Por Ralph Ellis
27 de abril de 2022
Las personas que no se vacunan contra el COVID-19 se están poniendo en peligro y también están creando una amenaza desproporcionada para la salud de las personas vacunadas, incluso en lugares con altas tasas de vacunación,... afirma un estudio publicado en la revista Canadian Medical Association Journal.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Toronto, utilizó un modelo informático basado en la provincia de Ontario para predecir las tasas de infección cuando las personas no vacunadas y las vacunadas se mezclan en distintos grados. Los investigadores trabajaron en factores como la eficacia de la vacuna, la inmunidad de base entre los no vacunados y las tasas de recuperación de la infección.
Según el estudio, las personas no vacunadas tenían siempre un mayor riesgo de infección. Las personas vacunadas presentaban menores tasas de infección cuando se mezclaban con otras personas vacunadas y menores tasas cuando se mezclaban con personas no vacunadas. El estudio descubrió que las personas no vacunadas tenían una tasa de infección más baja cuando se mezclaban con personas vacunadas porque las personas vacunadas servían de amortiguador, según el estudio.
Descubrimos que las decisiones tomadas por las personas que renuncian a la vacunación contribuyen de forma desproporcionada al riesgo entre los que sí se vacunan, escribieron los investigadores.
Aunque el riesgo asociado a evitar la vacunación durante una pandemia virulenta recae principalmente en las personas que no se vacunan, sus decisiones afectan al riesgo de infección viral entre los que se vacunan de forma desproporcionada con respecto a la parte de personas no vacunadas en la población.
La investigación demuestra que no vacunarse no es sólo una decisión personal, dijo uno de los autores del estudio en una entrevista.
A fin de cuentas, se trata de una acción colectiva. Por desgracia, en un sistema de enfermedades transmisibles C todos estamos conectados y por eso tenemos que confiar en la salud pública para cosas como ésta, dijo a Global News David Fisman, profesor de epidemiología de la Escuela de Salud Pública Dalla Lana de la Universidad de Toronto.
La decisión de vacunarse no puede enmarcarse en una simple cuestión de elección personal, porque tiene implicaciones para la seguridad de otras personas de la comunidad.
Fisman explicó a Forbes que los resultados apoyan la idea de establecer mandatos, pasaportes de vacunación y otras medidas legales para limitar el acceso de las personas no vacunadas a los espacios públicos. El estudio señala que se han impuesto restricciones para limitar la propagación de otras enfermedades infecciosas e incluso para impedir que la gente fume tabaco en lugares públicos cerrados.
Los dirigentes gubernamentales deberían tener en cuenta el estudio a la hora de establecer políticas en el futuro, según el estudio.
Es poco probable que el SARS-CoV-2 se elimine, y nuestros hallazgos serán probablemente relevantes para futuras epidemias estacionales de SARS-CoV-2 o ante variantes emergentes, señaló el estudio.