La insuficiencia pancreática exocrina (IPE) significa que debe prestar más atención a su dieta. ¿Cómo puede conseguir una buena nutrición y seguir sintiéndose bien? Unos cuantos consejos básicos pueden ayudar.
Pero es posible comer y sentirse bien cuando se tiene EPI. Trabaje con un dietista para saber exactamente cómo obtener una nutrición adecuada en sus comidas y tentempiés sin empeorar sus síntomas. Y tenga en cuenta algunos consejos básicos.
Coma varias comidas pequeñas a lo largo del día. Con la EPI, puede ser difícil obligarse a comer, y mucho menos sentarse a hacer tres comidas grandes al día. Intenta comer poco a poco cinco o seis veces al día. Puede ayudarle a sentirse más cómodo.
Sigue una dieta baja en grasas. A tu cuerpo le resulta especialmente difícil digerir las grasas, por lo que debes evitar consumirlas en exceso. Es especialmente importante evitar las grasas saturadas y trans. En general, no deberías comer más de 20 gramos de grasa al día ni más de 10 gramos de grasa en una sola comida. Busca formas de eliminarlas de tu dieta, como comer alimentos a la parrilla o al horno en lugar de fritos, usar spray para cocinar en lugar de aceite o mantequilla, y elegir productos lácteos bajos en grasa o sin grasa.
Elige proteínas magras, como pechugas de pollo o pavo, claras de huevo o atún envasado en agua. Esto proporcionará a tu cuerpo el combustible que necesita y mantendrá tus comidas bajas en grasa.
Evita el exceso de fibra. Aunque suele formar parte de una dieta saludable, la fibra puede impedir que las enzimas pancreáticas digieran las grasas. Pregunta a tu dietista por los alimentos que tienen mucha fibra, como las lentejas y las alubias.
Ten cuidado con los alimentos procesados. Los aperitivos envasados, las cenas congeladas y otros productos similares pueden contener aceite parcialmente hidrogenado en sus ingredientes, lo que añade más grasas no saludables. Comprueba las etiquetas nutricionales y las listas de ingredientes antes de comprar.
Come suficientes calorías. Si tomas una variedad de alimentos con una serie de nutrientes y en las cantidades adecuadas, tendrás más posibilidades de obtener lo que tu cuerpo necesita.
Toma suplementos vitamínicos. Como no puedes digerir bien las grasas, no obtendrás las vitaminas que tu cuerpo tiene que absorber a través de la grasa, llamadas vitaminas liposolubles: A, D, E y K. Tu médico puede recetarte estas.
No beba demasiado alcohol ni fume. Ambos pueden empeorar sus síntomas. El exceso de alcohol es también una causa común de pancreatitis crónica, que a su vez es la principal causa de la IPE. Lo mejor es evitar el alcohol por completo, ya que puede deshidratarle e inflamar el páncreas. El consumo de alcohol también dificulta la absorción de grasas por parte del organismo. Si necesitas ayuda para dejar estos hábitos, habla con tu médico. Hay programas que pueden hacer que dejar de beber sea un poco más fácil.
Pero bebe mucho líquido. Es una buena idea llevar una botella de agua contigo para asegurarte de que te mantienes hidratado. Otros líquidos en su dieta, como el caldo, los zumos de frutas y las bebidas sin cafeína, también pueden ayudar.
Tome un tratamiento de sustitución de enzimas pancreáticas cada vez que coma. Este suplemento, que es el principal tratamiento de la IPE, ayuda a tu cuerpo a descomponer los alimentos para que obtengas suficientes nutrientes.
A veces es necesario descansar. Si el páncreas está actuando, el médico puede aconsejarle que deje de comer durante unos días. Si tiene mucho dolor, puede decirle que tome sólo líquidos claros, como caldo o zumo de manzana o arándanos. Pero no dejes de comer sin hablar con tu médico. Cuando vuelvas a tolerar los alimentos, volverás a comer.
Fibrosis quística
Si tienes este trastorno genético y también tienes EPI, necesitas una dieta rica en grasas y calorías para que tu cuerpo pueda funcionar bien. Eso puede significar comer entre un 20% y un 50% más de calorías que las personas que no tienen fibrosis quística. Debes seguir una dieta equilibrada con la cantidad adecuada de sal, grasas y proteínas. Trabaja con tu médico o dietista para encontrar el plan de comidas que mejor se adapte a ti.
Cada caso de EPI es diferente, pero con el tratamiento, la dieta adecuada y la ayuda de su médico, puede conseguir lo que necesita para mantenerse bien.