Las deudas estudiantiles impagadas podrían provocar problemas cardíacos

Por primera vez, los investigadores encuentran una relación entre vivir con deudas estudiantiles impagadas y mayores riesgos cardiovasculares en la mediana edad.

Las deudas estudiantiles impagadas podrían provocar problemas cardíacos

Por Damian McNamara, MA

5 de mayo de 2022 -- El estrés y la ansiedad de vivir con una deuda estudiantil considerable no es nada nuevo. Hasta 43 millones de estadounidenses se enfrentan al doble desafío de tratar de prosperar y pagar los préstamos universitarios federales al mismo tiempo.

Un nuevo estudio podría añadir otra preocupación: por primera vez, los investigadores han vinculado la deuda estudiantil impagada con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular en la mediana edad.

Las reacciones de las personas con deudas estudiantiles fueron estupendas, otra cosa de la que preocuparse.

"¿Qué más podemos apilar sobre los hombros de los deudores?", preguntó Karen Lee, una mujer de Massachusetts que modera el grupo ForgiveStudentLoanDebt.com en Facebook.

Un ejemplo de ello sería Pam Putnam-Colasanti, una mujer de 63 años que recibió su maestría en 2009 en el Brightwood College de Fort Lauderdale. Comentó en el grupo de Facebook que tiene una enfermedad cardiovascular y "una deuda agobiante desde hace 18 años".

El panorama no es mucho más brillante.

"Nuestros hallazgos revelan algunos costos ocultos -costos de salud, en este caso- de no actuar sobre la crisis de la deuda de los préstamos estudiantiles de la nación", dice el investigador Adam Lippert, PhD, de la Universidad de Colorado.

Hacer que la gente se encamine hacia un futuro de enfermedades cardiovasculares "no es una política fiscal sólida", afirma Lippert.

Riesgo modificable

En el lado positivo, la deuda estudiantil es un factor de riesgo potencialmente modificable. Si los funcionarios federales actúan para aliviar la carga asociada a la deuda estudiantil, muchos podrían ver mejorada su salud y, al menos, el retraso de la aparición de enfermedades crónicas, dice Lippert.

Al parecer, el presidente Joe Biden está a punto de cumplir su promesa de aliviar la carga de la deuda estudiantil para muchos estadounidenses. Sus propuestas van desde recortar al menos 10.000 dólares hasta cantidades inferiores a 50.000 dólares de la deuda de los préstamos estudiantiles, potencialmente vinculadas a los niveles de ingresos.

Algunas investigaciones ya han demostrado que otros tipos de deuda pueden provocar problemas cardíacos, como un estudio que analizó la conexión entre la deuda de las tarjetas de crédito y la mala salud. El estudio actual se publicó en línea el 3 de mayo en la revista American Journal of Preventive Medicine.

El estrés está relacionado con niveles más altos de inflamación. La inflamación crónica era mayor en las personas del estudio que tenían deudas universitarias continuas, en comparación con otras que consiguieron saldarlas o que nunca pidieron préstamos estudiantiles.

Las personas con deudas también se enfrentan a un mayor riesgo de otras insuficiencias cardíacas.

Más de la mitad tiene deudas

Más de un tercio de los casi 4.200 participantes en el estudio no tenía deudas estudiantiles. El 12% pagó sus préstamos, el 28% asumió deudas estudiantiles y el 24% se mantuvo constantemente endeudado.

Las puntuaciones de riesgo cardiovascular eran más altas para las personas que se endeudaban de forma constante o adquirían nuevas deudas en comparación con las que nunca se endeudaban.

Los que tenían préstamos estudiantiles y los pagaron tenían menos riesgos cardiovasculares que los que nunca tuvieron deudas.

Implicaciones futuras

Otra implicación del estudio es que la deuda estudiantil reduce los beneficios económicos y de salud que muchas personas con títulos universitarios de 4 años experimentan en general.

La deuda estudiantil reportada a nivel de hogar es una limitación potencial de la investigación porque la deuda de los miembros de la familia podría haber contribuido a los resultados. Sin embargo, los investigadores repitieron la evaluación en personas sin hijos adultos y los resultados fueron similares.

Otra limitación fue la medición del riesgo en un único momento. Los investigadores sugieren que, en futuros estudios, se analicen múltiples medidas de riesgo cardiovascular y niveles de inflamación a lo largo del tiempo.

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