Consejos para los adultos con diabetes de tipo 1

Antes se llamaba diabetes juvenil, pero los adultos también tienen el tipo 1. Descubra cómo puede controlar su enfermedad como adulto.

Pero aproximadamente una cuarta parte de las personas con diabetes tipo 1 no son diagnosticadas hasta que son adultas, algunas hasta los 80 ó 90 años. No hay cura, pero hay cosas que se pueden hacer para facilitar el control en la edad adulta.

Encuentra a los compañeros de equipo adecuados

Cada persona que tiene diabetes necesita un plan personal. Usted es el encargado de poner en marcha ese plan, pero no tiene que resolverlo solo.

Debe contar con un equipo que le ayude, incluyendo un médico general, un endocrinólogo, un nutricionista o dietista y un educador en diabetes que le enseñe a vivir mejor con la enfermedad. También es posible que necesite consultar a otros especialistas, como un podólogo (para los pies y la parte inferior de las piernas) o un oftalmólogo (para los ojos).

Habla con tu equipo médico regularmente y mantenlos al tanto de tu enfermedad.

Entender los posibles problemas

Un nivel alto de azúcar en sangre puede afectar a los órganos y tejidos de todo el cuerpo. Incluso si controla bien su diabetes, los problemas pueden aparecer lentamente con el tiempo. Hágase revisiones periódicas y esté atento a señales de advertencia como el hormigueo, el entumecimiento o la hinchazón de manos y pies, la visión borrosa o doble, o las llagas que no se curan. Si detectas y tratas este tipo de cosas a tiempo, puedes ralentizar o incluso detener el daño.

Come bien y a menudo

En lugar de las tres comidas diarias habituales, es posible que necesite comer pequeñas cantidades de alimentos a lo largo del día. Habla con tu dietista sobre las mejores opciones para mantener el azúcar en sangre. Pueden incluir grasas saludables (frutos secos) y proteínas (carne magra, pescado, legumbres), cereales integrales (arroz integral, avena), verduras de colores (espinacas, pimientos, brócoli, boniatos) y bebidas bajas en calorías, como té helado sin azúcar o agua aromatizada con fruta fresca.

Sé inteligente con el ejercicio

La actividad física regular vale la pena: Puede ayudarle a perder el peso extra, a mantener niveles saludables de azúcar en la sangre y a reducir la presión arterial. También puede ayudar a protegerte de problemas en los ojos o los riñones.

Es importante vigilar de cerca los niveles de azúcar en sangre antes, durante y después de un entrenamiento, porque el ejercicio puede aumentar o disminuir los niveles, e incluso puede desencadenar una hipoglucemia, es decir, un nivel de azúcar en sangre peligrosamente bajo. Comprenda cómo el ejercicio puede afectar a su nivel de azúcar en sangre, y coma o tome la medicación que necesite.

No se encienda

Fumar dificulta el control de la diabetes y aumenta las probabilidades de sufrir problemas como lesiones nerviosas o ceguera. Esto se debe a que los cigarrillos pueden elevar el nivel medio de azúcar en sangre. Los estudios demuestran que el problema es la nicotina, lo que significa que también debes mantenerte alejado de los productos de sustitución de la nicotina.

Consigue tus fotos

La diabetes puede afectar a su sistema inmunitario y dificultar la lucha de su cuerpo contra las infecciones o evitar otros problemas de salud graves. Algunas infecciones, como la gripe, también pueden elevar su nivel de azúcar en sangre.

Los CDC recomiendan que todos los adultos con diabetes tipo 1 estén al día con sus vacunas. Eso incluye vacunarse anualmente contra la gripe, junto con la vacuna contra la hepatitis B, la vacuna neumocócica (para protegerse de la neumonía) , la vacuna contra el zoster (para protegerse del herpes zóster) y la vacuna TDAP (para protegerse del tétanos, la difteria y la tos ferina).

Cumpla con su plan

Vigilar lo que se come, pincharse los dedos para hacer pruebas de azúcar en sangre y hacer un seguimiento de las inyecciones de insulina puede resultar agotador, sobre todo si se ha estado haciendo cada día durante años o incluso décadas.

Los contratiempos son inevitables: algo tan sencillo como cambiar el lugar de la inyección de insulina o modificar la receta de su plato favorito puede traer sorpresas. Acepta que el control perfecto es imposible, y no dejes que esos días malos te hagan perder el rumbo.

Consigue apoyo

A veces ayuda hablar con personas que están pasando por lo mismo. Pregunte a su médico o educador en diabetes sobre grupos de apoyo, reuniones o sesiones en las que pueda conocer a otros adultos con tipo 1.

En algunos casos, también puede ser una buena idea buscar apoyo profesional, especialmente si tienes síntomas de depresión como estos: has perdido el interés por las cosas que solías disfrutar, te sientes desesperado o tienes una energía extremadamente baja.

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