Descubra lo que necesita saber sobre el impacto de la salud intestinal y la salud mental, cómo puede afectar a su salud en general, qué puede hacer si lo está experimentando y cómo prevenirlo.
Esta conexión entre el cerebro y el intestino afecta a la digestión, el estado de ánimo y la forma de pensar. El SNE recubre todo su sistema digestivo con más de 100 millones de células nerviosas que forman dos capas. Va desde el esófago hasta el recto.
Cómo se relacionan tu intestino y tu cerebro
Tu segundo cerebro gestiona y controla tu digestión, desde la deglución hasta la liberación de enzimas. Asegura la descomposición de los alimentos en pequeñas partículas, controlando el flujo sanguíneo para la absorción y eliminación de nutrientes. ?
Durante décadas, los investigadores pensaron que la depresión y la ansiedad contribuían a que las personas sufrieran el síndrome del intestino irritable (SII) y problemas intestinales funcionales como estreñimiento, diarrea, hinchazón, dolor y malestar estomacal. Sin embargo, otros estudios demuestran que podría deberse al SNE.
El SNE se comunica con el cerebro a través del sistema nervioso y las hormonas. También se produce un intercambio de información entre el intestino y el sistema inmunitario, que afecta a la salud mental en general. También se cree que contribuye a enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer, el autismo, la esclerosis lateral amiotrófica, la esclerosis múltiple, el dolor y la ansiedad.
Síntomas y afecciones intestinales relacionadas con el estrés
Cuando está nervioso o ansioso, su cuerpo libera algunas hormonas y sustancias químicas que entran en el sistema digestivo. Esto puede afectar a los microorganismos que viven a lo largo de su intestino, ayudando en el proceso de digestión y disminuyendo la producción de anticuerpos. El desequilibrio químico resultante puede causar varias afecciones gastrointestinales como:?
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¿Indigestión?
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Malestar estomacal... y diarrea
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Síndrome del intestino irritable (SII)
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Estreñimiento
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Pérdida de apetito... o hambre inusual
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Náuseas
Cómo mejorar tu salud intestinal
Si buscas mejorar tu salud intestinal, aquí hay varias cosas que puedes hacer.
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Digerir eficazmente los alimentos. Después de una comida, es importante estar en un estado de relajación para producir los jugos gástricos necesarios para absorber los alimentos. Los jugos gástricos son esenciales para la absorción de vitaminas, minerales y nutrientes necesarios para mantener un cuerpo y un cerebro sanos.
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Cuida lo que comes y cómo lo comes. Toma tentempiés y comidas saludables y aléjate de la comida basura. Una forma de hacerlo es preparar comidas previamente planificadas, tener algunas frutas o barra de granola para picar cuando tengas hambre. Además, tómate tu tiempo cuando comas para saborear plenamente la comida, disfrutando de cada bocado.
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Ejercicio: puede ser difícil mantenerse activo con regularidad. Programar un tiempo de ejercicio puede animarte a hacer ejercicio. También puedes dar un paseo por tu barrio. Esto puede ayudarte a reducir el estrés y mejorar tu bienestar físico y emocional.
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¿Bebe mucha agua? Procura beber entre seis y ocho vasos de agua al día para favorecer el proceso digestivo.
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Busca ayuda. Un terapeuta especializado en ansiedad puede ayudarte a gestionar la preocupación crónica.
Alimentos para tu salud mental
La clave para mejorar tu salud intestinal es conocer los tipos de alimentos que potencian tu salud intestinal y mental. Algunos de estos alimentos son:
Fibra. Comer fibra mejora la memoria y el estado de ánimo en general. También disminuye la inflamación y el estrés oxidativo al favorecer la microbiota. Los alimentos ricos en fibra son las alubias y las legumbres, la avena, los frutos secos, el chocolate negro, las frutas y las verduras. ?
Vitamina D. La vitamina D regula el microbioma y reduce la inflamación gastrointestinal. Algunos alimentos que tienen vitamina D son las yemas de huevo, el atún, el salmón, el zumo de naranja y la leche enriquecida.
Proteínas. Las proteínas contienen nitrógeno, que limita el número de bacterias malas en el microbioma. Comer proteínas disminuye la sensación de depresión debido a la producción de serotonina, que mejora el estado de ánimo. Las buenas fuentes de proteínas son los huevos, la leche, el yogur, la carne magra, el pavo, el pollo, el pescado, el brócoli, la avena y los frutos secos.
Omega-3. Los ácidos grasos omega-3 ayudan a reducir el colesterol, aumentan la memoria y la función cognitiva y reducen los antojos de azúcar. Las nueces, las semillas de lino, el salmón, las sardinas y la caballa son ricos en Omega-3.?