El trastorno depresivo mayor (TDM) puede causar algo más que depresión. Puede dar lugar a complicaciones que afecten a su salud y cambien su forma de pensar y de comportarse.
Aumento de peso y obesidad
Cuando uno está deprimido, no es de extrañar que recurra a la comida en busca de consuelo. (Algunos llaman a esta práctica alimentación emocional).
El MDD también puede alterar las hormonas del apetito, por lo que se come mucho más de lo normal. Algunos antidepresivos incluso te hacen engordar. De hecho, el aumento de peso es una de las principales razones por las que la gente deja de tomar sus medicamentos para la depresión.
Pídele a tu médico que te remita a un dietista que entienda y trabaje con el MDD.
Enfermedad crónica
Las personas que tienen MDD suelen tener una o más enfermedades de larga duración, como:
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Cáncer
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Esclerosis múltiple
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Enfermedades del corazón
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Diabetes.
Aunque muchas de estas afecciones no tienen cura, puedes controlarlas. Pero la depresión hace que sean más difíciles de tratar y controlar. Esto puede explicar en parte por qué los hombres y las mujeres que padecen MDD mueren antes que las personas que no están deprimidas.
Los factores relacionados con el estilo de vida, como la falta de ejercicio, una dieta poco saludable y el abuso del alcohol, también pueden contribuir a una mala salud y a una muerte prematura.
Dolor crónico
Existe un fuerte vínculo entre el dolor físico y la depresión. Comparten algunos de los mismos neurotransmisores, sustancias químicas del cerebro que actúan como mensajeros entre los nervios. También comparten algunas de las mismas vías nerviosas en el cerebro y la médula espinal.
Así que la depresión puede hacer que seas más sensible al dolor, y el dolor crónico puede alimentar la depresión. Como ambos tienen tantos vínculos, los médicos suelen tratarlos juntos, a veces con los mismos medicamentos. Por ejemplo, un tipo de antidepresivo llamado inhibidor de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN) puede funcionar también para el dolor nervioso y la ansiedad.
Autolesiones
Para controlar los sentimientos difíciles, puede intentar cortarse o quemarse la piel, arrancarse el pelo o arrancarse las costras. Tomar drogas o beber al mismo tiempo hace más probable que se produzcan lesiones graves.
Las autolesiones son más frecuentes en los adolescentes y los preadolescentes, pero también pueden producirse en etapas posteriores de la vida. Si estás luchando contra ello, habla con tu médico o con un amigo o familiar de confianza. Se necesita algo más que fuerza de voluntad para dejar de fumar.
Es posible que tengas pensamientos suicidas durante los brotes graves de MDD. Estos pensamientos desaparecen cuando recibes tratamiento. Si alguna vez piensas en acabar con tu vida, llama a tu médico, a un centro de crisis local o a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio.
Abuso de sustancias
Alrededor de un tercio de las personas con MDD tienen problemas con el alcohol o las drogas. Ambos pueden cambiar el funcionamiento de tu mente y tu cuerpo.
Cuando se consumen sustancias de forma incorrecta, es más probable que se produzcan otros trastornos mentales, como la ansiedad. Y si tienes pensamientos suicidas, hay más posibilidades de que los lleves a cabo. ?
Cambios cognitivos
El MDD puede cambiar el funcionamiento de su cerebro. Puedes tener problemas para concentrarte o recordar una palabra o el nombre de alguien. Esto puede ocurrir durante o entre ataques de depresión severa. Y puede dificultar el funcionamiento en todos los ámbitos de la vida: el trabajo, la escuela y las relaciones personales. ?
Es posible que los antidepresivos no mejoren los síntomas cognitivos y que éstos no mejoren cuando la depresión desaparezca. Sin embargo, otros tipos de tratamiento pueden ayudar. La terapia de remediación cognitiva (TRC) le enseña a superar los retos relacionados con el cerebro. Las terapias de conversación habituales, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia de atención plena, también pueden funcionar bien.