Tanto el enfisema como la bronquitis crónica pueden causar problemas respiratorios, por lo que puede ser difícil distinguirlos. Conozca las principales diferencias entre ambos.
Hay dos afecciones que contribuyen a la EPOC: el enfisema y la bronquitis crónica. Ambas causan problemas respiratorios, por lo que puede ser difícil distinguirlas. Pero hay algunas diferencias clave entre las dos.
Signos de bronquitis crónica
Es cuando el revestimiento de los bronquios (que llevan el aire hacia y desde los pulmones) se inflama o se irrita. Esto provoca una tos húmeda que dura al menos 3 meses. Es posible que expulse una mucosidad espesa y descolorida, y que se sienta cansado y sin aliento.
La bronquitis puede ser temporal (su médico puede llamarla aguda). Pero si ha tenido los síntomas de la bronquitis de forma intermitente durante al menos 2 años, su bronquitis se considera crónica. Esto puede ser un signo de que tiene EPOC.
En algunos casos, la bronquitis crónica hace que las vías respiratorias se estrechen también, lo que dificulta especialmente la respiración. Esto es la bronquitis obstructiva crónica.
Signos de enfisema
Cuando los sacos de aire de los pulmones (alvéolos) están dañados, eso es enfisema. Esto puede hacer que las paredes de los sacos de aire se debiliten, y tal vez se rompan. Esto hace que haya más espacio para el aire en los pulmones. Aunque pueda parecer algo positivo, los pulmones tienen menos espacio para absorber el oxígeno. Como resultado, llega menos al torrente sanguíneo, lo que puede provocar cansancio y otros problemas.
Además, los alvéolos dañados no funcionan bien. Pueden atrapar el aire viejo, lo que dificulta la entrada de aire nuevo con oxígeno fresco.
El principal signo del enfisema es la falta de aire. Al principio, es posible que sólo la sufra después de estar activo. Sin embargo, con el tiempo, el enfisema puede dificultar la respiración incluso en reposo.
No se puede deshacer el daño causado a los alvéolos. Por eso el enfisema suele empeorar con el tiempo. Dificulta la respiración y reduce la cantidad de oxígeno en la sangre. También puede provocar otros efectos secundarios, como un tórax en barril (causado por el aumento de tamaño de los pulmones debido al aire atrapado).
La mayoría de las personas con enfisema tienen también bronquitis crónica.
Causa
El humo del cigarrillo es la principal causa tanto del enfisema como de la bronquitis crónica. Dado que estas afecciones constituyen la EPOC, el tabaquismo es también la principal causa de la EPOC.
La contaminación del aire y otros contaminantes, como los gases químicos, también pueden aumentar las probabilidades de padecer enfisema y bronquitis crónica. Las probabilidades de padecer ambas enfermedades aumentan también a partir de los 40 años.
Algunas cosas sólo aumentan las probabilidades de padecer una de las dos enfermedades relacionadas con la EPOC. El reflujo gástrico crónico, que irrita la garganta, puede contribuir a la bronquitis crónica, pero no al enfisema.
En raras ocasiones, el enfisema puede estar causado por una afección genética denominada deficiencia de alfa-1-antitripsina. Esto ocurre cuando el cuerpo no produce suficiente cantidad de la proteína que ayuda al funcionamiento de los pulmones.
Diagnóstico
Para detectar la bronquitis crónica y el enfisema se utilizan las mismas pruebas. Si tiene problemas respiratorios regulares, su médico puede recomendarle un:
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Historial de salud
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Examen físico
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Prueba de función pulmonar (PFT), para ayudar a su médico a saber cuánto aire pueden contener sus pulmones y cuánto aire puede exhalar
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Examen de esputo, en el que su médico enviará una mezcla de saliva y moco a un laboratorio para examinar las células que contiene
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Radiografía de tórax
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Tomografía computarizada de alta resolución (HRCT), un tipo especial de prueba de imagen
Si tu equipo cree que tienes enfisema, puede pedir un análisis de sangre que les muestre lo bien que tus pulmones mueven el oxígeno y el dióxido de carbono dentro y fuera del torrente sanguíneo.
Tratamiento
Una gran diferencia entre la bronquitis crónica y el enfisema es que éste último no es reversible. Pero es posible que pueda reducir las probabilidades de padecer bronquitis crónica. Para ayudar a ello:
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Aléjese del humo, incluido el de segunda mano.
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Lávese las manos con regularidad y utilice desinfectante para manos.
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Evita el contacto con personas enfermas.
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Vacúnate contra la gripe. Y pregunte a su médico si es un buen candidato para la vacuna antineumocócica, que puede reducir las posibilidades de contraer neumonía.
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Aléjate de los contaminantes, como los aerosoles de limpieza y los vapores químicos, o utiliza una mascarilla quirúrgica si tienes que estar cerca de ellos.
Para tratar la bronquitis crónica, su médico puede recomendarle:
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Un esteroide inhalado
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Broncodilatadores (que alivian la tos y la falta de aire)
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Antibióticos
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Vacunas
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Rehabilitación pulmonar, en la que se aprenden técnicas para ayudar a respirar mejor
El enfisema no se puede curar. Pero hay tratamientos que pueden ayudarle a respirar mejor. Algunos pueden ayudar a evitar que la condición empeore. Su médico puede recomendarle:
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Broncodilatadores (que alivian la tos y la falta de aire)
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Esteroides inhalados
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Antibióticos (si tiene es una infección bacteriana como en la bronquitis aguda o la neumonía)
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Rehabilitación pulmonar
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Oxígeno suplementario
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Cirugía
También puede recibir terapia nutricional. Un dietista puede aconsejarle para conseguir un peso saludable, lo que puede facilitarle la respiración. Si tienes un enfisema avanzado, puede que te cueste comer lo suficiente, por lo que un dietista puede darte consejos para ayudarte a ganar peso.