La diarrea y otros problemas digestivos no son divertidos, sobre todo para quienes los sufren a menudo. He aquí 10 formas de gestionar los problemas digestivos en el día a día.
La diarrea y otros problemas digestivos no son divertidos, especialmente para las personas que los sufren a menudo.
Estos problemas pueden ser el resultado de las bacterias presentes en los alimentos, de una infección, del estrés, de ciertos medicamentos o de afecciones médicas crónicas como la colitis, la enfermedad de Crohn y el síndrome del intestino irritable. Pero sea cual sea la causa, cualquier persona que tenga problemas digestivos frecuentes se enfrenta a retos diarios y a posibles situaciones embarazosas.
¿Programa sus actividades en función de las pausas para ir al baño? ¿Rechaza las invitaciones y evita las actividades en público porque teme tener un accidente? Si esto le suena a usted, puede estar seguro de que no está solo.
Su médico puede sugerirle pautas dietéticas y puede recetarle medicamentos para mejorar su dilema digestivo. Pero entre una y otra revisión, puede tomar medidas que le ayuden a pasar el día con mayor comodidad y facilidad. Estos 10 pasos C, desde la reducción del estrés hasta la búsqueda de productos portátiles para emergencias digestivas C, le ayudarán a afrontar mejor la vida cotidiana. Estos son algunos consejos sobre el estilo de vida de los expertos en digestión:
1. Domina tu plan de tratamiento de la digestión
Su médico determinará las razones de sus problemas digestivos y le prescribirá un plan de tratamiento. Éste puede implicar la toma de medicamentos, la evitación de ciertos alimentos y la adopción de algunos hábitos nuevos. Puede que te lleve un tiempo asimilar toda esta información. Intenta organizar tus notas en una carpeta o cuaderno, junto con las instrucciones y los materiales de consulta de tu médico. Revise la información con regularidad y anote las preguntas que quiera hacer a su médico.
2. Conoce tus desencadenantes digestivos
Hay muchas cosas que pueden desencadenar trastornos digestivos; estos desencadenantes varían de una persona a otra. Intenta identificar tus propios desencadenantes haciéndote estas preguntas: ¿Qué alimentos, bebidas y patrones de alimentación parecen alterar su tracto digestivo? El café, los productos lácteos y las bebidas carbonatadas, por ejemplo, pueden provocar gases o diarrea.
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Qué medicamentos (con o sin receta) hacen que tus problemas digestivos se agudicen? Qué medicamentos le ayudan? Lleve un registro de cómo parecen afectarle los medicamentos específicos y asegúrese de comentarlo con su médico.
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Parece que ciertos acontecimientos y situaciones desencadenan tus problemas digestivos? Los viajes te desquician? Las hormonas menstruales hacen estragos en tu digestión? Si sospechas que hay una conexión, planifica para poder anticiparte, evitar o, al menos, prepararte para esas situaciones complicadas.
Para ayudarte a establecer estas conexiones, lleva un diario de lo que comes y bebes, de los medicamentos y suplementos que tomas y de los acontecimientos diarios. Con el tiempo, puede ver una correlación entre uno o más de estos factores y los episodios de problemas digestivos.
3. Una dieta equilibrada mantiene la digestión en marcha
Comer bien puede ayudar a prevenir los problemas digestivos o a aliviar tu sistema cuando los problemas se agudizan. Siga las instrucciones de su médico sobre lo que debe comer y lo que debe evitar. Preste atención al tamaño de las porciones, así como a la frecuencia y rapidez con que come.
Lo que debe comer depende en parte de la causa específica de sus problemas digestivos y de los alimentos a los que sea sensible. Estas son algunas pautas generales a tener en cuenta:
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Añade gradualmente más fibra a tu dieta. Los alimentos ricos en fibra añaden volumen a las heces, lo que ayuda a regular la digestión. Aumente su consumo de fibra gradualmente para evitar la hinchazón, los gases y la diarrea.
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Coma varias comidas pequeñas a lo largo del día para evitar las contracciones intestinales repentinas que pueden provocar las comidas copiosas.
4. Manténgase hidratado, pero beba con cuidado
El agua es esencial para la buena salud y el funcionamiento normal del intestino. El agua también ayuda a mantener las heces blandas pero sólidas y bien formadas. Evite tomar bebidas como el café o los refrescos si cree que desencadenan sus problemas digestivos.
Cuando la diarrea ataca, es importante beber mucho líquido para evitar la deshidratación. El agua y las bebidas deportivas (que reponen los minerales perdidos, llamados electrolitos) son buenas opciones. La cafeína y el alcohol pueden empeorar la deshidratación.
