Qué esperar durante la cirugía de cáncer colorrectal

médico le indica qué debe esperar antes, durante y después de la cirugía de cáncer colorrectal.

Su cirujano se reunirá con usted para responder a cualquier pregunta que pueda tener antes de su procedimiento de cáncer colorrectal. Se le harán preguntas sobre su historial de salud y se le realizará un examen físico general. Si su intestino requiere una limpieza, se le recetará un medicamento laxante que deberá tomar la noche anterior a la intervención.

Por lo general, se pide a todos los pacientes que proporcionen una muestra de sangre. Dependiendo de su edad y su estado de salud general, es posible que también se le realice un electrocardiograma, una radiografía de tórax, pruebas de función pulmonar u otras pruebas. También es posible que tenga que reunirse con otro médico antes de la intervención.

Por último, se reunirá con un anestesista, que le hablará del tipo de medicación para el dolor (anestesia) que se le administrará para la cirugía, y también aprenderá sobre el control del dolor después de la operación.

La noche antes de la operación de cáncer colorrectal

Deberá tomar el medicamento laxante prescrito la noche anterior a la cirugía. Es importante seguir las instrucciones cuidadosamente y tomar todo este medicamento. Este paso disminuirá su riesgo de desarrollar una infección por las bacterias normalmente presentes en el intestino.

No coma ni beba nada por la boca después de la medianoche anterior a la cirugía.

El día de la cirugía de cáncer colorrectal

Se le insertará un tubo intravenoso (IV) en una vena del brazo para administrarle fármacos y líquidos.

Una vez que el cirujano esté preparado para usted, le llevarán al quirófano.

Cuando llegue al quirófano, las enfermeras le ayudarán a subir a la mesa de operaciones. El anestesista le inyectará un medicamento por vía intravenosa que le hará dormir. Cuando esté dormida, las enfermeras le limpiarán el abdomen con jabón antibacteriano y la cubrirán con paños estériles.

Si se somete a una operación de colon tradicional "abierta", el cirujano le hará una incisión en el abdomen. A continuación, extirpará el cáncer y parte del colon normal a ambos lados del cáncer, así como los ganglios linfáticos cercanos.

La cirugía laparoscópica es un método quirúrgico mucho menos invasivo que la cirugía tradicional. Se realizan pequeñas incisiones para crear un pasaje para un instrumento especial llamado laparoscopio. Este instrumento delgado, parecido a un telescopio, con una cámara de vídeo en miniatura y una fuente de luz, se utiliza para transmitir imágenes a un monitor de vídeo. El cirujano observa la pantalla de vídeo mientras realiza el procedimiento con pequeños instrumentos que pasan a través de pequeños tubos colocados en las incisiones. El cirujano colocará una pequeña aguja justo debajo del ombligo y la introducirá en la cavidad abdominal. Esta aguja está conectada a un tubo estéril a través del cual se pasa dióxido de carbono a la cavidad abdominal. El gas separa la pared abdominal de los órganos que se encuentran debajo para crear un espacio que permita al cirujano ver mejor la cavidad abdominal una vez colocado el laparoscopio.

A continuación, se realiza una pequeña incisión cerca del ombligo. El laparoscopio se coloca a través de esta incisión y se conecta a una cámara de vídeo. La imagen que su cirujano ve en el laparoscopio se proyecta en monitores de vídeo situados cerca de la mesa de operaciones.

Antes de iniciar la intervención, el cirujano examinará a fondo su cavidad abdominal para asegurarse de que la laparoscopia será segura para usted. Algunas de las razones por las que no se puede realizar una laparoscopia son las adherencias múltiples (cicatrices que hacen que los órganos se peguen entre sí), la infección o la propagación de enfermedades abdominales.

Si su cirujano decide que la cirugía laparoscópica puede realizarse con seguridad, se realizarán pequeñas incisiones de punción adicionales para los demás instrumentos necesarios para realizar la operación. Si es necesario, una de estas pequeñas incisiones puede ampliarse para que el cirujano pueda extirpar la sección de intestino enferma o para crear una conexión entre dos extremos del intestino.

El cirujano comenzará la cirugía intestinal principal cerrando los vasos sanguíneos más grandes que sirven a la sección enferma del intestino delgado o grueso. A continuación, separará el tejido graso que mantiene el intestino en su sitio. Una vez que la sección enferma del intestino se libera de sus estructuras de soporte, se puede extraer.

En ocasiones, el procedimiento requiere la creación de un estoma temporal o permanente (una abertura de parte del intestino hacia la superficie exterior del abdomen). El estoma actúa como un conducto artificial a través del cual las heces pueden pasar del intestino al exterior del cuerpo, donde se recogen en una bolsa externa, que se fija al estoma y debe llevarse en todo momento.

