Guía visual de la enfermedad del hígado graso

Podría ser la enfermedad más común de la que nunca ha oído hablar. Esta presentación del médico te lleva a conocer las causas, los problemas que puede acarrear y cómo puedes controlarla -o curarla-.

1/14

El hígado graso podría ser la enfermedad más común de la que nunca has oído hablar. Al menos... 1 de cada 4 personas la padece, lo que supone más personas que la diabetes y la artritis juntas. Y es posible que muchos de los que la padecen no sepan que la tienen... o incluso lo que es. La mayoría de las veces, esta enfermedad hepática es leve, pero puede dar lugar a problemas de salud más graves. Sin embargo, a menudo se puede controlar o revertir el hígado graso con cambios inteligentes en el estilo de vida.

¿Qué es?

2/14

Cuando se acumula demasiada grasa en el hígado, se trata de la enfermedad del hígado graso. Hay dos tipos básicos:

La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD).

y

enfermedad del hígado graso alcohólico

, también llamada esteatohepatitis alcohólica. A veces, la grasa extra puede desencadenar cambios que impiden que tu hígado funcione bien. Como el hígado filtra las toxinas de la sangre, eso puede hacer que te pongas muy enfermo.

Enfermedad del hígado graso no alcohólico

3/14

El tipo más común de enfermedad del hígado graso suele ser inofensivo. Pero algunas personas desarrollan una versión más grave llamada esteatohepatitis no alcohólica (EHNA). Es entonces cuando el hígado se inflama, lo que puede provocar cirrosis (cicatrices en el hígado que no se curan) y una mayor probabilidad de cáncer de hígado y enfermedades cardíacas. Los expertos creen que la EHNA está a punto de convertirse en el principal motivo de trasplante de hígado.

¿A quién afecta la EHNA?

4/14

Los expertos no entienden del todo por qué algunas personas la padecen y otras no. Pero es más probable que la padezcas si tienes sobrepeso u obesidad; si tienes diabetes, colesterol y triglicéridos elevados, tensión arterial alta o hepatitis C y otras infecciones hepáticas; o si tomas ciertos medicamentos, como esteroides o fármacos para el cáncer o problemas cardíacos. La mayoría de las personas con este tipo de hígado graso son de mediana edad. Pero la enfermedad puede afectar a cualquiera, incluso a los niños.

Enfermedad del hígado graso alcohólico

5/14

Las personas que beben mucho -más de una bebida al día para las mujeres y dos para los hombres- padecen este tipo. Ser obeso o mujer también aumenta las probabilidades. También lo pueden hacer los problemas con los que se nace en los genes. Esta puede ser la primera etapa de problemas más graves. Si sigues bebiendo, puedes llegar a tener hepatitis alcohólica, cirrosis, insuficiencia hepática y mayores probabilidades de cáncer de hígado. ?

Síntomas

6/14

La mayoría de las veces, no hay ninguno. Por eso muchas personas que la padecen no se dan cuenta de que la tienen. Pero algunas personas pueden sentir dolor o presión en el centro o en el lado derecho del vientre, o estar muy cansadas. Y, a veces, el hígado graso y los problemas relacionados pueden hacer perder el apetito y adelgazar.

Diagnóstico

7/14

Como a menudo no presenta síntomas, los médicos pueden pasar por alto la enfermedad del hígado graso. Las pruebas de laboratorio típicas también pueden no detectarla.

Unos análisis de sangre especiales pueden comprobar el funcionamiento de su hígado. El médico puede querer hacer una ecografía o una tomografía computarizada para ver el aspecto de su hígado. Es posible que necesite una biopsia: el médico utilizará una aguja para obtener una muestra muy pequeña de su hígado para comprobar si hay signos de enfermedad.

Tratamiento

8/14

Existen tratamientos para la enfermedad del hígado graso que tienen un éxito variable. Entre ellos se encuentran la vitamina E, la liraglutida (Saxenda, Victoza), la semaglutida (Ozempic, Rybelsus, Wegovy) y la pioglitazona (Actos).

Pero se pueden hacer cambios en el estilo de vida para controlar la enfermedad, o incluso hacerla desaparecer...

Bajar de peso

9/14

La obesidad es la principal causa de la NAFLD. Por eso, si tienes mucho peso, habla con tu médico para elaborar un plan de adelgazamiento basado en una alimentación sana (con menos calorías) y en ser más activo. Uno o dos kilos a la semana son buenos, pero si pierdes demasiado rápido, puedes empeorar la enfermedad del hígado graso. Bajar sólo entre el 3% y el 5% de su peso corporal puede ayudar.

Haga ejercicio

10/14

Aunque le resulte difícil hacer suficiente ejercicio para ayudarle a perder peso, la actividad moderada -caminar a paso ligero durante 150 minutos cada semana- puede eliminar parte de la grasa del hígado.

No beba

11/14

Cuando se padece la enfermedad del hígado graso alcohólico, lo más importante es dejar de beber. Puede que no sea fácil, pero los beneficios son grandes, sobre todo si se detecta a tiempo: es posible que pueda revertir completamente el daño. Si cree que tiene un problema con el alcohol, hable con su médico.

Dejar el alcohol también puede ayudar con la enfermedad del hígado graso no alcohólico.

Cuida tu salud

12/14

Reciba tratamiento para las condiciones médicas relacionadas, como la diabetes y el colesterol alto. Pregunte a su médico si puede dejar de tomar los medicamentos que podrían causar la enfermedad del hígado graso o cambiarlos por otros diferentes. Visite a su médico (o a un experto en hígado, llamado hepatólogo) con regularidad para estar al tanto de cualquier cambio que deba hacer en su plan de tratamiento a lo largo del tiempo.

Sea amable con su hígado

13/14

Puede necesitar vacunas contra la hepatitis A, la hepatitis B, la gripe y la enfermedad neumocócica para proteger su hígado y mantenerse sano. Además, informe a su médico antes de empezar a tomar cualquier medicamento, vitamina o suplemento nuevo. Incluso los medicamentos de venta libre pueden ser difíciles para el hígado.

Prevención

14/14

Los mismos hábitos saludables que tratan el hígado graso pueden reducir las posibilidades de padecerlo. Haga ejercicio con regularidad. Lleve una dieta nutritiva, con grasas buenas para usted y muchas verduras, frutas y cereales integrales. Limite el consumo de alcohol. Colabora con tu médico para controlar tu salud y sigue las instrucciones de cualquier medicamento que tomes.

Y un plus: estas estrategias también te ayudarán a evitar otros problemas, como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas.

Hot