El médico analiza las causas, los síntomas y los tratamientos de la poliquistosis hepática.
Estos son los datos sobre la poliquistosis hepática que necesita para comprender mejor la enfermedad.
¿Qué causa la poliquistosis hepática?
La mayoría de las personas con poliquistosis hepática heredan la enfermedad, pero la displasia hepática poliquística puede producirse de forma aleatoria sin relación genética. La enfermedad afecta más a las mujeres que a los hombres.
La displasia hepática poliquística es más frecuente en las personas que padecen poliquistosis renal, y su frecuencia aumenta con la edad y la enfermedad renal avanzada.
La mayoría de las personas no descubren que tienen PLD hasta la edad adulta, cuando los quistes son lo suficientemente grandes como para detectarlos. El tamaño de los quistes puede variar desde no más grande que la cabeza de un alfiler hasta casi 10 centímetros de ancho. Del mismo modo, el hígado puede mantener su tamaño normal o aumentar mucho de tamaño. Independientemente del número o el tamaño de los quistes, los hígados poliquísticos siguen funcionando con normalidad y, en la mayoría de los casos,... la enfermedad no se considera potencialmente mortal.
Dado que la mayoría de las veces es hereditaria, si usted o alguien de su familia inmediata padece poliquistosis hepática, los demás miembros de la familia deben someterse a las pruebas de detección. Los médicos pueden diagnosticar la poliquistosis hepática con estudios de imagen, como la ecografía, la tomografía computarizada o la resonancia magnética.
Cuáles son los síntomas de la poliquistosis hepática?
La mayoría de las veces, las personas con poliquistosis hepática no presentan síntomas. Sin embargo, si el hígado se agranda mucho y se abulta con quistes, los síntomas pueden ser:
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Hinchazón o hinchazón en el abdomen
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Dolor abdominal
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Sensación de plenitud
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Falta de aliento
Sólo una de cada 10 personas con PLD tiene problemas asociados a ella. Además del dolor abdominal intenso, otras complicaciones pueden ser:
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Sangrado en un quiste
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Infección de un quiste
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Obstrucción de las vías biliares e ictericia (coloración amarilla de la piel y los ojos)
Cómo se diagnostica la poliquistosis hepática?
Dado que los síntomas no siempre se presentan, muchas personas se enteran de que tienen PLD incidentalmente o después de un diagnóstico de enfermedad renal relacionada con la poliquistosis renal.
Una ecografía suele ser la primera prueba utilizada para buscar la presencia de quistes hepáticos. El hecho de que pueda tener algunos quistes no significa que tenga una poliquistosis hepática, ya que hay otras causas más comunes de quistes en el hígado. Hay muchos factores que intervienen en el diagnóstico de la PLD, como los antecedentes familiares, la edad y el número de quistes.
Se le puede diagnosticar una poliquistosis hepática si:
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Tiene un familiar con PLD, es menor de 40 años y tiene más de un quiste.
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Tiene un familiar con PLD, es mayor de 40 años y tiene más de tres quistes.
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No tiene familiares con PLD, tiene más de 40 años y tiene más de 20 quistes.
Cómo se trata la poliquistosis hepática?
El tratamiento no suele ser necesario a menos que se presenten síntomas. El dolor leve asociado a la PLD puede tratarse con analgésicos. Sin embargo, si los quistes causan molestias importantes u otras complicaciones, existen varias opciones de tratamiento. La mejor opción para usted dependerá del grado de dolor, la localización de los quistes y otras complicaciones. Los tratamientos pueden incluir:
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Aspiración de quistes:
Si un quiste está bloqueando un conducto biliar o si se ha infectado, su médico puede recomendar su drenaje. Durante la aspiración de un quiste, su médico, guiado por una ecografía o una TC, utilizará una aguja o un catéter para drenar el líquido del quiste o los quistes. Por desgracia, la aspiración de quistes sólo ofrece un alivio temporal. Los quistes suelen volver a llenarse de líquido. Para destruir la pared del quiste y evitar que el líquido vuelva a acumularse, puede realizarse una escleroterapia, un procedimiento que se realiza después de la aspiración y en el que se inyecta en el quiste una sustancia endurecedora, como el alcohol. Si tiene una infección, se le recetarán antibióticos.
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Fenestración del quiste:
Si tiene quistes grandes en la superficie del hígado, su médico puede sugerirle que se someta a una intervención quirúrgica para extirpar la pared del quiste, un proceso denominado fenestración del quiste o desobstrucción.
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Resección del hígado:
Si la mayoría de los quistes se encuentran en una zona concreta del hígado, el médico puede extirpar quirúrgicamente esa parte del hígado para aliviar el dolor y reducir su tamaño. O bien, si tiene unos pocos quistes grandes, su médico puede extirparlos quirúrgicamente. Sin embargo, si tiene miles de quistes pequeños repartidos por todo el hígado, es probable que la resección hepática no funcione.
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Trasplante de hígado:
En los casos más graves, un trasplante de hígado puede ser una opción. Este tratamiento suele reservarse para las personas que experimentan fuertes dolores abdominales, tienen problemas para comer y cuya calidad de vida en general se resiente. El trasplante de hígado en el caso de la poliquistosis hepática es poco frecuente. Menos de 100 personas al año en Estados Unidos requieren un trasplante de hígado como consecuencia de la poliquistosis hepática.
Se puede prevenir la poliquistosis hepática?
No hay mucho que se pueda hacer para prevenir el crecimiento de quistes en el hígado si se tiene PLD. Los investigadores están estudiando actualmente si los fármacos lanreotida (Samutulina) y octreotida (Sandostatina), administrados por vía intravenosa o por inyección, pueden disminuir el número de quistes hepáticos asociados a la displasia pulmonar crónica. Hasta ahora, los resultados han sido dispares.
Si le han diagnosticado recientemente la poliquistosis hepática, no se preocupe. La mayoría de las personas que padecen esta enfermedad tienen pocos o ningún síntoma y llevan una vida normal y productiva. Si tiene dolor y padece PLD, dígaselo a su médico. El médico podrá orientarle hacia el tratamiento más adecuado.