La diabetes no es un fracaso personal

No se crea el mito de que la diabetes es un fracaso. Controle lo que pueda mediante la dieta y el ejercicio.

A pesar de décadas de estudios que dicen lo contrario, mucha gente sigue creyendo en el mito de que la obesidad es la única causa de la diabetes tipo 2 y que las enfermedades cardíacas significan que no se ha controlado la diabetes correctamente.

Debería haber... Ojalá hubiera... ¿Por qué no he...?

¿Le resulta familiar? Es habitual desear poder volver atrás y hacer las cosas de forma diferente. Pero es mejor no culparse a sí mismo. He aquí el motivo:

La diabetes es una enfermedad progresiva. Desde fuera, la diabetes de tipo 2 parece algo que se puede controlar totalmente. Pero aunque pierda peso, coma alimentos saludables, haga ejercicio con regularidad y controle su nivel de azúcar en sangre, no hay forma de garantizar que su estado se mantenga igual.

Cuanto más tiempo se tenga la diabetes, más daños causará la glucemia elevada en los vasos sanguíneos y los nervios que rodean el corazón y en todo el cuerpo. Esto no significa que todas las personas con diabetes tipo 2 vayan a padecer una enfermedad cardíaca, pero el daño al corazón es uno de los caminos que puede tomar esta enfermedad. Y, a menudo, la diabetes provoca daños en el corazón desde el principio.

Los genes juegan un papel importante. Uno no ha elegido sus genes, sino que ha nacido con ellos. Y algunos te hacen más propenso a la diabetes que otros. Aunque la dieta y el ejercicio son factores que influyen en la enfermedad, los antecedentes familiares de tipo 2 aumentan las probabilidades de padecerla. Pregúntese esto: Si tus genes te hicieran más propenso a padecer cáncer y recibieras un diagnóstico, ¿te culparías por ello?

No sirve de nada. Como todo en la vida, hay cosas que puedes cambiar y otras que no. Concéntrese en las formas en que puede cuidarse hoy sin dejar que la culpa nuble su perspectiva.

Cómo influyen los sentimientos

Tu salud mental afecta a tu salud física. Por mucha lógica que le eches a los sentimientos, éstos tienden a perdurar hasta que te enfrentas a ellos. Aquí tienes una guía para ayudarte a superar los sentimientos de fracaso cuando estés preparado:

Lamentar. Tanto si se está adaptando al tipo 2 como a un diagnóstico de enfermedad cardíaca, su vida es diferente a la que tenía antes. Está bien llorar la pérdida de la vida sin estos problemas. De hecho, a menudo es un paso necesario antes de poder aceptar su condición y seguir adelante.

Anótalo. Tómate el tiempo necesario para darte cuenta de tus pensamientos. Cuando te sientas culpable por tu diabetes o tu enfermedad cardíaca, anota dónde estás, quiénes te rodean y qué está pasando. Valóralo en una escala del 1 al 10. Después de un tiempo, puede empezar a notar un patrón que puede ajustar para evitar los pensamientos negativos.

Practica la autoconversación positiva. La forma en que piensas tiene un gran impacto en cómo te sientes. Háblate con amabilidad cuando te sientas culpable. Utiliza citas inspiradoras o afirmaciones para sustituir los pensamientos negativos por otros positivos.

Fija (y supera) objetivos. Es difícil sentirse fracasado cuando uno se esfuerza al máximo. Elige algo que puedas lograr, como 20 minutos de ejercicio diario durante una semana. Comparte tus triunfos con los demás y celébralo de forma saludable.

Tenga un plan. Tenga a mano algunas tácticas para cuando aparezca el sentimiento de culpa, u otros sentimientos como la ira. Respire profundamente, aléjese o cambie el canal de su cerebro hasta que se calme lo suficiente como para enfrentarse a lo que tiene delante. Si necesita ayuda adicional para saber cómo manejar estos momentos, un asesor de salud puede hablarle sobre cómo superarlos.

Detecte la depresión a tiempo. La diabetes es un trabajo de 24 horas al día, 7 días a la semana, y es natural que te sientas agotado por el tiempo y la energía que se necesitan para seguir adelante. Si nota algo de lo siguiente, hable con su médico:

  • Cambios en el apetito

  • Pérdida de interés por las cosas y las personas que le gustan

  • Falta de energía

  • Problemas para concentrarse

  • Pensar en hacerse daño a sí mismo

Buscar apoyo. Ayuda a conectar con otras personas que saben lo que es la vida con el tipo 2. Además de tu familia, tus amigos y tu equipo médico, prueba con grupos de apoyo en línea o en persona. Si buscas ayuda individual, piensa en hablar con un terapeuta o consejero.

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