Conozca el dolor, la fatiga y otros síntomas físicos de la depresión.
Estos no son "todo en tu cabeza". La depresión puede provocar cambios reales en tu cuerpo. Por ejemplo, puede ralentizar la digestión, lo que puede causar problemas estomacales.
Debido a que estos síntomas ocurren con muchas condiciones, las personas con depresión pueden nunca obtener ayuda para ellos. No se dan cuenta de que sus problemas físicos pueden estar causados por su enfermedad mental. Muchos médicos también los pasan por alto.
Síntomas físicos
La depresión parece estar relacionada con un funcionamiento inadecuado de las redes de células nerviosas o vías que conectan las áreas cerebrales que procesan la información emocional. Algunas de estas redes también procesan información para percibir el dolor físico. Por eso, muchos expertos creen que la depresión puede hacer que se sienta el dolor de forma diferente a otras personas.
Cualquier tipo de dolor crónico puede empeorar.
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Los dolores de cabeza son bastante comunes. Si ya tenías migrañas, pueden parecer peores.
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Dolor de espalda
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Dolores musculares y articulares
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Dolor en el pecho. Puede ser un signo de problemas graves de corazón, estómago, pulmón u otros. Pero la depresión puede aumentar las molestias.
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Problemas digestivos. Puedes sentirte mareado o con náuseas. Puede tener diarrea o estar estreñido todo el tiempo. Es habitual que pierdas el apetito o comas en exceso.
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Agotamiento y fatiga. Por mucho que duermas, puedes seguir sintiéndote cansado o agotado. Levantarse de la cama por la mañana puede parecer muy difícil, incluso imposible.
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Problemas para dormir. Muchas personas con depresión ya no pueden dormir bien. Se despiertan demasiado temprano o no pueden dormirse cuando se acuestan. Otras duermen mucho más de lo normal.
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Cambio en el apetito o el peso. Algunas personas con depresión pierden el apetito y pierden peso. Otras descubren que les apetecen ciertos alimentos, como los hidratos de carbono, y pesan más.
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Mareos o aturdimiento.
Tratamiento
Informe a su médico sobre cualquier síntoma físico: No des por sentado que desaparecerán por sí solos. Intente llevar un diario de síntomas, que puede ayudarle a identificar patrones.
A veces, el tratamiento de la depresión -con terapia, medicamentos o ambos- hará desaparecer los síntomas físicos. Los medicamentos para la depresión "modifican" las sustancias químicas que utilizan las redes de células nerviosas para comunicarse, haciendo que funcionen con mayor eficacia. Algunos antidepresivos, como la duloxetina (Cymbalta), la venlafaxina (Effexor) y los antidepresivos tricíclicos más antiguos, como la amitriptilina (Elavil) o la desipramina (Norpramin), también pueden ayudar con el dolor crónico.
Pero es posible que también necesites algo más. Por ejemplo, tu médico puede sugerirte un ansiolítico o un medicamento para el insomnio, para que puedas relajarte y dormir mejor.
Dado que el dolor y la depresión pueden ir a veces unidos, aliviar el dolor puede aliviar también la depresión. Puedes probar la terapia cognitivo-conductual. Puede enseñarte a lidiar mejor con el dolor.