¿Luchando contra la miseria de los síntomas del resfriado o la gripe? Estos 10 movimientos te ayudarán a encontrar alivio rápidamente.
10 maneras de sentirse mejor ahora
Te levantas con dolor de garganta. Luego vienen la tos, los estornudos y los mocos. No se puede negar... estás enfermo. Por desgracia, no hay una cura rápida para el resfriado común o la gripe. Pero puedes encontrar un alivio más rápido con estas medidas inteligentes.
Tómatelo con calma. Cuando estás enfermo, tu cuerpo trabaja duro para combatir la infección. Necesita más energía de la habitual. Haz del descanso tu máxima prioridad. Quédate en casa y no vayas al trabajo o a la escuela, y suspende tu rutina diaria hasta que te sientas mejor.
Acuéstate. Acurrucarse en el sofá ayuda, pero no te quedes hasta tarde viendo la televisión. Dormir poco debilita el sistema inmunitario y dificulta la lucha contra los gérmenes. Acuéstate temprano y haz siestas durante el día. ¿Los síntomas no te dejan dormir? Prueba a utilizar una almohada adicional para elevar la cabeza. Puede aliviar la presión de los senos nasales y ayudarte a respirar mejor.
Bebe. Beber mucho líquido diluye la mucosidad y elimina la congestión. También evita los dolores de cabeza y la fatiga que provoca la deshidratación. Ten a mano una botella de vidrio o reutilizable y rellénala con agua. Evita los refrescos con cafeína, el café y el alcohol, que pueden resecarte.
Haz gárgaras con agua salada. Es una buena forma de aliviar la garganta. El agua salada alivia la inflamación y afloja la mucosidad. Revuelve entre un cuarto y media cucharadita de sal en una taza de agua caliente hasta que se disuelva y haz gárgaras varias veces al día.
Toma una bebida caliente. Es reconfortante acurrucarse con una taza de té. Además, las investigaciones demuestran que el calor también puede aliviar los síntomas del resfriado, como el dolor de garganta y la fatiga. Prueba a tomar infusiones sin cafeína, agua con limón o caldo caliente.
Toma una cucharada de miel. Esta sustancia pegajosa puede recubrir la garganta y aliviar la tos. En un estudio, los niños que comieron media cucharada de miel a la hora de acostarse durmieron más profundamente y tosieron menos que los que recibieron un medicamento placebo. Mézclala con una taza de té descafeinado o agua con limón. Una advertencia: No hay que dar miel a los bebés menores de un año.
Dúchate con agua caliente. La inhalación de vapor puede humedecer la garganta y la nariz irritadas, además de aliviar la congestión. Aunque las investigaciones no son concluyentes en cuanto a la eficacia de este remedio, no está de más probarlo. El calor también puede ayudar a relajar los músculos doloridos.
Toma un remedio de venta libre. Puedes encontrar alivio con uno de estos medicamentos. Tómalos según las indicaciones y no se los des a niños menores de 6 años sin el consentimiento del pediatra.
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Analgésico para la fiebre y los dolores. Los médicos suelen recomendar el paracetamol. Sin embargo, si tomas otro medicamento para el resfriado, comprueba que no contenga este fármaco. Es un ingrediente habitual en muchos remedios de venta libre, pero tomar demasiado puede ser peligroso. Así que comprueba la etiqueta y pregunta al farmacéutico qué cantidad es segura para tomar de una vez.
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Pastillas para el dolor de garganta. Tienen hierbas y otros ingredientes que pueden calmar el escozor.
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Descongestionante para la congestión. Este medicamento encoge los vasos sanguíneos de la nariz para que las vías respiratorias puedan abrirse. Pero la forma líquida o en pastillas puede hacer que te sientas nervioso. El uso excesivo de aerosoles y gotas descongestionantes puede causar más congestión, así que no los use durante más de 3 días.
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Expectorante para diluir la mucosidad. Puede ayudar a aflojar parte de esa secreción espesa.
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Antihistamínico para secar el goteo nasal. Este medicamento bloquea la sustancia química del cuerpo que provoca los estornudos y el moqueo.
Tomar un descongestionante y un antihistamínico juntos puede ser más útil que tomar uno solo.
Utilizar un aerosol de agua salada o un chorro de agua. Los aerosoles de agua salada de venta libre humedecen las fosas nasales, lo que facilita sonarse la nariz. También puedes probar la irrigación nasal. Esto consiste en verter suavemente una solución salina en una fosa nasal y dejarla salir por la otra. Así se elimina la mucosidad seca y se puede respirar mejor. Puedes comprar enjuagues nasales o utilizar una jeringa de pera o una olla neti. Si lo haces tú mismo, prepara siempre la solución salina con agua destilada o hervida y enfriada.
Come sopa de pollo. Mamá tenía razón: Este alimento básico para los días de enfermedad puede hacer que te sientas mejor. Las investigaciones demuestran que la sopa de pollo puede calmar la inflamación del cuerpo. Esto puede aliviar algunos de tus síntomas, como los dolores y la congestión. Además, esta comida tiene líquido y calorías para dar energía a tu cuerpo.