Los investigadores han encontrado una relación entre la meditación y la salud mental. Aunque no puede curar la depresión, puede ayudar a controlar los síntomas. Descubra cómo.
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Un estado de ánimo bajo del que parece que no te puedes librar
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La soledad
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Cansancio
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Ganas de estar solo
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Falta de interés por las actividades
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Tristeza
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Problemas de sueño
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Ansiedad e irritabilidad
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Cambios en el apetito
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Pensamientos suicidas
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Problemas de concentración
Si tienes estos signos durante más de dos semanas, podrías tener un trastorno de depresión. La meditación puede ayudarte a controlar estos síntomas si sabes cómo hacerlo. Si la conviertes en una práctica regular, puede ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad, que pueden causar depresión.
Cómo afecta la depresión a tu salud mental
Cómo reacciona el cerebro al estrés? Los principales desencadenantes de la depresión son el estrés y la ansiedad. La meditación ayuda a alterar esos sentimientos y pensamientos al entrenar a tu cerebro para que se concentre en una sola cosa. Cuando los pensamientos negativos llaman a la puerta, el cerebro vuelve a ese punto de enfoque, permitiendo que las emociones negativas y las sensaciones físicas pasen.
Trabaja en regiones específicas del cerebro relacionadas con la depresión. Por ejemplo, el área relacionada con el yo tiende a ponerse en marcha cuando se está estresado. Se trata del llamado córtex prefrontal, que crea información sobre uno mismo.
Otra región del cerebro a la que afecta la depresión es la amígdala, también conocida como la "región del miedo". Esta región te dice si debes luchar o huir cuando te enfrentas a un peligro. Hace que las glándulas suprarrenales produzcan cortisol, una hormona del estrés que responde al miedo y a la amenaza. Estas dos regiones trabajan duramente la una contra la otra causando depresión. El centro del yo trabaja para reaccionar al estrés y el centro del miedo responde a un peligro que sólo está en tu mente.
Impacto de la meditación en tu salud mental
Puede que la meditación no haga desaparecer todos los síntomas de la depresión, pero te ayudará a controlarlos. Funciona cambiando la forma en que tu cerebro reacciona al estrés y la ansiedad. Cuando meditas, puedes anular los desencadenantes estimulados desde la corteza prefrontal y la amígdala. Esto explica que tus niveles de estrés disminuyan.
La meditación protege el hipocampo. El hipocampo es para la memoria y el aprendizaje. Cuando meditas durante 30 minutos diarios durante ocho semanas, ayudas a tu cerebro a aumentar la materia gris de esta zona. Las investigaciones muestran que las personas con episodios depresivos recurrentes tienen un hipocampo más pequeño.
Ayuda a cambiar el pensamiento. La depresión implica muchos pensamientos negativos y oscuros. Es habitual sentirse enfadado con la vida y con uno mismo. La meditación no te hace apartar el estrés ni bloquear los pensamientos negativos. En cambio, te proporciona una forma de darte cuenta de esos pensamientos y sentimientos. Esto puede sonar contradictorio, ya que implica reforzar tu conciencia de esos pensamientos y sentimientos. Sin embargo, la práctica ayuda a crear conciencia y aceptación de los mismos.
Prepara la mente para situaciones de estrés. Si una visita al médico te pone nervioso o estresado, meditar unos minutos antes puede calmarte. Cambia el enfoque de la mente de la respuesta al estrés a un estado de calma. La práctica te permite abstenerte de actuar sobre esos pensamientos y sentimientos si no quieres hacerlo. En su lugar, reconoces y aprecias que, aunque te afectan, no son tú. Deja que se vayan suavemente mientras meditas, interrumpiendo los ciclos negativos del estrés y la depresión.
Tipos de meditación que pueden ayudar a lidiar con la depresión
Algunos tipos de meditación ayudan a manejar la depresión. Recuerda continuar con tus medicamentos y otros tratamientos mientras continúas con la meditación. Utilícela como parte de su atención médica convencional y, si es posible, bajo la supervisión de sus médicos.
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Meditación de la bondad amorosa. Se centra en crear un entorno amoroso y amable para uno mismo. Puede ayudar a eliminar los sentimientos de duda y autocrítica.
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Meditación de atención plena. Algunas personas la consideran la forma más potente de meditación. La mayoría de las otras formas de meditación provienen de este tipo. Se trata de ser consciente del momento presente y sentirlo al máximo.
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Terapia cognitiva basada en la atención plena. Es una rama de la meditación de atención plena. Se mezcla con la terapia cognitivo-conductual para obtener resultados efectivos y se centra en el cambio de patrones de conducta y pensamientos perjudiciales.
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Yoga. Se trata de una práctica meditativa que incluye posturas físicas, técnicas de respiración y meditación.
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Visualización. Cuando te concentras en imágenes agradables, tu cerebro se calma. Cambia tu forma de recordar los recuerdos negativos. Terminas con pensamientos felices.
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Cantar. Esto activa partes de tu cerebro relacionadas con el control emocional y la regulación del estado de ánimo.
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Meditación caminando. Esto te ayuda a mantenerte mental y físicamente sano y a mejorar tu flexibilidad.
Puedes superar los sentimientos y emociones negativas que acompañan a la depresión mediante la meditación. La práctica consiste en centrar tu mente en una cosa y ayudarla a relajarse. Elige el enfoque de meditación que mejor te funcione y conviértelo en una rutina. Notarás que los síntomas disminuyen o se vuelven más manejables.