Desde sprays nasales hasta medicamentos para el resfriado, el doctor te muestra soluciones para la congestión, la tos y el dolor de garganta para que puedas descansar bien.
1/10
Haz funcionar un humidificador o vaporizador toda la noche para liberar humedad en el aire. El vapor puede aflojar la congestión y evitar que tu cabeza se reseque. Además de ayudarte a respirar mejor, el aire húmedo puede aliviar los tejidos irritados de la nariz y también el dolor de garganta. Asegúrate de limpiar y desinfectar el humidificador con regularidad para eliminar los gérmenes.
Dúchate antes de acostarte
2/10
Cuando estés resfriado, aprovecha los beneficios del vapor de una ducha caliente para facilitar la respiración. También puedes probar otras ideas: Abre la ducha y siéntate en el baño lleno de vapor con la puerta cerrada. Inclínate sobre un lavabo con agua caliente. O ponte una compresa caliente sobre los senos nasales.
Elige bien
3/10
Algunos medicamentos para el resfriado tratan muchos problemas a la vez, como la congestión, el goteo nasal, la tos, la fiebre y los dolores. Comprueba bien los ingredientes y elige el medicamento que más se ajuste a tus síntomas. Los descongestionantes pueden mantenerte despierto. Los antihistamínicos, en cambio, pueden provocar somnolencia. Si tu hijo es menor de 4 años, no le des medicamentos para el resfriado.
Prueba un spray descongestionante
4/10
Cuando no te entra aire en la nariz, este tipo de spray nasal puede ayudar a abrir los conductos nasales y aliviar la congestión. Pero ten cuidado: usar uno durante más de 3 días seguidos puede acabar empeorando las cosas.
Calmar el dolor de garganta
5/10
Para un alivio rápido, haz gárgaras con agua salada tibia antes de acostarte. También puedes probar pastillas de venta libre, sprays para la garganta y analgésicos. Informa a tu médico si tienes un fuerte dolor de garganta y fiebre durante más de dos días, sobre todo si no tienes los síntomas típicos del resfriado, como congestión y estornudos. Podría deberse a una infección por estreptococos.
Utilice tiras nasales
6/10
Algunas personas prueban estas tiras adhesivas para aliviar la congestión mientras duermen. Se colocan en el puente de la nariz para ayudar a estirar y abrir los conductos nasales. Las tiras no eliminan la mucosidad, pero pueden dejar más espacio para el flujo de aire.
Hacer un enjuague salino
7/10
Puedes usar esto una y otra vez para aflojar la mucosidad. Para hacer la solución, mezcle 1/4 de cucharadita de sal y 1/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio en 8 onzas de agua destilada tibia. (No utilices agua del grifo porque puede ser peligrosa.) Viértela en una botella con pulverizador, del tipo que puede entrar en tu nariz. También puede utilizar la mezcla con una olla neti para enjuagar sus senos paranasales.
Aliviar la tos con un bálsamo
8/10
Frota un bálsamo de mentol en el pecho y la garganta para calmar la tos que suele acompañar al resfriado. No te lo comas ni te lo pongas en la nariz. Y nunca lo uses en niños menores de 2 años.
Eleva la cabecera de tu cama
9/10
Puede que hayas oído que tus senos nasales drenarán más fácilmente si apoyas la cabeza sobre muchas almohadas. Los médicos dicen que esto no es una buena idea, porque dobla el cuello de una manera que puede dificultar la respiración. Así que, en su lugar, eleva la cabecera de la cama. Puedes poner libros grandes debajo de las patas del cabecero y asegurarlos. Esto crea una inclinación más suave y natural.
Dormir en horario
10/10
Un resfriado puede dificultar el cumplimiento de una hora fija para acostarse. Pero lo mejor es levantarse y acostarse a las mismas horas de siempre. Cumplir con un horario no sólo hace más fácil conciliar el sueño, sino que puede ayudar a combatir el siguiente resfriado. Un estudio sugiere que las personas que no duermen lo suficiente tienen tres veces más probabilidades de resfriarse que las que duermen 8 o más horas cada noche.