mantener la calma en una situación acalorada.

Consigue un compañero de confianza que te ayude a interpretar las conversaciones. Puede ayudarte a captar sutiles señales sociales que podrías pasar por alto.

Observa a los demás en busca de pistas sobre qué hacer, como dónde sentarse o qué ropa llevar.

Haz un juego de rol con un amigo o una persona con la que tengas una relación sentimental para obtener información y mejorar tus habilidades sociales.

Repite lo que crees haber oído en una conversación y pregunta si necesitas saber algo más. Hazle saber a la otra persona que la entiendes utilizando frases como Parece que estás diciendo o Dime si te estoy oyendo bien... Haz preguntas cuando no entiendas algo.

Habla cara a cara. Los mensajes de texto, los correos electrónicos y las llamadas telefónicas no te dan pistas importantes como el tono de voz y el contacto visual que se obtienen en una conversación directa.

Concéntrate. Mira a los ojos de la persona y anota mentalmente que no debes interrumpirla. Si tu mente empieza a divagar, repite lo que oyes en tu cabeza para mantener la concentración.

Díselo a tu pareja. Algunos medicamentos para el TDAH pueden causar problemas sexuales. Habla con tu pareja abiertamente de esto y de cualquier otro tema que pueda afectar a vuestra relación.

Planifícalo. Si le resulta difícil seguir adelante y es una fuente habitual de conflictos, trabaje con sus seres queridos para elaborar un plan para hacerlo.

Por ejemplo, puedes pedirle a tu cónyuge que te avise de un cumpleaños importante el día antes de que ocurra. O puedes decidir cuándo está bien que alguien te recuerde algo. Saber cuándo esperar un recordatorio puede hacer que se sienta menos como un regaño y más como una ayuda. Eso puede evitar una pelea.

No juegues al juego de la culpa. Si eres un padre con TDAH, puede que sientas que le has fallado a tu hijo. Si su hijo también lo tiene, es posible que se sienta doblemente culpable, como si le hubiera contagiado la enfermedad. El TDAH no es algo que uno deja que le ocurra. La mala crianza o el caos en casa tampoco lo causan. Es un trastorno biológico, neurológico y genético. En lugar de centrarte en los sentimientos de culpa y vergüenza, intenta encontrar soluciones para que tu hogar sea más sano y feliz.

Mantén los desacuerdos breves y sencillos. Se necesitan dos para discutir. Cuando usted y su hijo no estén de acuerdo, su principal prioridad debe ser mantener la calma, más que ganar la discusión. Una forma de hacerlo es atenerse a los hechos. Por ejemplo, si su hijo insiste en hacer algo que usted no quiere que haga, puede decirle: "No, y no voy a seguir discutiendo con usted. Volved a hablar cuando ambos estén tranquilos.

No te compliques cuando metas la pata o no respondas como te gustaría, y promete volver a intentarlo la próxima vez. Demuestra la misma amabilidad con tu hijo. Los estudios demuestran que los niños son menos agresivos cuando sus padres son amables y comprensivos.

Busque ayuda. La terapia puede darle ideas y herramientas para gestionar las relaciones. La terapia conversacional, por ejemplo, puede ayudarle a superar sus frustraciones y otras emociones. La terapia cognitivo-conductual puede enseñarte a reconocer y cambiar los pensamientos y comportamientos que puedan estar afectando a tu vida social. Habla también con tu médico sobre la medicación. Muchas personas descubren que una combinación de terapia y medicamentos es lo que mejor funciona para sus síntomas de TDAH.

Si crees que tú o alguien a quien quieres tiene TDAH de adulto, lo primero que debes hacer es informarte sobre el trastorno y cómo se diagnostica.

Puedes empezar por consultar los recursos gratuitos en línea de organizaciones como Children and Adults with Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder (CHADD) y el National Center on ADHD. Estos sitios pueden ayudarte a encontrar médicos locales, junto con grupos de apoyo donde puedes conocer a personas que se enfrentan a problemas similares. También puedes averiguar cómo hacerte una prueba de detección de la enfermedad.

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