Si los síntomas de la EPOC le impiden dormir bien por las noches, aprenda cómo puede conseguir el descanso que necesita.
Consejos para dormir para las personas con EPOC
Por Lauren Ragland
A muchas personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) les resulta difícil dormir bien por las noches. Los medicamentos, la tos y los problemas respiratorios se interponen. La somnolencia diurna puede empeorar los síntomas de la EPOC.
Tenga en cuenta estos consejos para mejorar su calidad de sueño y controlar mejor su EPOC.
Cambios en el estilo de vida
Haga que estos hábitos saludables formen parte de su vida:
Si fumas, busca ayuda para dejar de fumar. Mantenga toda su casa libre de humo de segunda mano, polvo y contaminantes. Al inhalar humo, los conductos de aire se hacen más pequeños, lo que dificulta la respiración.
Inicie un programa de ejercicios. Pregunte a su médico qué puede hacer. Las personas con EPOC suelen experimentar una disminución de los niveles de oxígeno por la noche. La actividad física aumenta el suministro de oxígeno. Intente hacer 30 minutos de ejercicio al día, tres veces por semana. Intente no realizar actividades de gran energía o estresantes dos horas antes de acostarse.
No haga siestas. Si es necesario, no duerma más de 20 minutos.
Lleve un diario de sueño. Incluya lo que comió, sus medicamentos y las actividades del día, así como la hora en que se acostó y se levantó. Revísalo para ver qué te ayuda a dormir mejor.
Acuéstese a la misma hora todas las noches, incluso los fines de semana. Una rutina de sueño programa tu cerebro y tu reloj interno para que se relaje a la misma hora cada noche.
Utiliza tu mascarilla de oxígeno
Sus niveles de oxígeno pueden bajar por la noche y su respiración puede ser más lenta. Si utiliza una máscara de oxígeno, póngasela cuando se acueste.
Frenar la cafeína
Los cambios en su dieta pueden mejorar su calidad de sueño. La cafeína y los productos con cafeína pueden impedir que te duermas. Aléjese de ellos después de la cena. El alcohol puede ayudarle a conciliar el sueño rápidamente, pero cuando se le pasa el efecto, le mantiene muy despierto.
Es difícil dormir con el estómago lleno. Por eso, no comas comidas copiosas con muchos carbohidratos azucarados o con almidón demasiado cerca de la hora de acostarse. Sigue una dieta equilibrada que incluya frutas y verduras, así como proteínas magras.
Prepárate para ir a la cama
Antes de estar cansado, prepárate para dormir haciendo cosas que te calmen. Cuando creas un ritual relajante, tu mente y tu cuerpo te siguen. Prueba estos consejos para la relajación:
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Toma un baño caliente para que tu cuerpo alcance una temperatura agradable para el descanso.
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Escribe un diario o una lista de tareas para el día siguiente para despejar tu mente.
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Relaja tus músculos con ligeros estiramientos.
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Escuche música relajante o una grabación de hipnosis.
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Apague sus dispositivos electrónicos una hora antes de acostarse.
Preparar el sueño
Tu dormitorio debe darte la bienvenida y calmarte. Una habitación oscura le indica a tu cerebro que es hora de dormir. Las cortinas opacas impiden que entre la luz del exterior.
Crea un espacio cómodo y fresco con una temperatura de entre 60 y 71 F. Deshazte del desorden ya que puede causar estrés. La aromaterapia con lavanda puede facilitar el sueño.
Mantén los aparatos electrónicos como el smartphone, el ordenador y la televisión fuera de tu dormitorio.
Posición para dormir
Tu capacidad pulmonar es menor cuando estás tumbado sobre la espalda. Duerma con la cabeza ligeramente más alta que el resto del cuerpo.
Si prefiere acostarse de lado, coloque una almohada entre las piernas y mantenga la espalda recta. Cuando duerma boca arriba, doble ligeramente las rodillas con una almohada colocada debajo de ellas.