No siempre es fácil superar la jornada laboral cuando se tiene diabetes tipo 1. Estos consejos pueden ayudarte a llegar de 9 a 5.
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Empieza de forma inteligente antes de tu turno: Duerme mucho, no te saltes el desayuno y bebe un vaso de agua antes de entrar. Estos sencillos pasos de autocuidado pueden reducir tu estrés, lo que mantendrá el azúcar en sangre estable.
Haz partícipe a tu jefe
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Si no te resulta fácil hacer pausas para comer en el trabajo, o no tienes un buen... lugar para guardar la insulina, es hora de que le cuentes a tu jefe tus necesidades. Prepárate para explicar la diabetes en términos sencillos, en caso de que no sepan mucho al respecto. Pide a tu médico que te ayude o que escriba una nota en tu nombre.
Conoce tus derechos
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Si la idea de hablar con los superiores sobre tu diabetes te pone nervioso, lee sobre tus derechos para poder ir a hablar con confianza. La ley está de tu lado cuando se trata de pedir pequeños cambios que te ayuden a controlar tu enfermedad. El jefe no puede castigarte por ello. De hecho, la ley les obliga a atender cualquier petición razonable que te ayude a hacer tu trabajo.
Elige un compañero
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No tienes que contarle a todo el mundo tu estado de salud, pero puede ser útil compartirlo. Al menos una persona debe saber dónde están tus provisiones, cómo son los síntomas de una bajada de azúcar y cómo conseguirte ayuda si la necesitas.
Combatir la tentación de la comida
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Desde las celebraciones de cumpleaños hasta las carreras de rosquillas matutinas y los botes de caramelos, la oficina puede ser un hervidero de dulces difíciles de resistir. Prepárate para los antojos de carbohidratos. Guarda en tu escritorio tentempiés saludables. Si te das un capricho, come pequeñas porciones y vigila tus niveles de azúcar en sangre.
Merienda de forma inteligente
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Planifica los bajones de azúcar de media tarde. Llena una fiambrera con verduras picadas y hummus, ten a mano barritas de proteínas o esconde algunas grasas saludables como almendras o nueces cerca de tu puesto de trabajo. También puedes animarte con bebidas sin carbohidratos, como el té helado sin azúcar o el té verde caliente.
Hazte un hueco para moverte
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Si trabajas en un escritorio, busca formas de incorporar la actividad física a tu horario diario. Pon un temporizador para que suene cada 30 minutos y da un pequeño paseo, aunque sea por el pasillo. Haz estiramientos musculares en tu asiento. Dedica parte de tu pausa para comer a subir y bajar una escalera para aumentar tu ritmo cardíaco. Pregúntale al jefe por una mesa de trabajo de pie o con cinta de correr, si es una opción en tu oficina.
Espera a que se produzcan emergencias
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Tenga siempre a mano las herramientas para tratar un evento de baja de azúcar en la sangre. Guárdelos en su escritorio, mantenga una bolsa especial cerca o pida a su empleador un lugar para guardar sus suministros. Añade una nota que explique cómo funciona tu equipo, en caso de que no puedas dar indicaciones.
Saber cuándo hay que hacer la prueba
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Pregunte a su médico cuándo debe medirse el azúcar en sangre cada día. Es otra buena razón para que su jefe se ponga al día: es posible que tenga que pedir un tiempo y un espacio especiales para hacerlo.
Considere un CGM
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Un artilugio llamado monitor continuo de glucosa puede comprobar tu nivel de azúcar en sangre durante todo el día. Un médico te pega un diminuto sensor bajo la piel. El monitor se lleva en el bolsillo o en una pinza para el cinturón. Comprueba automáticamente los niveles de azúcar y le avisa si son demasiado altos o bajos. Puede ser una buena opción si tienes un trabajo muy ocupado que te dificulta pararte a hacer la prueba.
Sé consciente de los horarios
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La diabetes significa que tendrás más citas médicas en tu calendario que muchos de tus compañeros de trabajo. Cuando pueda, sea creativo con sus horarios: Planifique las visitas al médico cerca de un día festivo, cuando los días de trabajo son más lentos. Pida un hueco cuando salga de la ciudad por vacaciones, cuando ya tenga programado salir de la oficina.
Utiliza a tu equipo
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Mantenga a su equipo de atención médica de la diabetes en el bucle para que puedan ayudar a solucionar los problemas del lugar de trabajo cuando surjan. Los educadores en diabetes son un gran recurso para obtener trucos y consejos en el trabajo que te ayuden a prosperar.
Cree su guion
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Tanto si hablas abiertamente de tu diabetes como si quieres mantenerla en secreto, puede surgir de la nada y ponerte en un aprieto. Planifica lo que vas a decir con antelación para sentirte más controlado. Prueba a decir algo breve y directo: "Tengo diabetes de tipo 1. Tengo que vigilar lo que como y no me gusta el alcohol. Tengo que vigilar lo que como y tomar medicamentos para controlarla.
Mantén la calma
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No tienes nevera en el trabajo para mantener tu insulina a la temperatura adecuada (de 36 a 46 F)? No pasa nada... Para evitar una inyección dolorosa y fría, muchos educadores en diabetes sugieren mantener la insulina a temperatura ambiente mientras se usa.
La insulina debería durar aproximadamente un mes a temperatura ambiente. Si lo desea, puede guardar la insulina en el trabajo en un cajón con otros suministros para la diabetes.
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Controla tus desencadenantes
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Tiene dificultades con su salud durante ciertas épocas del año, del mes o del día? Viajas por trabajo? Su trabajo viene acompañado de una temporada estresante? Habla con un médico o un educador en diabetes sobre las cosas que dificultan que te cuides bien. Ellos pueden ayudarte a averiguar cómo prevenir los problemas.