Para evitar que los bebés hereden enfermedades raras y potencialmente mortales, una variante de la fecundación in vitro (FIV) utiliza material genético de tres personas.
La FIV de tres padres ya es legal en dos países
Por Lisa Rapaport
6 de mayo de 2022 -- Un procedimiento de fertilidad que mezcla material genético de tres personas para evitar que las parejas tengan hijos con ciertos trastornos hereditarios debilitantes y potencialmente mortales es ahora legal en dos países: el Reino Unido y Australia.
El Senado australiano aprobó el 30 de marzo un proyecto de ley que modifica las leyes preexistentes para permitir el procedimiento en determinadas circunstancias.
El objetivo de este procedimiento es prevenir los trastornos genéticos causados por mitocondrias defectuosas, las centrales eléctricas del interior de nuestras células que proporcionan energía para el crecimiento y el desarrollo normales. Cuando las mitocondrias no producen nada de energía, los trastornos genéticos resultantes son rápidamente mortales. Cuando las mitocondrias producen sólo un poco de energía, los niños pueden sufrir graves enfermedades y discapacidades.
"Las consecuencias de este problema son realmente graves, y es muy probable que el bebé esté muy enfermo o muera", afirma el doctor Arthur Caplan, jefe de la división de ética médica de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York.
Las mitocondrias tienen un poco de ADN y los niños las heredan de su madre. Para evitar que los niños hereden este material genético dañado, la donación mitocondrial, también conocida como fecundación in vitro (FIV) tripartita, toma el núcleo, que contiene la mayor parte del ADN que nos hace ser quienes somos, de un óvulo de la madre y lo coloca en un óvulo donado de una mujer con mitocondrias sanas.
A continuación, el óvulo se fecunda con esperma mediante FIV, y el embrión resultante tiene material genético de dos mujeres y un hombre.
Un enigma étnico de la donación de mitocondrias es que cualquier niño concebido de esta manera heredaría el ADN modificado y lo transmitiría a sus propios hijos.
"Creo que es probable que vayamos por este camino para reparar enfermedades", dice Caplan. "No creo que toda la ingeniería genética de embriones sea mala, pero tenemos que trazar la línea entre la mejora y el tratamiento de enfermedades".
Para las parejas que quieren un hijo que comparta al menos parte de su propio ADN, hay otras formas de tener un hijo sin mitocondrias dañadas. Una opción sería el cribado genético de sus embriones para encontrar embriones sanos sin este defecto, lo que funcionaría para algunas mujeres que tienen relativamente pocas mutaciones mitocondriales. Otra alternativa es utilizar un óvulo de una mujer con mitocondrias sanas.
La donación mitocondrial puede resultar atractiva para las parejas que quieren que sus hijos tengan una conexión genética con ambos padres, afirma Caplan. Pero los futuros padres también deben ser conscientes de que este procedimiento es relativamente nuevo y, a diferencia de la donación de óvulos, no tiene un largo historial de éxitos.
"Parece prometedor, pero aún no tenemos el panorama completo de seguridad y no vamos a empezar a tenerlo hasta dentro de una década o así", advierte Caplan. "Creo que merece la pena ofrecerla como una opción, pero también hay que hacer que la gente piense en lo importante que es tener un hijo biológico y asegurarse de que entienden que, aunque probemos esta técnica, aún no conocemos los resultados a largo plazo para los niños".