¿Puede el IGF tratar la diabetes de tipo 2?

Aprenda más sobre esta hormona y si puede ayudar a tratar la diabetes de tipo 2.

La relación con la diabetes de tipo 2

La insulina ayuda a que la glucosa de los alimentos que ingiere entre en las células, donde se utiliza como energía. Cuando el cuerpo no utiliza la insulina como debería, es más difícil que la glucosa entre en las células. Esto se llama resistencia a la insulina. El páncreas empieza a bombear más insulina para compensar la falta de energía. Pero si no puede mantener el ritmo, la glucosa se acumula en la sangre. El resultado final suele ser la diabetes de tipo 2.

Las personas con niveles bajos de IGF también son más propensas a padecer el síndrome metabólico. Se trata de un grupo de problemas de salud que incluye presión arterial alta, colesterol alto y grasa abdominal. Juntos, aumentan la probabilidad de padecer enfermedades cardíacas y diabetes de tipo 2.

¿Puede el IGF tratar la diabetes?

Esa es una pregunta que los investigadores están tratando de responder. Una pista puede venir de un medicamento llamado mecasermin (Increlex). Es una forma sintética, o artificial, de IGF. Los médicos lo utilizan para tratar a los niños que no crecen como deberían. El bajo nivel de azúcar en sangre (hipoglucemia) es uno de los efectos secundarios del medicamento. El IGF también redujo el azúcar en sangre en estudios de adultos con diabetes de tipo 2. La resistencia a la insulina mejoró mucho en estos pacientes. El IGF desempeña muchas funciones diferentes en el organismo, por lo que aún queda mucho por aprender sobre su funcionamiento. Por el momento, el IGF sólo está aprobado para los problemas de crecimiento en los niños.

Efectos secundarios

El IGF puede causar efectos secundarios graves, como la inflamación de la retina. Esa es la parte del ojo que envía señales a tu cerebro para ayudarte a ver. Otros efectos secundarios son los dolores musculares y articulares graves y la parálisis de Bells. Esto provoca debilidad y caída en un lado de la cara que puede parecer un ataque. El IGF también se ha relacionado con los cánceres de mama, colon, pulmón y próstata.

¿Qué pasa con los suplementos?

Algunos culturistas y otros atletas toman IGF de venta libre (OTC) o con receta para hacerse más grandes y fuertes. La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha prohibido todas las formas de IGF, incluidos los suplementos. Dice que el IGF recetado puede dañar permanentemente las articulaciones, el hígado y el corazón. Los suplementos de venta libre no están regulados, por lo que no se sabe qué contienen.

Otras personas toman IGF para combatir el envejecimiento o para la salud en general. Se produce menos IGF a medida que se envejece, pero no hay pruebas de que tomarlo te mantenga joven. Esta idea proviene de la investigación de un medicamento llamado metformina (Glucophage). Es el medicamento más común que se receta para la diabetes de tipo 2. En los estudios, la metformina ayudó a los gusanos y ratones a vivir más tiempo. Un estudio descubrió que ralentizaba el envejecimiento de las células humanas en el laboratorio. Los investigadores aún no saben cómo funciona en las personas. Hable con un médico si está pensando en tomar un suplemento de IGF.

Hot