La sonda nasogástrica se utiliza cuando su hijo no puede tragar alimentos o líquidos de forma segura. Conozca hoy los riesgos, los beneficios y los consejos de uso.
Conozca los riesgos y las ventajas de la sonda nasogástrica, además de los consejos para una alimentación por sonda satisfactoria.
Cómo entender las sondas nasogástricas
Las sondas nasogástricas (NG) son las más utilizadas en los niños. Su médico puede sugerir una sonda nasogástrica si su hijo:
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Tiene una necesidad a corto plazo de obtener nutrientes o medicamentos
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No está creciendo como se espera cuando come regularmente
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Tiene dificultad para tragar líquidos o alimentos
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Se está recuperando de una intervención quirúrgica o tiene una infección que limita su capacidad para ingerir alimentos durante un corto periodo de tiempo?
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Necesita una nutrición adicional que no obtiene de los alimentos
Ten en cuenta que una sonda nasogástrica no está pensada para necesidades de alimentación a largo plazo. Hay otros tipos de sondas que se utilizan para necesidades a largo plazo y que van directamente al estómago o al intestino delgado. Habla con tu médico sobre cuánto tiempo creen que tu hijo necesitará una sonda de alimentación.
Uso y cuidados de la sonda nasogástrica
Cuando su hijo tiene una sonda nasogástrica, es importante saber cómo utilizarla correctamente y mantenerla limpia. Un médico o una enfermera le insertará la sonda por primera vez en el hospital. Le mostrarán cómo introducir la sonda, retirarla y cuidarla en casa. El médico también le dirá con qué frecuencia debe sustituir la sonda por una nueva. Es importante que sigas todas las pautas y consejos sobre la sonda nasogástrica que te dé el médico.
Si te cuesta insertar la sonda al llegar a casa, habla con tu médico. Es posible que te ayude una enfermera a domicilio que pueda venir cuando sea el momento de la alimentación. La colocación debe ser correcta, pues de lo contrario la comida puede llegar a los pulmones o a la garganta del niño en lugar de a su estómago.
Cada vez que se introduce la sonda, se extrae un poco de líquido del estómago del niño para comprobarlo. De este modo se asegura que la colocación de la sonda es correcta antes de utilizarla.
Dependiendo de las necesidades de su hijo, hay dos tipos de alimentación:
Alimentación continua. La alimentación continua consiste en introducir un poco de alimento en el estómago durante un período de tiempo más largo cada día. Los alimentos se añaden a una sonda nasogástrica y la máquina hace el trabajo por usted. No cambie los ajustes de la bomba de su hijo a menos que el médico se lo indique.
Alimentación en bolo. El segundo tipo de alimentación se llama alimentación en bolo. Se utiliza varias veces al día en torno a las comidas. La cantidad de alimento que se administra a través de la sonda cada vez es menor. Puede utilizar la bomba automática o una jeringa para alimentar manualmente a su hijo. ?
Si tiene dudas, debe llamar a su médico inmediatamente. Las razones por las que debe llamar a su médico incluyen:
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Tiene problemas para colocar la sonda correctamente.
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Su hijo no respira con normalidad tras la colocación o después de una toma.
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La piel de su hijo está enrojecida, hinchada, pierde líquido o tiene llagas alrededor del lugar donde entra la sonda.
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Hay sangre en la sonda de su hijo, en las heces o en el líquido del estómago.
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Su hijo tose, se ahoga o vomita durante la alimentación.
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El estómago de tu hijo sobresale y se siente duro cuando lo presionas.
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Su hijo tiene diarrea o estreñimiento después de las tomas?
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Su hijo tiene fiebre de 100,4 grados Fahrenheit o más, especialmente después de una cirugía o infección.
Cómo diagnosticar la necesidad de una sonda nasogástrica
El médico de su hijo analizará su estado para determinar si es necesaria una sonda nasogástrica. Los signos de que una sonda nasogástrica puede beneficiar a su hijo son:
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Sangrado en el tracto gastrointestinal (GI) superior?
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Aspirar líquido gástrico, que es cuando los líquidos o las partículas sólidas de los alimentos entran en los pulmones o en la tráquea en lugar de ser tragados y pasar al estómago.
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El descubrimiento de células cancerosas en el estómago (cáncer gástrico)?
Para buscar estas afecciones, el médico puede utilizar un tinte especial para completar un contraste radiográfico del tracto gastrointestinal de su hijo. También puede utilizar un laparoscopio para observar el estado del tracto gastrointestinal, el intestino delgado y el estómago. El laparoscopio es un procedimiento mínimamente invasivo en el que el médico realiza pequeños cortes y utiliza una cámara con luz para observar el interior del cuerpo.
Si hay un daño importante causado por otra condición de salud, una sonda nasogástrica puede permitir que el tejido sane hasta que su hijo pueda volver a comer sin sufrir.
Complicaciones de la sonda nasogástrica
Las sondas nasogástricas plantean muy pocos riesgos cuando se utilizan correctamente, pero existe la posibilidad de que se produzcan efectos secundarios. Las complicaciones más comunes son las molestias derivadas de la colocación y retirada de las sondas, la sinusitis o la epistaxis.
La sinusitis es una infección de los senos paranasales. La epistaxis es una hemorragia nasal o sangrado de la nariz. Una vez que se deja de usar la sonda nasogástrica, estos efectos secundarios suelen desaparecer por sí solos.
Cuando se colocan de forma incorrecta, las sondas pueden perforar el tejido esofágico del niño, hacer un agujero y causar daños. Colocar la sonda en el pulmón en lugar de en el estómago puede poner en peligro la vida del niño. Por eso es importante confirmar la colocación cada vez antes de la alimentación. El uso prolongado de una sonda nasogástrica puede provocar irritaciones en el estómago, como hemorragias o úlceras.