¿Cómo elegir un remedio contra el resfriado y la gripe? El médico ofrece consejos para combatir los síntomas.
No hay una única forma correcta de tratar el resfriado o la gripe. Pero aquí hay algunas preguntas que puedes hacer a tu farmacéutico para conseguir el medicamento sin receta correcto para ti.
1. Debo tomar un descongestionante o un antihistamínico?
Esto depende de sus síntomas. Si tiene congestión nasal o sinusal, entonces un descongestionante puede ayudar. Si tienes secreción, ya sea por goteo nasal o postnasal, o picor de ojos, un antihistamínico podría funcionar.
Los antihistamínicos de venta libre pueden provocar somnolencia. Los descongestionantes pueden provocar hiperactividad o mantenerte despierto. Los antihistamínicos pueden espesar la mucosidad, lo que puede ser un problema para las personas con asma.
Ambos medicamentos pueden mezclarse mal con otros fármacos, como los que tratan las enfermedades cardíacas, y pueden empeorar algunas enfermedades, como la hipertensión arterial. Pregunte a su médico o farmacéutico cuál es el mejor para usted.
2. Es seguro tomar un descongestionante si tengo la presión arterial alta?
Este tipo de medicamento puede aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca, y elevar el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares.
La pseudoefedrina es el principal descongestionante por vía oral que existe. En general, si su presión arterial está bien controlada con medicamentos, un descongestionante no debería ser un problema siempre que vigile de cerca su presión arterial. Esto puede no ser cierto con ciertos tipos de medicamentos para la presión arterial, así que consulte con su médico o farmacéutico sobre lo que puede ser mejor para usted.
3. Con qué frecuencia debo utilizar el spray nasal?
Los descongestionantes nasales actúan rápidamente para abrir las vías respiratorias. Pero si los usa durante más de 3 días seguidos, puede acabar más congestionado que al principio.
Algunos médicos sugieren utilizar un spray salino en lugar de un spray medicado. Puede tardar más en hacer efecto, pero no tendrá problemas en el futuro.
4. Qué pasa con los medicamentos para la tos?
Una tos ocasional despeja la mugre de tus pulmones. Pero una que no cesa necesita tratamiento.
En la estantería encontrarás toneladas de medicamentos para la tos con un millón de combinaciones de descongestionantes, antihistamínicos, analgésicos/antipiréticos, antitusígenos y expectorantes. Pregunta a tu farmacéutico cuál es el más adecuado para ti, si es que hay alguno.
5. Qué debo tomar para la fiebre y los dolores?
La fiebre puede ser algo bueno. Pone en marcha tu sistema inmunitario y ayuda a tu cuerpo a combatir una infección quemando bacterias y virus.
Los médicos ya no sugieren que trates de bajarla, salvo en el caso de personas muy jóvenes o mayores y de quienes padecen ciertas afecciones médicas, como enfermedades cardíacas o pulmonares. Sin embargo, si te sientes incómodo, no pasa nada por tomar un medicamento antifebril.
Los jóvenes, incluidos los de 20 años, deben evitar la aspirina. Lo mejor son los medicamentos con paracetamol e ibuprofeno. Cada tipo tiene sus propios riesgos, así que habla con tu médico o farmacéutico sobre cuál es el mejor para ti.
Ten cuidado con las sobredosis. Estos fármacos se mezclan a menudo con remedios para la tos, el resfriado y la gripe. Lee las etiquetas y no tomes otro analgésico si tu medicamento para la tos o el resfriado lo incluye. Si no estás seguro de lo que contiene, habla con tu farmacéutico antes de tomarlo.
6. ¿Qué es lo mejor para mi dolor de garganta?
Bebe mucho líquido y utiliza una gárgara de agua salada para aliviarte. Para hacerlas, mezcla una taza de agua tibia y una cucharadita de sal. Algunos medicamentos que tomas por vía oral, como el paracetamol, las pastillas medicinales y las gárgaras, también pueden aliviar temporalmente el dolor de garganta.
Pide el visto bueno de tu médico antes de tomar cualquier cosa, incluso los medicamentos sin receta. No utilices pastillas o gárgaras durante más de unos días. Los fármacos podrían enmascarar los signos de la faringitis estreptocócica, una infección bacteriana que debe tratarse con antibióticos.