Complicaciones de la hemoglobinuria paroxística nocturna

La HPN daña los glóbulos rojos, causando complicaciones como coágulos de sangre y anemia.

Cuando se tiene hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN), la enfermedad daña los nuevos glóbulos rojos y éstos se rompen demasiado pronto. Su médico puede utilizar la palabra "hemólisis" para describir la ruptura de los glóbulos. Cuando los glóbulos rojos se abren, liberan hemoglobina, la proteína que les ayuda a transportar oxígeno.

A medida que la HPN daña más glóbulos rojos, puede provocar complicaciones como coágulos de sangre y anemia. Existen tratamientos sobre los que puedes hablar con tu médico para detener la descomposición de los glóbulos rojos y evitar que se produzcan estas complicaciones.

Coágulos de sangre

Los coágulos son grumos pegajosos que se forman en tu sangre. Un coágulo es bueno cuando te cortas, porque detiene la hemorragia. Pero si se forma un coágulo cuando no lo necesitas, podría bloquear el flujo de sangre al corazón o al cerebro, lo que podría ser peligroso.

Si tienes HPN, puedes tener síntomas como:

  • Dolor

  • Hinchazón

  • Cambio de color de la piel

  • Dolor de cabeza

  • Entumecimiento o debilidad en un lado del cuerpo

Si tiene alguna de estas cosas, busque ayuda médica de inmediato.

Anemia

Se trata de una falta de glóbulos rojos sanos para transportar oxígeno a tus órganos y tejidos. La destrucción de los glóbulos rojos en la HPN causa anemia hemolítica. Es un tipo de anemia en la que tu cuerpo destruye los glóbulos rojos más rápido de lo que puede fabricar otros nuevos.

Los síntomas de la anemia incluyen:

  • Cansancio

  • Debilidad

  • Mareos

  • Dolores de cabeza

  • Piel pálida

  • Problemas para respirar

Muchas personas con HPN tienen otro tipo de anemia, llamada anemia aplásica. Esto ocurre cuando el cuerpo no produce suficientes células sanguíneas nuevas para que el cuerpo funcione normalmente. Las personas con anemia aplásica se cansan y sangran más fácilmente de lo normal.

Leucemia mieloide aguda (LMA)

En casos raros, la HPN puede convertirse en una leucemia, un cáncer de la sangre. No está claro por qué ocurre esto.

Las personas con HPN contraen un tipo de leucemia llamada leucemia mieloide aguda (LMA). Afecta a la médula ósea y a la sangre. Aguda significa que el cáncer aparece rápidamente. Su médula ósea produce muchas células sanguíneas anormales que no funcionan como deberían. La LMA provoca una disminución de:

  • Los glóbulos rojos que transportan el oxígeno

  • Glóbulos blancos que protegen al cuerpo de las infecciones

  • Plaquetas que ayudan a la coagulación de la sangre

Los síntomas comunes de la LMA incluyen:

  • Cansancio

  • Piel pálida

  • Dificultad para respirar

  • Sudoración

  • Más hemorragias y hematomas de lo habitual

Síndromes mielodisplásicos (SMD)

Las personas con HPN también pueden tener un síndrome mielodisplásico (SMD). Se trata de un grupo de enfermedades en las que la médula ósea no produce suficientes células sanguíneas sanas. Las personas con SMD no tienen suficientes células sanguíneas en su cuerpo.

Hipertensión pulmonar

La hemoglobina que liberan los glóbulos rojos puede dañar los vasos sanguíneos. Con el tiempo, eso puede provocar hipertensión pulmonar, es decir, una presión elevada en los vasos sanguíneos de los pulmones. Cuando la presión arterial en los pulmones es alta, el corazón tiene que trabajar más para bombear suficiente sangre al cuerpo.

Los síntomas de la hipertensión pulmonar incluyen:

  • Cansancio

  • Dificultad para respirar

  • Mareos

  • Presión o dolor en el pecho

  • Hinchazón en los tobillos o las piernas

La hipertensión pulmonar puede causar problemas a largo plazo. Por eso es importante que hables con tu médico si tienes síntomas como estos.

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