Aumente la ingesta de líquidos cuando haga calor y cada vez que haga ejercicio físico intenso. Beber agua ayuda a prevenir la deshidratación, un desequilibrio potencialmente peligroso en el que el cuerpo pierde más agua de la que ingiere.
Para prevenir la diarrea del viajero, evita el agua potencialmente contaminada y cualquier cosa que pueda haber estado en contacto con el agua. Beba agua embotellada, zumos o bebidas deportivas cuando esté de viaje. Recuerde que el agua contaminada puede utilizarse para hacer hielo y paletas, café o té, y para enjuagar frutas y verduras crudas.
5. Practica una higiene saludable para una mejor digestión
Lávate siempre bien las manos con agua tibia y jabón después de ir al baño y antes de comer o preparar alimentos. Esto ayuda a prevenir la transmisión de bacterias potencialmente peligrosas a los alimentos.
Si la diarrea le produce dolor o picor, pruebe a utilizar toallitas prehumedecidas y sin alcohol (no jabón fuerte) para limpiar la zona anal. Mantenga la piel seca usando ropa interior de algodón y ropa holgada y cómoda que respire.
6. Prepárate para las emergencias digestivas
Por muy bien que planifiques, los accidentes pueden ocurrir. Prepárese teniendo a mano suministros de emergencia en casa, en el trabajo o en la escuela, y en la carretera. Existen envases discretos y portátiles para muchos productos. Estos son algunos productos que puede probar:
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Medicamentos de acción rápida (para los gases, la hinchazón o la diarrea)
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Toallitas húmedas de viaje
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Un par extra de ropa interior
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Compresas o ropa interior desechable para la incontinencia
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Bolsas de plástico para desechar las toallitas y la ropa sucia
Guarde estos suministros en su bolso, en el coche, en la maleta y en su escritorio en el trabajo, y luego tranquilícese. Si los accidentes, la incontinencia fecal persiste, habla con tu médico.
7. Controla el estrés para lograr la tranquilidad digestiva
El estrés parece causar o agravar tus problemas digestivos? (Tener frecuentes brotes digestivos puede ser, en sí mismo, un factor de estrés). Es posible que pueda aliviar el estrés con actividades relajantes como el ejercicio, el yoga, la meditación o un pasatiempo favorito.
Sea realista y flexible a la hora de adaptar las actividades de control del estrés a sus necesidades individuales. Por ejemplo, asistir a una clase de yoga puede hacerte sentir inseguro un día en que tus problemas digestivos se agudicen. En ese caso, haz ejercicio con un DVD en la intimidad de tu casa.
No todo el estrés puede evitarse. Para encontrar formas de afrontar situaciones y relaciones difíciles, considera pedir ayuda a un amigo o a un terapeuta.
8. Busca apoyo para los problemas digestivos
No intentes ocultar tus problemas digestivos a tu familia, amigos y cuidadores. Ayúdeles a entender cómo, cuándo y por qué le afectan los problemas digestivos. Explíqueles lo que pueden hacer para apoyarle emocional y prácticamente. Hágales saber cuál es su plan de autocuidado. Infórmales de que problemas como la diarrea o los dolores por gases pueden aparecer inesperadamente cuando estás con ellos.
A veces ayuda relacionarse con otras personas que sufren problemas digestivos similares. Un grupo de apoyo (en persona o en línea) puede ayudar a acabar con tu aislamiento y proporcionar un foro para intercambiar ideas y apoyo. Pide a tu médico o a tu hospital local que te recomiende un grupo que pueda ser adecuado para ti.
9. Hazte cargo de tus problemas digestivos
Asóciese con su médico proporcionándole información detallada y haciéndole preguntas sobre su enfermedad y su programa de tratamiento. Si la medicación que le ha recetado su médico no es eficaz o tiene efectos secundarios inaceptables, hable. Es posible que haya otros medicamentos que pueda probar. Antes de probar remedios o suplementos de venta libre, consulte a su médico o farmacéutico sobre los posibles efectos secundarios e interacciones con otros medicamentos. Lleve un registro de sus experiencias y preguntas para poder comentarlas con su médico.
10. Cuidado con las curas milagrosas para los problemas digestivos
Los tratamientos digestivos alternativos, como la limpieza de colon y el ayuno, son ampliamente promocionados en algunos artículos y publicidad. Aunque algunos tratamientos alternativos son prometedores, muchos son caros, ineficaces o francamente peligrosos. Consulte siempre a su médico antes de probar cualquier terapia o suplemento alternativo.