El yoga puede tener beneficios para la salud física y mental. Descubre cómo puede ayudar a las personas con depresión y ansiedad.
En general, los beneficios del yoga pueden incluir menos estrés, un ritmo cardíaco más bajo y una presión arterial más baja.
Tenga en cuenta que el yoga no sustituye a otros tipos de tratamiento de la depresión o la ansiedad. Su médico puede sugerirlo y otros tipos de ejercicio junto con su plan de tratamiento, que podría incluir terapia y/o medicación. No suspenda otros tratamientos sin consultar con su médico, psiquiatra o terapeuta.
Lo que muestra la investigación
Los estudios muestran que el yoga también puede ayudar a las personas que tienen depresión, pero su efecto sobre los trastornos de ansiedad no está claro.
Una revisión de estudios encontró que las personas con una variedad de trastornos de salud mental que hicieron yoga físicamente activo durante un promedio de 60 minutos, una o dos veces a la semana, durante unos 2,5 meses tenían menos síntomas depresivos. Los estilos de yoga se consideraban físicamente activos si hacían que las personas se movieran durante al menos la mitad del tiempo de la clase y se centraban en movimientos corporales específicos (asana), respiración (pranayama) y/o atención plena (incluida la meditación).
Los investigadores aún necesitan saber más sobre cómo el yoga reduce los síntomas depresivos y si hay estilos específicos de yoga y poses que funcionan mejor que otros.
Cómo empezar con el yoga
Si hace tiempo que no hace ejercicio con regularidad, debería poder añadir a su rutina movimientos ligeros o moderados sin necesidad de hablar con su médico. Si es mayor de 50 años, tiene una enfermedad o está embarazada, consulte a su médico antes de empezar una nueva rutina de ejercicios.
La clase de yoga adecuada para ti
Hay muchos estilos de yoga, así que lee la descripción de la clase antes de apuntarte. Iyengar, Bikram y Hatha son tres tipos populares de yoga que se centran en posturas físicas, técnicas de respiración y meditación.
Puedes buscar una clase para principiantes en un gimnasio local, un estudio de yoga, un centro comunitario o un lugar de culto. Siempre puedes preguntar a un instructor si puedes hacer una vista previa de una clase para ver si te sientes cómodo tomándola. Si prefieres las sesiones en línea, también son una buena forma de ver si un estilo de clase te conviene, y hay muchas opciones en línea.
Cuando tomes una clase, informa al profesor de tus preocupaciones o límites físicos. El profesor debería ayudarte a ajustar las posturas según sea necesario.
Los investigadores no saben si existe una cantidad ideal de yoga, pero una clase de una hora a la semana podría ser un buen punto de partida. Si eso es demasiado, empieza con unas pocas posturas y ve aumentando tu práctica poco a poco. Las investigaciones sugieren que cuantas más sesiones de yoga hagas a la semana, más se aliviarán tus síntomas de depresión o ansiedad. Pero, al igual que con cualquier actividad, no te excedas.
Mantente en sintonía con cómo se sienten tu cuerpo y tu mente durante y después de una clase de yoga. Físicamente, el yoga puede ser un reto, pero no debería doler. Si te sientes triste, estresado o como si no tuvieras energía después de una clase, puede que ese tipo no te sirva. Puedes probar otros estilos de clases hasta que encuentres el más adecuado.