La mayoría de las veces, el cirujano vuelve a conectar los dos extremos del intestino. El intestino puede volver a unirse de varias maneras. Un método utiliza un dispositivo de grapado que coloca grapas de acero inoxidable o titanio para unir los extremos del intestino. El cirujano puede tirar de los extremos intestinales hacia arriba a través de una de las pequeñas incisiones y suturar los extremos. Su cirujano elegirá el mejor método en el momento de la intervención.

Por último, su cirujano comprobará que no hay zonas de sangrado, enjuagará la cavidad abdominal, liberará los gases del abdomen y cerrará las pequeñas incisiones.

Recuperación de la cirugía de cáncer colorrectal

Cuando se despierte de la cirugía de cáncer colorrectal, estará en una sala de recuperación. Tendrá una máscara de oxígeno que le cubrirá la nariz y la boca. Esta máscara suministra una niebla fría de oxígeno que ayuda a eliminar los restos de anestesia de su sistema y alivia su garganta. Es posible que le duela la garganta por el tubo de respiración que estuvo presente durante la operación, pero este dolor suele remitir al cabo de uno o dos días.

Una vez que esté más alerta, la enfermera puede cambiar el dispositivo de administración de oxígeno por una cánula nasal (un pequeño tubo de plástico que se engancha en las orejas y se coloca debajo de la nariz). Dependiendo del porcentaje de oxígeno medido en su sangre, es posible que tenga que mantener el oxígeno en su lugar. La enfermera comprobará el contenido de oxígeno en su sangre colocando una pinza suave en uno de sus dedos.

Más tarde, le trasladarán a una habitación del hospital donde las enfermeras medirán su "ingesta y salida". Documentarán todos los líquidos que beba y medirán y recogerán cualquier orina o líquido que produzca, incluidos los procedentes de las sondas o drenajes colocados durante la cirugía.

La sonda que se pasó desde una fosa nasal hasta el estómago (una sonda nasogástrica) durante la cirugía se retirará en la sala de recuperación. Puede empezar a tomar líquidos a la mañana siguiente de la operación. Una vez que haya eliminado los gases o haya defecado, volverá a tomar una dieta sólida. Si tiene náuseas o empieza a vomitar, es posible que le vuelvan a colocar la sonda nasogástrica.

Si esto ocurre, no se alarme. Las náuseas y los vómitos son comunes y se producen porque sus intestinos están temporalmente inhabilitados por la cirugía y los efectos de la anestesia. Por esta razón, los alimentos y las bebidas se administran lentamente durante los primeros días después de la operación.

Se le animará a levantarse de la cama a partir del primer día después de la operación. Cuanto más se mueva, menos posibilidades tendrá de sufrir complicaciones como la neumonía o la formación de coágulos en las venas de las piernas.

La duración de su estancia en el hospital dependerá del tipo de intervención a la que se someta y de la rapidez con la que se recupere. Por ejemplo, la estancia media en el hospital para una colectomía parcial laparoscópica oscila entre tres y seis días.

Recuperación en casa tras la cirugía de cáncer colorrectal

Se le animará a que aumente de forma constante su nivel de actividad una vez que esté en casa después de la cirugía. ¡Caminar es un gran ejercicio! Caminar ayudará a su recuperación general fortaleciendo sus músculos, manteniendo la circulación de la sangre para prevenir coágulos y ayudando a que sus pulmones se mantengan despejados. Si está en forma y hace ejercicio con regularidad antes de la operación, puede volver a hacer ejercicio cuando se sienta cómodo y su médico lo apruebe. Sin embargo, el ejercicio extenuante, el levantamiento de objetos pesados y los ejercicios abdominales, como las sentadillas, deben evitarse durante las seis semanas siguientes a la operación.

Alimentación saludable después de la cirugía de colon

La cirugía del cáncer colorrectal puede cambiar el funcionamiento del intestino, al menos temporalmente. La cirugía puede hacer que el intestino se hinche y las contracciones onduladas que mueven los alimentos a lo largo del tracto intestinal (llamadas peristaltismo) pueden reducirse después de la cirugía. Como resultado, la comida puede no pasar por el colon tan rápidamente, causando una sensación de saciedad o hinchazón. O bien, los alimentos pueden no ser tan eficientes para absorber parte del agua, lo que provoca heces blandas.

Debe seguir una dieta blanda en casa, lo que significa que puede comer casi todo excepto frutas y verduras crudas. Un dietista titulado puede proporcionarle pautas más específicas. Debe seguir esta dieta hasta la visita de seguimiento con su médico. Si tiene problemas de estreñimiento, llame a su médico.

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