La diabetes aumenta en gran medida el riesgo de sufrir un ictus. Obtenga más información del médico sobre los síntomas, el tratamiento y la prevención del ictus.
La relación entre el ictus y la diabetes
Aunque múltiples estudios afirman que la diabetes supone un riesgo de padecer afecciones como enfermedades cardíacas, ictus e insuficiencia renal, un estilo de vida saludable y los tratamientos con insulina pueden ayudar a mantener el riesgo bajo.
¿Qué es un ictus?
En un ictus, uno de los muchos vasos sanguíneos que suministran oxígeno al cerebro se daña o se bloquea. Si el flujo sanguíneo se interrumpe durante más de 3 ó 4 minutos, esa parte del cerebro empieza a morir.
Hay dos tipos de accidentes cerebrovasculares:
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Los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos son causados por la rotura de una arteria.
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Los accidentes cerebrovasculares isquémicos son el resultado de la obstrucción de una arteria.
La diabetes también puede dificultar la respuesta del organismo ante un ictus. Cuando se interrumpe el suministro de oxígeno, otras arterias suelen servir de bypass. Pero si tiene diabetes, esos vasos pueden estar endurecidos u obstruidos con placa, una condición conocida como aterosclerosis. Esto dificulta la llegada de sangre al cerebro.
Causa
La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo de accidente cerebrovascular. Otros son fumar cigarrillos y los niveles elevados de colesterol LDL ("malo").
Síntomas
Un accidente cerebrovascular es una emergencia, tenga o no diabetes. Si usted o alguien cercano tiene alguno de estos síntomas, llame al 911 de inmediato.
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Adormecimiento o debilidad repentina en la cara, el brazo o la pierna (especialmente en un lado del cuerpo)
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Dificultad para hablar o entender palabras o frases sencillas
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Visión borrosa repentina o empeoramiento de la visión en uno o ambos ojos
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Problemas repentinos para tragar
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Mareos, pérdida de equilibrio o falta de coordinación
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Pérdida breve de la conciencia
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Incapacidad repentina de mover parte del cuerpo (parálisis)
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Dolor de cabeza repentino, inexplicable e intenso
Tratamientos
Uno de los tratamientos para el ictus isquémico es un fármaco anticoagulante llamado tPA, que debe tomarse en las primeras 3 horas tras el inicio de los síntomas del ictus. Disuelve el coágulo que ha obstruido una arteria y puede restablecer el flujo sanguíneo al tejido cerebral. Pero este fármaco no es apto para todas las personas que sufren un ictus isquémico, especialmente si se ha sometido a una cirugía mayor en las dos semanas anteriores o ha sufrido un traumatismo craneal reciente.
Además, varios fármacos nuevos y experimentales pueden detener e incluso revertir el daño cerebral si se toman inmediatamente después de un ictus.
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Otras opciones de tratamiento incluyen una cirugía llamada endarterectomía carotídea para eliminar la placa del interior de la arteria carótida, que suministra gran parte de la sangre al cerebro. Otro tratamiento es la angioplastia carotídea y la colocación de un stent. Los médicos introducen un globo desinflado en la arteria para expandir sus paredes. A continuación colocan una estructura de malla, el stent, que mantiene la arteria abierta. Este procedimiento puede no ser tan eficaz, sobre todo si tiene diabetes.
Hay otras formas de eliminar un coágulo de sangre en el cerebro. La FDA ha aprobado el Sistema de Recuperación Merci y el Sistema Penumbra para determinadas personas. Estos dispositivos pueden eliminar un coágulo de sangre después del ictus.
Cómo prevenir el ictus
Si tiene diabetes y su médico sospecha que sus arterias están endurecidas, puede sugerirle cambios en la dieta y en el estilo de vida -junto con medicamentos- para prevenir las obstrucciones que conducen al ictus. Otras formas de reducir las probabilidades de sufrir un ictus son:
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No fume.
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Controla tu nivel de azúcar en sangre.
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Manténgase en un peso saludable.
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Hacer ejercicio con regularidad.
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Hágase un chequeo del colesterol (especialmente del LDL, o colesterol "malo"). El objetivo debe ser un nivel de LDL inferior a 100 mg/dl. Su médico puede sugerirle cambios en su dieta para ayudar a bajar las cifras.
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Limita la cantidad de alcohol que bebes. Las directrices son no más de una bebida al día para las mujeres y dos bebidas al día para los hombres.
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Hágase un control de la tensión arterial. Su médico le dirá cómo controlarla si es alta.
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Tome medicamentos preventivos si su médico se los prescribe.
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Tome una aspirina diaria si se la prescribe su médico. Algunas personas con diabetes pueden beneficiarse de dosis bajas de aspirina (81 mg - 325 mg al día) para prevenir enfermedades del corazón.