¿Sabe cuál es la mejor manera de ir al gimnasio con diabetes de tipo 2?

Si tiene diabetes de tipo 2, mantenerse activo es importante.

Si hace del ejercicio una parte regular de su vida, puede incluso reducir su A1c.

Cualquier tipo de movimiento puede ayudar. Su médico puede recomendarle que haga ejercicio en un gimnasio. Apuntarse a un gimnasio le permite ejercitarse con cualquier tiempo. También le da acceso a equipos que quizá no tenga en casa, como máquinas de pesas, cintas de correr y elípticas.

Algunos gimnasios también cuentan con entrenadores certificados que le ayudarán a hacer ejercicio de forma segura.

Si tiene diabetes tipo 2 y está pensando en apuntarse a un gimnasio, debe saber algunas cosas.

Antes de ir

Averigua qué es lo más adecuado para ti. Habla con tu médico sobre qué tipos de ejercicio son los mejores para ti. Asegúrate de que te digan cuál debe ser tu nivel de glucosa en sangre antes, durante y después del ejercicio. También puede hablarle de lo que debe comer y cuándo debe hacerlo para controlar su nivel de azúcar en sangre en los días en que está activo.

Explora tus opciones. El mejor gimnasio es aquel en el que te sientes cómodo y seguro. Antes de firmar cualquier documento, compruébalo una o dos veces para ver cómo te conviene.

Pide ayuda a un profesional. Piensa en trabajar con un entrenador personal certificado que tenga experiencia con personas con diabetes tipo 2. Incluso una o dos sesiones pueden ayudarte a aprender a hacer ejercicio de forma segura. También puede facilitar la elaboración de un plan de ejercicios que se ajuste a sus objetivos.

Las investigaciones demuestran que las personas que trabajan con profesionales del fitness certificados controlan mejor su nivel de azúcar en sangre que las que hacen ejercicio por su cuenta.

Qué llevar

No necesitas ropa deportiva de lujo para hacer un buen ejercicio. La ropa cómoda y un par de zapatillas de deporte bien ajustadas funcionarán igual de bien. También querrás llevar:

Una botella de agua. O puedes asegurarte de que el gimnasio al que vas tiene una fuente de agua de fácil acceso. Mantenerse hidratado es importante para todo el mundo, pero es especialmente importante cuando se tiene diabetes.

Un pequeño kit para la diabetes. El ejercicio puede aumentar las posibilidades de sufrir una hipoglucemia (bajada de azúcar). Este trastorno puede hacer que te sientas mareado, aturdido, sudoroso, desorientado o con náuseas. También puede hacer que te desmayes. Una dieta sana y un control cuidadoso del azúcar en sangre pueden ayudar a evitar la hipoglucemia. Aun así, es una buena idea tener a mano un carbohidrato de acción rápida (como un refresco, tabletas de glucosa o una bebida para deportistas), por si empiezas a sentirte mal.

Si a menudo tienes problemas de azúcar en sangre durante o después de los entrenamientos, habla con tu médico. Es posible que tengas que cambiar tu dieta o tu plan de medicación.

Si necesitas tomar medicación para la diabetes durante o después del ejercicio, llévala también a tu entrenamiento.

Qué hacer en el gimnasio

Si tienes diabetes tipo 2, la Asociación Americana de la Diabetes recomienda:

Ejercicio aeróbico (cardiovascular) de intensidad moderada a vigorosa cinco veces por semana. Intenta hacer 30 minutos al día. No es necesario que lo hagas todo en el gimnasio. Otras actividades, como pasear o montar en bicicleta, también cuentan.

Haz ejercicios de fuerza al menos dos veces por semana. Esto puede incluir el uso de máquinas de pesas, pesas libres o bandas de resistencia. También puede utilizar el peso de su cuerpo como resistencia (por ejemplo, flexiones).

Si es la primera vez que hace ejercicio o no lo ha hecho desde hace tiempo, vaya despacio y pruebe a hacer incluso de 5 a 10 minutos al día. A medida que te fortalezcas y te pongas en forma, puedes añadir algunos minutos cada día.

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