No deje que la retinopatía diabética le quite la vista

Cuando se tiene diabetes, los exámenes oculares periódicos son cruciales para detectar la retinopatía diabética, la principal causa de ceguera en Estados Unidos. Uno de los principales oftalmólogos del país explica por qué.

La retinopatía diabética, un tipo de enfermedad diabética del ojo, es una de las principales causas de ceguera en Estados Unidos. A pesar de ello, casi el 40% de las personas con diabetes no se somete a un examen ocular anual. Pero estas pruebas de cribado son fundamentales, ya que pueden prevenir la pérdida de visión al detectar la retinopatía diabética en las primeras fases de la enfermedad, que son más tratables.

La retinopatía diabética puede causar una pérdida de visión permanente.

Muchas personas se sorprenden al saber que la retinopatía diabética es la causa más común de pérdida de visión en las personas con diabetes. He aquí un breve resumen.

La diabetes es una enfermedad que afecta a los pequeños vasos sanguíneos de todo el cuerpo, incluidos los delicados vasos sanguíneos de la parte posterior del ojo. Estos vasos sanguíneos son como tuberías: Cuando se dañan, se debilitan y empiezan a tener fugas. Con el tiempo, estos pequeños vasos sanguíneos gotean sangre y plasma sobre la retina. Esto hace que el tejido de la retina se hinche, lo que provoca una visión nublada o borrosa. También se producen daños que hacen que llegue menos oxígeno y otros nutrientes a la retina.

A veces, el cuerpo intenta corregir el problema creando nuevos vasos sanguíneos. Pero estos vasos sanguíneos son frágiles y pueden reventar y sangrar, o formar tejido cicatricial que separe la retina de la pared del ojo. Todas estas situaciones pueden conducir a la ceguera.

Puedes tener retinopatía diabética y no saberlo.

La afección no suele presentar síntomas en sus primeras fases, por lo que es tan importante un examen oftalmológico anual. A medida que empeora, puede notar síntomas como:

  • Visión borrosa

  • Visión que cambia de borrosa a clara

  • Zonas en blanco u oscuras en su campo de visión

  • Moscas volantes, o puntos oscuros en su visión

  • Mala visión nocturna

  • Los colores aparecen descoloridos

Por desgracia, los pacientes no suelen acudir al oftalmólogo hasta que experimentan síntomas como moscas volantes o visión borrosa, y para entonces el daño ya está hecho.

Hay muchas cosas que se pueden hacer para tratar la retinopatía diabética.

Cuando detectamos signos de retinopatía diabética durante un examen oftalmológico rutinario de los pacientes, éstos suelen estar muy asustados. Les preocupa perder la visión. Pero la mayoría de las veces, su enfermedad es leve. Les explicamos que la mejor manera de evitar la pérdida de visión es asegurarse de que la glucemia y la tensión arterial están bien controladas. Tienen que vigilar su dieta con cuidado y tomar todos los medicamentos según lo prescrito. A menudo, mostramos a los pacientes una imagen de su globo ocular para que puedan ver el daño que ha causado su diabetes. Eso suele ser suficiente para ayudarles a entender por qué el control de la glucemia y la presión arterial son tan importantes para su bienestar general.

Pero si su enfermedad está más avanzada, no se asuste. El primer paso es una clase de medicamentos conocidos como anti-VEGF. Estos medicamentos ayudan a reducir la inflamación del ojo, lo que puede ralentizar la pérdida de visión e incluso mejorarla. Se administran en forma de inyección, que se inyecta en el ojo en la consulta del oftalmólogo. La cirugía láser también puede ayudar a sellar los vasos sanguíneos con fugas, reducir los vasos sanguíneos anormales y disminuir la inflamación de la retina. Si su caso está muy avanzado, puede necesitar un tipo de cirugía ocular conocida como vitrectomía. Un cirujano ocular extraerá la sangre y el plasma del ojo y eliminará el tejido cicatricial de la retina. Esto también le ayudará a volver a ver con más claridad.

Las revisiones oculares periódicas son fundamentales.

Las personas con diabetes deben someterse a un examen ocular completo al menos cada año por parte de un oftalmólogo, un médico especializado en enfermedades oculares. Esto es así aunque tenga una visión 20/20. El médico le administrará unas gotas para dilatar, o ensanchar, las pupilas, de modo que pueda mirar dentro de los ojos para comprobar si hay retinopatía diabética y otros problemas oculares.

Si le acaban de diagnosticar diabetes, necesita un examen ocular de inmediato para asegurarse de que sus ojos están bien. A partir de ese momento, debe someterse a un examen ocular cada año, y con mayor frecuencia si tiene problemas oculares relacionados con la diabetes, como la retinopatía diabética.

También hay otros momentos en la vida en los que puede ser necesario un examen ocular completo. Las mujeres con diabetes que están embarazadas, por ejemplo, necesitan un examen ocular durante cada trimestre, ya que los cambios en la presión arterial y la retención de líquidos pueden hacer que su diabetes empeore.

Curiosamente, también es necesario hacerse una revisión ocular una vez que la diabetes esté bien controlada. Por alguna razón, ese cambio puede provocar un cierto empeoramiento de la enfermedad ocular diabética en ciertos pacientes. No sabemos por qué, aparte de que su cuerpo se ha acostumbrado a que las cosas sean un desastre y sus ojos no saben cómo hacer frente a este cambio repentino.

La buena noticia es que la mayoría de los pacientes con diabetes que se someten a exámenes oftalmológicos regulares y que desarrollan una retinopatía diabética acaban evolucionando muy bien. Si los controlamos adecuadamente y tratamos los problemas cuando aparecen, podemos hacer que la gran mayoría de los pacientes sigan viendo bien durante años, a veces incluso durante toda su vida. Pero tanto el médico como el paciente deben trabajar juntos para que eso ocurra.

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