El estreñimiento es un efecto secundario común pero incómodo de la cirugía. Conozca las causas del estreñimiento postoperatorio y cómo tratarlo.
Puede ocurrir por muchas razones, entre ellas
Efecto secundario de los medicamentos: La anestesia que le administran antes de la operación y las recetas que le dan después (incluyendo analgésicos, diuréticos y relajantes musculares) podrían ser el problema.
Cambio en la dieta: es posible que el médico le haya dicho que no coma ni beba en las horas previas a la operación o que le haya impuesto una dieta restrictiva después de la misma. La combinación de poco líquido y comida puede afectar a tus movimientos intestinales, haciendo más probable el estreñimiento.
Todavía no puedes hacer ejercicio: Si tienes que permanecer en la cama del hospital o no puedes hacer ejercicio durante un tiempo mientras te recuperas, esa falta de movimiento puede ralentizar la digestión y dificultar la evacuación de las heces. La inactividad es una causa común de estreñimiento.
Es posible que el problema no dure mucho, y puedes tomar medidas para que tu sistema vuelva a moverse.
Lo que ayuda
Bebe más.La deshidratación hace más probable el estreñimiento. El agua ayuda a descomponer los alimentos en el estómago, ayudando a la digestión. Las investigaciones demuestran que beber al menos cuatro vasos de agua al día puede ayudar a prevenir el estreñimiento.
Evita la cafeína. Es deshidratante, lo que puede empeorar la situación. Así que puede que tengas que dejar el café, el té y los refrescos con cafeína (además del chocolate) por ahora.
Añade fibra. Ayuda a evacuar las heces y a mantener la regularidad. La mayoría de los adultos deberían consumir entre 22 y 34 gramos de fibra al día. Alimentos como el salvado, las judías, las manzanas, las peras, las ciruelas pasas, la calabaza, los boniatos, las espinacas y la berza son buenas fuentes de fibra. Si no tienes mucho apetito después de la operación, prueba un batido de frutas y verduras.
Ponte en movimiento. En cuanto su médico le diga que puede hacerlo, levántese y muévase todo lo que pueda. Incluso un pequeño paseo por el pasillo del hospital le ayudará. El ejercicio ayuda a mover los alimentos digeridos a través de los intestinos y le indica al cuerpo que es hora de defecar.
Considere la posibilidad de tomar medicamentos. El médico puede recomendar ablandadores de heces, que facilitan la evacuación, o laxantes, que llevan agua a los intestinos y ayudan a que las heces se desplacen por el tracto intestinal.
Si los laxantes y los ablandadores de heces no funcionan, los supositorios pueden ayudar. Los supositorios se introducen en el recto para ablandar las heces y hacer que los músculos intestinales se contraigan, facilitando la evacuación de las heces. Existen opciones de prescripción y de venta libre.
Pregunta por los suplementos dietéticos. Algunos, como la fibra, el kéfir y la carnitina, pueden ayudar a aliviar el estreñimiento. Otros suplementos, como el hierro, pueden empeorar el estreñimiento. Consulte a su médico antes de empezar a tomar cualquier suplemento dietético, para asegurarse de que es adecuado para usted.