Descubra cómo los niveles altos de azúcar en sangre pueden aumentar las probabilidades de sufrir una rotura de tendones, y qué puede hacer para evitarlo.
Tienes tendones por todo el cuerpo, incluso en los hombros, brazos, muñecas, caderas, rodillas y tobillos. Transfieren la fuerza de los músculos a los huesos para que puedas moverte.
Si la diabetes no está controlada, los tendones pueden engrosarse y ser más propensos a romperse.
Cómo perjudica la diabetes a mis tendones?
El daño a los tendones en la diabetes de tipo 1 y 2 se debe a unas sustancias denominadas productos finales de glicación avanzada (AGE), que se forman cuando las proteínas o las grasas se mezclan con el azúcar en el torrente sanguíneo.
Normalmente, el cuerpo produce AGE a un ritmo lento y constante. Pero cuando se tiene diabetes, el exceso de azúcar en la sangre aumenta la velocidad, lo que afecta a los tendones.
Los tendones están formados por una proteína llamada colágeno. Los AGE forman un enlace con ella que puede cambiar la estructura de los tendones y afectar a su funcionamiento. Por ejemplo, pueden volverse más gruesos de lo normal y no ser capaces de soportar tanto peso como antes. En consecuencia, aumentan las probabilidades de sufrir un desgarro en uno de los tendones.
Algunos de los problemas de los tendones que podrías padecer si no controlas tu diabetes son:
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Hombro congelado: Rigidez y dolor que se produce cuando se engrosa una cápsula que rodea los tendones y ligamentos de tu articulación.
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Desgarros del manguito de los rotadores: Daño en los tendones y músculos que rodean la articulación del hombro, incluido el músculo supraespinoso.
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Dedo en gatillo: El dedo se atasca en una posición doblada y se endereza con un chasquido, como el sonido de un gatillo que se aprieta.
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Síndrome del túnel carpiano: Se produce entumecimiento, hormigueo y debilidad en la muñeca debido a la presión sobre el nervio que la atraviesa.
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Contracción de Dupuytren: Engrosamiento del tejido bajo la piel de la mano que hace que los dedos se doblen hacia la palma.
Los daños en los tendones son dolorosos y pueden dificultar el movimiento de la articulación. Incluso si te operas para solucionar el daño, el tendón puede volver a desgarrarse. Los estudios demuestran que más de un tercio de las personas con diabetes que se operan para arreglar un desgarro del manguito rotador volverán a tener el problema.
Cómo puede afectar el daño del tendón a mi diabetes?
El ejercicio es importante para ayudar a mantener la diabetes bajo control, pero puede resultarle más difícil hacer ejercicio cuando sus tendones están doloridos y rígidos.
Los daños en el tendón de Aquiles de la parte posterior del talón pueden limitar el movimiento del tobillo. Esta limitación de movimiento le obliga a ejercer una presión adicional en la parte central del pie con cada paso, lo que aumenta el riesgo de sufrir úlceras en los pies.
Hable con su médico sobre las formas de asegurarse de que sus niveles de azúcar en sangre se mantienen bajos mientras se recupera de los problemas de los tendones.
Cómo puedo prevenir y tratar los daños en los tendones?
La mejor manera de evitar los problemas de los tendones es tener la diabetes bajo control. Reduce el nivel de azúcar en sangre con la ayuda de la dieta, el ejercicio y los medicamentos. Y si tienes sobrepeso, intenta perder algunos kilos. Así mejorará su salud y, al mismo tiempo, quitará presión a sus tendones.
Si ya tienes daños en los tendones, pregunta a tu médico por tratamientos como estos:
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Analgésicos como la aspirina o el ibuprofeno
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Relajantes musculares
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Terapia física y ejercicio
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Calor o hielo
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Una férula para mantener la articulación estable mientras se curan los tendones
El médico también puede sugerir una inyección de esteroides en la articulación para aliviar los problemas de los tendones. Tenga en cuenta que los esteroides pueden provocar un pico a corto plazo en sus niveles de azúcar en sangre. Pregunta a tu médico si los beneficios de este tratamiento superan los riesgos.