¿Malestar? ¿Siente que se acerca un resfriado? Antes de buscar en el botiquín, prueba a buscar en la nevera o en la despensa. Muchos alimentos pueden aliviar los síntomas de la enfermedad y ayudarte a sentirte mejor. Sírvete de estos alimentos curativos.
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La comida sana es la medicina que le damos a nuestro cuerpo cada día. No puede curar lo que te aflige, pero ciertos alimentos tienen el poder de aliviar los síntomas y dar un empujón a tu cuerpo cuando tienes enfermedades o lesiones específicas. Sírvete de estos alimentos curativos.
Pho de pollo
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Esta sopa vietnamita tiene más poder curativo que el pollo y los fideos de toda la vida cuando se trata de resfriados. El pho de pollo (se pronuncia fuh) también tiene el poder antiviral del anís estrellado y las propiedades antiinflamatorias del cardamomo y la canela. Tiene antioxidantes en forma de bayas de goji y semillas de cilantro. Los jalapeños aportan calcio y vitaminas A y C, además de un poco de picante para limpiar la nariz.
Sardinas
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Puede que las sardinas no sean el pescado más sexy del supermercado, pero sus espinitas pueden ayudar a que tus huesos rotos se curen más rápido. Envasadas normalmente en pequeñas latas con agua, aceite de oliva o zumo de tomate, estos pequeños peces están llenos de calcio y vitamina D. También tienen más ácidos grasos omega-3 que fortalecen los huesos que la mayoría de los demás pescados. Además, las sardinas se capturan en estado salvaje y son jóvenes, lo que significa que sus niveles de mercurio son bajos.
Plátanos sin madurar
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Los plátanos verdes tienen un superpoder secreto: son excelentes para la diarrea. Contienen almidón resistente, lo que significa que no permite que tu intestino delgado lo absorba rápidamente. En cambio, alimenta las bacterias buenas de tu tracto digestivo y le dice a las malas que se vayan. Los plátanos también están llenos de electrolitos, como el potasio, que pueden ayudarte a reponer lo que has perdido.
Miel
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Deja de lado las pastillas con sabor a miel y trata tu tos con la de verdad. La miel disminuye la inflamación, alivia el dolor y mata las bacterias. También está llena de anticuerpos que combaten las infecciones virales. Está repleta de vitaminas como la niacina y la vitamina C, y de minerales como el calcio y el hierro, para dar un impulso saludable a la energía. Añade 2 cucharadas al agua caliente o al té para obtener un supresor natural de la tos con grandes beneficios.
Kimchi
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Este plato tradicional coreano puede acabar con tus gases e hinchazón. Es una mezcla picante de verduras como la col napa y los rábanos que se fermentan, o se conservan con bacterias buenas naturales. Al comerlo, el intestino se llena de bacterias buenas, también llamadas probióticas, y se eliminan las bacterias malas que pueden causar molestias en el vientre. Algunos tipos de chucrut y encurtidos tienen el mismo efecto: Busca las palabras "naturalmente fermentado" en la etiqueta.
Rábano picante
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Este primo de la mostaza, la cebolla y el ajo es todo menos sutil. Cuando se ralla el rábano picante, se aplastan las células de la raíz. Así se liberan los aceites que aportan su característico calor. Incluso una pequeña pizca puede hacer que los ojos lloren y la nariz gotee. Eso es una gran noticia si tienes problemas nasales o de sinusitis: El rábano picante elimina la mucosidad que atrae a las bacterias si permanece demasiado tiempo en el organismo. Lo mismo ocurre con el montón verde de wasabi que viene con el sushi.
Café
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Cuando te duele la cabeza, los vasos sanguíneos que alimentan tu cerebro se tensan, luego se agrandan y presionan contra los nervios. Eso es lo que provoca la punzada en la cabeza. La cafeína del café, el té negro y el chocolate hace que los vasos sanguíneos vuelvan a reducir su tamaño. No lo tomes como un permiso para engullir una taza tras otra: También puedes tener un dolor de cabeza por abstinencia si tomas demasiada cafeína.
Col rizada
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¿Raspadura pequeña? ¿Corte con cuchillo? Empieza a curarte con col rizada u otras verduras de hoja oscura como las espinacas, el brócoli y las berzas y nabos. Tienen grandes cantidades del nutriente esencial vitamina K, que ayuda a que tus células sanguíneas se agrupen y coagulen. Esto no sólo evita que pierdas más sangre, sino que también protege la herida. La K también ayuda a tu cuerpo a construir un tejido óseo sano.
Jengibre
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Tanto si amas como si odias el picante del jengibre, es estupendo para tu estómago. La raíz de la planta de jengibre tiene unos compuestos llamados gingeroles. Bloquean los receptores del tracto digestivo que provocan las náuseas. Utilízalo para tratar las náuseas matutinas, el mareo por movimiento y los problemas estomacales relacionados con la cirugía o la quimioterapia. El jengibre se presenta en muchas formas: confitado, seco, fresco, encurtido, en polvo y molido.
Té de hierbas
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Alivia el dolor de garganta con una taza caliente de té de hierbas. Si te duele la garganta, el té de menta tiene cualidades adormecedoras naturales. El clavo y el té verde combaten las bacterias. El té con sabor a frambuesa reduce la inflamación. La manzanilla lubrica la garganta: Bébelo si estás ronco. Elijas lo que elijas, asegúrate de que sea descafeinado para poder descansar y dormir.
Manzanas
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Ya sabes lo que dicen de las manzanas... y con razón. Las manzanas tienen altas cantidades de pectina, una fibra soluble en las paredes de sus células. Si estás estreñido, hace que tus intestinos se muevan. Y si tienes diarrea, reduce la inflamación y ayuda a reafirmar tus movimientos intestinales. Para obtener la mayor cantidad de fibra, deja la piel. Otros alimentos naturalmente ricos en fibra son las frambuesas, las alcachofas cocidas y las coles de Bruselas?