Mucosidad en el pecho: Vea 8 causas diferentes (y cómo remediarlas)

La mucosidad es natural. Si tu cuerpo produce demasiada, puede ser un signo de una amplia gama de problemas, incluyendo el reflujo ácido, alergias, asma, infecciones u otras condiciones.

Mucosidad en el pecho: Por qué puede ocurrir

Su cuerpo produce mucosidad de forma natural todos los días, y su presencia no es necesariamente un signo de algo poco saludable. La mucosidad, también conocida como flema cuando es producida por el sistema respiratorio, recubre los tejidos del cuerpo (como la nariz, la boca, la garganta y los pulmones) y ayuda a protegerse de las infecciones.

El cuerpo produce aproximadamente un litro de mucosidad al día. Pero una cantidad excesiva, especialmente en un lugar como los pulmones, puede ser molesta y posiblemente un signo de un problema de salud. Estas son algunas situaciones en las que puedes tener mucosidad en el pecho:

Reflujo ácido

Si tienes reflujo ácido, el ácido del estómago sube por el esófago hasta la garganta. Esto puede provocar irritación de la garganta y goteo postnasal, junto con congestión en el pecho.

Alergias

Las alergias pueden provocar una gran cantidad de síntomas, desde picor de ojos y estornudos hasta congestión, opresión en el pecho y tos. Una reacción que afecta a los pulmones es más típica si se es alérgico a algo que se transmite por el aire, como el polen o los ácaros del polvo.

Asma

Junto con otros síntomas de asma, como la falta de aire y la opresión en el pecho, el asma puede hacer que tosas con flema. Esto puede ser un signo de que sus vías respiratorias están inflamadas, pero pequeñas cantidades de moco blanco o transparente no son preocupantes.

Infecciones bacterianas y víricas

Las infecciones como la gripe, la bronquitis aguda y la neumonía pueden hacer que las vías respiratorias produzcan más mucosidad, que a menudo se expulsa al toser. Puede ser de color verde o amarillo.

El nuevo coronavirus que causa COVID-19 no suele provocar mucosidad en el pecho. Pero las complicaciones del virus pueden incluir la neumonía, que sí implica la congestión del pecho.

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

La EPOC incluye varias enfermedades pulmonares que pueden dificultar la respiración, como la bronquitis crónica y el enfisema. La bronquitis crónica provoca la inflamación de los bronquios y más mucosidad, lo que dificulta el funcionamiento de los pulmones. La EPOC suele estar causada por la exposición prolongada a elementos que irritan los pulmones, como el humo del tabaco, pero las personas con asma también pueden desarrollarla.

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Fibrosis quística

Se trata de una enfermedad hereditaria que provoca una mucosidad espesa en los pulmones y otros órganos. Puede provocar un empeoramiento de la función pulmonar a medida que las personas envejecen. Los médicos realizan pruebas para detectar la fibrosis quística (FQ) en los recién nacidos, y el 75% de las personas con FQ son diagnosticadas a los 2 años. Los padres pueden transmitir el gen de la fibrosis quística aunque no la padezcan, y cada año se diagnostican unos 1.000 nuevos casos de fibrosis quística en Estados Unidos.

Lo que puedes hacer en casa

Para controlar o aflojar la mucosidad en casa, puede probar los siguientes remedios:

Beba mucho líquido. Bebe mucha agua y otros líquidos, pero no cosas que puedan deshidratarte, como el café y el alcohol.

Humedece. Prueba un humidificador de vapor frío o métete en una ducha de vapor para mantener tus vías respiratorias hidratadas.

No fumes ni vaporices nada. Ya sea por el tabaco o la marihuana, el humo es un irritante y puede hacer que tu cuerpo produzca más mucosidad.

Prueba una cucharadita de miel. Aunque la miel no elimina la mucosidad, puede calmar la tos temporalmente. (No des miel a los menores de 1 año).

Comprueba los filtros de aire. Otros agentes irritantes en el aire pueden empeorar la producción de mucosidad, así que asegúrate de que los filtros de tu sistema de calefacción y refrigeración están limpios y al día.

Tome un expectorante. Algunos medicamentos para la tos contienen guaifenesina, que afloja la mucosidad para que puedas toser.

Cuándo buscar ayuda

Por sí sola, la mucosidad no es un síntoma preocupante. Si viene acompañada de una tos que no desaparece después de varias semanas, es de color amarillo verdoso o está teñida de sangre, o también tiene fiebre o dificultad para respirar, debe llamar a su médico.

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