En el caso de algunas enfermedades y afecciones, es necesario extirpar parte del intestino. Obtenga más información sobre este procedimiento, que los médicos denominan resección intestinal.
Las enfermedades y afecciones intestinales pueden poner en riesgo su vida. También pueden impedir que el colon o el recto funcionen como deberían. Esto provoca síntomas como dolor y malestar.
Su médico puede recomendar una resección intestinal por una de las siguientes razones:
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Cáncer: La cantidad de intestino que extirpan depende del tamaño y la localización del cáncer. El cirujano extraerá también los ganglios linfáticos cercanos.
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Diverticulitis: Puede necesitar una intervención quirúrgica por complicaciones, como una infección grave o una perforación
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Obstrucción: Cuando el intestino se bloquea, los alimentos y los líquidos no pueden pasar. Esto puede cortar el suministro de sangre, provocando la muerte del tejido.
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Hemorragia grave: Si los médicos no pueden detener una hemorragia intestinal, es posible que tengan que extirpar esa sección del intestino.
Cirugías de resección intestinal
La cirugía de colon se realiza de una de estas tres formas:
Resección abierta: Un cirujano hace un corte largo en el vientre. Utilizará herramientas quirúrgicas normales para extraer una parte del intestino.
Resección laparoscópica: El cirujano realiza de dos a cuatro pequeños cortes (incisiones) en el vientre. En una de las incisiones se introduce un tubo fino con una cámara diminuta. Esto se llama laparoscopio. Envía una imagen a un monitor. El cirujano lo utiliza para ver el interior del abdomen. A continuación, pasa pequeñas herramientas quirúrgicas especiales a través de las otras incisiones para extraer parte del intestino.
Resección laparoscópica asistida por robot: En esta cirugía, los instrumentos están unidos a robots. El cirujano controla los robots para realizar la cirugía.
El tipo de cirugía que se realice dependerá de su estado. La ubicación y el tamaño del colon enfermo o dañado también son factores. En algunos casos, es posible que el cirujano tenga que cambiar de cirugía laparoscópica a cirugía abierta durante la intervención.
Qué ocurre durante una resección intestinal?
Se trata de una cirugía mayor. Tendrá que ingresar en un hospital. El día de la operación, le pondrán anestesia general. Esto significa que entrará en un estado de inconsciencia, similar al sueño, para no sentir nada durante la operación.
Durante la intervención, el cirujano separará el intestino grueso de los órganos y tejidos circundantes. Cortará y eliminará la parte dañada o enferma del intestino. Reconectará los extremos sanos del intestino con pequeñas grapas o suturas.
En algunas resecciones intestinales, el cirujano tendrá que realizar una colostomía. Esto crea una abertura en la piel, o estoma, para que las heces pasen a una bolsa. El cirujano realizará una colostomía si hay algún problema que pueda impedir que los dos extremos del intestino cicatricen correctamente. Algunos estomas son temporales. Al cabo de 6 a 12 semanas, será necesario realizar una segunda intervención quirúrgica.
Preparación para la cirugía
Antes de la operación, irá a la consulta de su cirujano. Hablará de su historial médico y revisará los medicamentos que está tomando. También le harán pruebas, como una radiografía de tórax, un electrocardiograma y análisis de sangre. Esto ayuda a su cirujano a planificar la intervención. También detecta cualquier problema que pueda afectar a la operación.
En los días previos a la intervención, el médico puede indicarle que deje de tomar ciertos suplementos y medicamentos, como el ibuprofeno. También le dirá cómo prepararse para la intervención. Para limpiar los intestinos, tendrá que evitar los alimentos sólidos el día antes de la operación. Los líquidos claros, como el caldo y el zumo de manzana, están bien. También deberá tomar un laxante.
La noche anterior y la mañana de la resección intestinal, se duchará con un lavado antiséptico. Esto puede ayudar a prevenir infecciones.
Riesgos
Como todas las cirugías, las resecciones intestinales conllevan ciertos riesgos o posibles complicaciones. Entre ellas se encuentran:
Infección: Su herida quirúrgica puede infectarse. También puede contraer una infección en los pulmones (neumonía) o en las vías urinarias.
Lesión: Durante el procedimiento, los intestinos, la vejiga o los vasos sanguíneos cercanos a los intestinos pueden resultar dañados.
Fuga: Si la resección no cicatriza correctamente o se infecta, el colon puede tener una fuga. Los médicos llaman a esto una fuga anastomótica. Puede provocar una hemorragia y una peligrosa infección. Llame a su médico inmediatamente si tiene algún síntoma, como dolor de estómago, fiebre o aceleración del ritmo cardíaco.
Hernia: Puede producirse como resultado del corte de la pared abdominal por parte del cirujano.
Tejido cicatricial: A medida que su intestino se cura, puede formarse tejido cicatricial. Con el tiempo, esto puede causar una obstrucción.
Recuperación
Después de la operación, permanecerá en el hospital entre 2 y 4 días. La medicación le ayudará a aliviar el dolor. La enfermera o el médico le explicarán cómo cuidar la herida. Si tiene un estoma, le mostrarán cómo cuidarlo.
Inmediatamente después de la intervención, podrá beber líquidos. Es posible que pueda comer alimentos sólidos al día siguiente. Su cirujano puede recomendarle una dieta baja en fibra durante un mes.
La recuperación de una operación laparoscópica es más rápida que la de una resección abierta. También tendrá menos dolor y cicatrices más pequeñas.
Al cabo de una o dos semanas, podrá retomar la mayor parte de su rutina normal, como caminar y trabajar. No intente levantar nada que pese más de 5 kilos ni hacer ejercicio intenso hasta que el médico le dé el visto bueno. La recuperación total suele durar unas 6 semanas.