8 afecciones relacionadas con la insuficiencia pancreática exocrina

La insuficiencia pancreática exocrina suele ir acompañada de otras afecciones. Conozca cuáles están relacionadas y qué significan para su salud.

Colabore con su médico para asegurarse de que recibe el diagnóstico correcto y trata todos sus problemas de salud.

Pancreatitis crónica. Es la causa más común de EPI en adultos. Cuando el páncreas se inflama y permanece así durante años, sus células acaban dejando de funcionar como deberían, incluidas las que pueden causar la IPE. Hay muchas cosas que pueden provocar una pancreatitis crónica, como el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, los problemas genéticos y los trastornos autoinmunes. El médico querrá iniciar tratamientos para restablecer la digestión, ayudar a que el páncreas funcione lo mejor posible y aliviar el dolor de barriga que pueda tener.

Fibrosis quística. Esta enfermedad hereditaria es la segunda causa más común de EPI. Las células de los pulmones y del aparato digestivo producen una mucosidad espesa y pegajosa que provoca obstrucciones en determinados órganos. En el páncreas, impide que las enzimas digestivas lleguen al intestino, donde ayudan a descomponer las grasas y otros nutrientes. Esto conduce a la EPI. Una buena nutrición es importante para tratar la fibrosis quística y la EPI. Tendrá que trabajar con un dietista para asegurarse de que recibe lo que necesita. También deberá tomar suplementos vitamínicos y recibir una terapia de sustitución de enzimas pancreáticas.

Enfermedad celíaca. En el caso de las personas que padecen esta enfermedad genética, el consumo de gluten (una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno) provoca daños en los intestinos. El páncreas funciona con normalidad, pero debido a la inflamación y el daño en los intestinos, es posible que no segregue enzimas como debería. Sin embargo, si se cambia a una dieta sin gluten, la EPI resultante de la enfermedad celíaca suele desaparecer.

Tumores o quistes. Pueden provocar una EPI al bloquear el conducto principal del páncreas, por el que las enzimas pasarían al intestino. Puede operarse para extirpar un tumor o un quiste, pero no siempre se cura la IPE, ya que la propia operación puede dañar el páncreas. Así que hable con su médico sobre si la cirugía es una buena idea para usted. Si su tumor es canceroso, puede ser la mejor opción.

La diabetes. La EPI y la diabetes pueden ir de la mano. A menudo, el daño de la pancreatitis crónica que causa la IPE también afecta a las células del páncreas que producen insulina, lo que conduce a la diabetes. Pero algunos estudios recientes sugieren que la IPE en sí misma puede causar diabetes.

Enfermedad inflamatoria intestinal (EII). No está claro por qué, pero las personas que padecen colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn parecen ser más propensas a padecer IPE.

Síndrome del intestino corto. Al igual que la EPI, esta rara afección provoca diarrea e impide que el cuerpo absorba los nutrientes que necesita. Otros síntomas pueden ser hinchazón y gases. A diferencia de la IPE, no está relacionada con el páncreas. Se da en adultos que han sido operados para extirparles parte del tubo digestivo o en bebés que han nacido con un intestino delgado inusualmente corto o sin parte del intestino. El tratamiento incluye medicamentos para aliviar los síntomas, asesoramiento nutricional, cirugía y, a veces, un trasplante de intestino.

Síndrome de Zollinger-Ellison. Este trastorno se produce cuando crecen tumores en el páncreas o en parte del intestino delgado. Los tumores hacen que el cuerpo libere cantidades adicionales de una hormona llamada gastrina, que a su vez hace que el estómago libere más ácido. Al igual que la IPE, puede provocar diarrea. Pero a diferencia de la IPE, el síntoma más común es el dolor ardiente entre el pecho y el estómago. Se trata con medicamentos para reducir la acidez de estómago y con cirugía para extirpar los tumores.

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