Grasa visceral: por qué es peligrosa y cómo perderla

La grasa visceral es la grasa oculta que envuelve los órganos abdominales. Descubra por qué esta grasa abdominal es peligrosa y cómo deshacerse de ella.

Sólo un costoso escáner puede medir cuánta grasa abdominal se esconde en usted, pero su médico no pedirá una prueba sólo por ese motivo.

Los peligros de la grasa visceral

Un exceso de cualquier tipo de grasa corporal es malo para la salud. Pero en comparación con la grasa que se encuentra justo debajo de la piel (grasa subcutánea), la de tipo visceral tiene más probabilidades de aumentar el riesgo de sufrir problemas médicos graves. Las enfermedades cardíacas, el Alzheimer, la diabetes de tipo 2, los accidentes cerebrovasculares y el colesterol alto son algunas de las afecciones que están estrechamente relacionadas con un exceso de grasa en el tronco.

Los investigadores sospechan que la grasa visceral produce más cantidad de ciertas proteínas que inflaman los tejidos y órganos del cuerpo y estrechan los vasos sanguíneos. Eso puede hacer que suba su presión arterial y causar otros problemas.

Cómo medirla

No hay manera de saber dónde y cuánta grasa visceral se esconde en su cuerpo sin costosas pruebas de imagen. Es poco probable que las necesite.

Tamaño de la cintura. Esta es una manera fácil de obtener una estimación aproximada. Envuelva una cinta métrica alrededor de su cintura sobre el ombligo. (En las mujeres, 35 pulgadas o más es un signo de grasa visceral. En los hombres, son 40 pulgadas. Advertencia: Esta es una herramienta cruda, especialmente si usted es una persona muy grande. Y si eres de origen asiático, el punto de referencia para la grasa visceral baja a 31,5 pulgadas para las mujeres y 35,5 pulgadas para los hombres.

El índice de masa corporal es una fórmula que indica cuánto pesas en relación con tu altura. Las calculadoras en línea pueden hacer las cuentas por ti. Un IMC de 30 o más significa sobrepeso. Puede ser un signo de grasa visceral. Si eres asiático-americano, un IMC de 23 o más podría ser preocupante.

Relación cadera-cintura. Se divide el tamaño de la cintura por el de la cadera. Algunos médicos creen que esta cifra da una buena idea del riesgo de padecer grasa visceral. Pero los estudios sugieren que puede no ser mejor que una simple medición de la cintura.

Forma del cuerpo. Mírese en el espejo. El lugar donde su cuerpo tiende a almacenar la grasa puede darle una pista. Si usted es una manzana -un tronco grande y unas piernas delgadas- a menudo puede significar más grasa visceral. Esta forma del cuerpo es más común entre los hombres. Las mujeres son más propensas a ser peras, con caderas y muslos más grandes. Las investigaciones demuestran que la grasa de la parte superior del cuerpo es más peligrosa para la salud, lo que podría ser una de las razones por las que las mujeres suelen vivir más que los hombres.

Pruebas de imagen. Estas costosas exploraciones son la única forma de comprobar la cantidad exacta de grasa visceral que tiene. Si tu médico te pide un TAC o una prueba de resonancia magnética para comprobar la existencia de otra enfermedad, también pueden obtener una imagen detallada de tu grasa visceral.

Cómo deshacerse de ella

No es necesario seguir una dieta especial ni hacer ejercicios especiales para eliminar la grasa del vientre. Basta con seguir la estrategia habitual para estar más delgado y en forma.

Sigue moviéndote. El ejercicio puede ayudarte a eliminar tanto la grasa visceral como la subcutánea que puedes ver y pellizcar. Y si pierdes peso con la dieta, el ejercicio puede ayudarte a mantenerlo. Todo ayuda. Salga a caminar después de cenar. Suba las escaleras. Vaya en bicicleta en lugar de conducir. Intenta hacer al menos 30 minutos de este tipo de ejercicio aeróbico moderado cada día.

También es importante mantener y fortalecer los músculos. Haz ejercicio con pesas, haz ejercicios de resistencia como flexiones y abdominales, o practica yoga.

Come de forma inteligente. Los estudios sugieren que una mayor cantidad de calcio y vitamina D en el cuerpo puede estar relacionada con una menor cantidad de grasa visceral. Por eso, consume muchas verduras de hoja verde, como las coles y las espinacas. El tofu y las sardinas también son buenas opciones, al igual que los productos lácteos como el yogur, el queso y la leche.

Por otro lado, algunos alimentos parecen favorecer la aparición de grasa en el vientre. Uno de ellos son las grasas trans, que se encuentran en las carnes y los lácteos, así como en los alimentos fritos o procesados. También son malos los refrescos, los dulces, la bollería procesada y otros alimentos endulzados con fructosa. Así que lee las etiquetas y evita ingredientes como los aceites parcialmente hidrogenados o el jarabe de maíz de alta fructosa. Y sigue las reglas habituales para una alimentación saludable, con muchos productos frescos, cereales integrales como panes de trigo y avena, y proteínas magras como pollo sin piel, pescado, huevos, legumbres y lácteos bajos en grasa.

Cuándo acudir al médico

Si tiene alguno de los signos de grasa visceral, hable con su médico sobre su salud. Podrá saber si tiene mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2 y otras enfermedades.

Su médico también puede comprobar su presión arterial, su ritmo cardíaco y otras constantes vitales. También puede analizar muestras de sangre o de orina para obtener una imagen completa de su estado.

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