La mayoría de nosotros comemos en exceso de vez en cuando. A veces tenemos mucha hambre y nos excedemos, o tal vez esas patatas fritas están demasiado buenas para dejarlas en el plato. Pero entonces aparece el sentimiento de culpa. Descubre cómo sentirte mejor y recuperar tus hábitos alimenticios después de comer en exceso.
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No te castigues. Una comida exagerada no arruinará tu salud. Además, demasiada culpa por los hábitos alimenticios puede llevarte a negarte a ti mismo. Esto puede hacer que te sientas privado y luego provocar que te vuelvas a dar un atracón en un ciclo poco saludable. En su lugar, decide qué harás de forma diferente en el futuro, especialmente en los días siguientes.
Da un paseo
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Un paseo sencillo te ayudará a estimular la digestión y a igualar tus niveles de azúcar en sangre. O, por el contrario, da un tranquilo paseo en bicicleta. Pero no te excedas. Un entrenamiento real podría enviar la sangre a tus piernas en lugar de a tu estómago, lo que podría ralentizar la digestión.
Bebe agua
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No bebas litros de agua hasta que te sientas mal. Sólo bebe un vaso de agua (unas 8 onzas) después de una comida abundante. Puede ayudar a tu cuerpo a deshacerse del exceso de sal que probablemente hayas obtenido de la comida. También puede evitar el estreñimiento. Continúa bebiendo agua durante el resto del día para mantenerte hidratado.
No te acuestes
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Eso significa que no hay siestas (a menos que puedas hacerlo de pie). En primer lugar, pierdes la oportunidad de quemar algunas de esas calorías que acabas de comer, por ejemplo, lavando los platos o dando un paseo. Además, cuando te acuestas con el estómago lleno, la comida puede volver a subir. Esto puede ralentizar la digestión y empeorar el reflujo ácido (GERD). El sofá tendrá que esperar hasta que la comida tenga tiempo de asentarse.
Omite las burbujas
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Si ya te has pasado, las bebidas con gas pueden no ser una gran idea. Cuando las bebes, tragas gas que puede llenar tu sistema digestivo. Esto hará que te sientas aún más hinchado. Eructas una parte, y el resto se mueve por tu sistema digestivo hasta que lo expulsas en forma de gas...
Regalar las sobras
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Si después de una comida aún te quedan restos de comida, esto puede hacerte pensar que has comido una cantidad saludable aunque en realidad hayas comido demasiado. Algunas investigaciones sugieren que esto podría hacer que comas más y hagas menos ejercicio después. Si guarda las sobras, puede ser útil dividirlas en porciones individuales para no excederse la próxima vez. No guardes bombas de calorías como la tarta de nueces de la abuela en la cocina si sabes que no puedes resistirte.
Haz ejercicio
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Después de que haya pasado un tiempo, hazlo sudar de verdad: Corre, levanta pesas, juega al baloncesto. Lo mejor es esperar al menos 3 ó 4 horas después de una comida abundante. Así quemarás algunas de esas calorías extra. También puede ayudar a poner en marcha el metabolismo y prevenir el estreñimiento. Además, el ejercicio regular parece ayudar a controlar el estado de ánimo y el hambre, por lo que es menos probable que comas en exceso en el futuro.
Planifica tu próxima comida
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No puedes deshacer ese tercer trozo de tarta de queso con chocolate de tortuga en la fiesta de cumpleaños de tu hermano. Pero puedes prepararte para no excederte mañana y después. Elige recetas bajas en calorías y planifica las comidas de la semana. Reserva tiempo para hacer el mayor número posible de comidas con antelación. Las aplicaciones para teléfonos y ordenadores pueden ayudarte a planificar todo hasta la última caloría.
Come con atención
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Intenta ver la comida como una especie de meditación. Presta atención al sabor, la sensación y el color de tu comida. Piensa en la comida: ¿Dónde se han cultivado o criado los alimentos? ¿Cómo los preparó el cocinero? Intenta dar pequeños bocados y masticar bien. Deténgase de vez en cuando y pregúntese si ya se siente lleno. Esto puede ayudarte a comer menos y a sentirte más satisfecho.
Coma despacio
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El estómago puede tardar unos 20 minutos en decirle al cerebro que está lleno. Si has comido demasiado en los primeros 10 minutos, no le has dado a tu cerebro la oportunidad de darse cuenta. Media hora después, seguro que te sientes incómodo por haber comido demasiado. Si se toma con calma, no sólo comerá menos calorías, sino que se sentirá más satisfecho.
El viejo switcheroo
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Puedes comer más con menos calorías si cambias alimentos como la carne grasa, el pan blanco y las patatas fritas por opciones más saludables. Piensa en verduras como el brócoli, la calabaza amarilla, los espárragos y las ensaladas verdes. Los cereales integrales son mejores que el arroz blanco o la pasta porque tienen más proteínas y fibra. Esto te ayudará a mantenerte satisfecho durante más tiempo, por lo que comerás menos.
Cuándo buscar ayuda
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Si a menudo comes hasta estar demasiado lleno o incluso enfermo, podrías tener lo que se llama trastorno por atracón. Puede que lo ocultes a los demás. Puede que te sientas avergonzado o asqueado después de comer demasiado. Puede parecer que no puedes parar aunque quieras. Con el tiempo, puede afectar gravemente a tu cuerpo y a tu salud mental. El tratamiento puede ayudar, así que habla con un médico si estás preocupado.