Depresión y enfermedad de Crohn: ¿Están relacionados?

Si tienes la enfermedad de Crohn, descubre por qué es importante controlar tu salud mental del mismo modo que controlas tu salud física.

Si tienes Crohn, también tienes la incertidumbre y los inconvenientes de vivir con una enfermedad crónica. Estás especialmente en riesgo de sufrir depresión cuando tu enfermedad está activa, cuando la carga de Crohn es mayor.

Debes estar atento a estas posibles señales de alerta:

  • Es cada vez más difícil ocuparse de su enfermedad?

  • Se está aislando de su familia y amigos?

  • Tiene poca energía?

  • Te invaden sentimientos de desesperanza o negatividad?

  • Tiene sentimientos persistentes de tristeza?

  • Tiene usted insomnio?

  • Le cuesta concentrarse?

  • Está inquieto o de mal humor?

  • Ha ganado o perdido peso?

  • Ha cambiado su estado de ánimo o su comportamiento?

Uno de los retos de la enfermedad de Crohn es que algunos de sus síntomas son similares a los de la depresión. Si empiezas a sentirte deprimido, busca rápidamente ayuda de un psicólogo o psiquiatra.

La ansiedad (angustia) también es una respuesta natural al diagnóstico de Crohn o a un brote. Puedes sentirte preocupado, nervioso e incluso con pánico. Si esto persiste y empieza a interferir en tu vida familiar y laboral, puede ser el momento de pedir ayuda a un profesional de la salud mental.

También puedes hablar con tus familiares o amigos sobre tus sentimientos y trabajar con ellos para asegurarte de que tienes todos los recursos que necesitas para controlar tu enfermedad de Crohn. A veces ayuda simplemente decirles que estás pasando por un momento difícil.

También puedes ponerte en contacto con otros enfermos de Crohn a través de un grupo de apoyo. Algunos se reúnen en persona. Otros se reúnen en línea. Algunas organizaciones tienen un sistema de amigos, de modo que puedes estar conectado en las redes sociales y recibir el apoyo que necesitas, especialmente cuando tienes un brote.

Tu médico puede sugerirte que tomes un antidepresivo para estabilizar tu estado de ánimo. De vez en cuando, es posible que quieran hacerte una prueba de depresión y ansiedad.

Si se siente deprimido o ansioso, pida una prueba de detección. Si no te han hecho uno antes, un examen de referencia es un buen punto de partida. La persona típica con Crohn ve a su gastroenterólogo sólo 3 horas al año. Pueden pasar muchas cosas entre las visitas, y mucho puede cambiar su salud mental.

La terapia conductual puede ayudar a su salud emocional, incluso si usted no cree que está deprimido. Es especialmente útil si:

  • El estrés empeora tus síntomas.

  • Te cuesta relajarte.

  • Pasas mucho tiempo preocupado por el impacto de tus síntomas.

  • Le cuesta entender el Crohn o su plan de tratamiento.

  • Crees que no tienes suficiente sistema de apoyo.

  • Estás ansioso o deprimido.

Las opciones de terapia conductual incluyen:

Terapia cognitiva conductual: Trabajar con un psicólogo para cambiar sus patrones de pensamiento.

Hipnoterapia dirigida por el instinto: Uso de la sugestión, las imágenes y la relajación durante la hipnosis para enseñarle sobre su sistema digestivo

Gestión del estrés: La terapia de conversación y los ejercicios de respiración pueden ayudar a controlar el estrés.

Ten en cuenta que, aunque controles la depresión, tendrás que seguir tomando medicamentos para tu enfermedad de Crohn.

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