Causas sorprendentes del colesterol alto

Puede pensar que el colesterol alto está relacionado con los alimentos grasos y el tabaco. Pero hay otras causas que pueden sorprenderle: ciertos cafés, el embarazo e incluso algunos medicamentos. Descubre qué puede estar elevando tus niveles de LDL.

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El estrés crónico provoca una serie de problemas de salud, incluido el colesterol alto. Las investigaciones demuestran que aumenta el riesgo de tener el colesterol LDL (malo) alto y disminuye los niveles de colesterol HDL (bueno). Esto se debe a que las hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina, desencadenan cambios que pueden provocar un aumento del azúcar en sangre y de la inflamación. Con el tiempo, esto puede hacer que su hígado bombee más colesterol y grasas sanguíneas llamadas triglicéridos.

Café sin filtrar

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Ese hábito de la prensa francesa, el café turco o el espresso puede traer problemas a tu colesterol. Estos cafés no utilizan un filtro, por lo que los compuestos aceitosos de los granos, llamados diterpenos, se filtran en la taza. Estos aceites pueden aumentar el colesterol LDL. Aunque una o dos raciones al día están bien, los expertos recomiendan no tomar más de cuatro cafés sin filtro al día.

Medicamentos

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Algunos medicamentos pueden tener un efecto inesperado sobre su colesterol. Entre ellos se encuentran ciertas píldoras anticonceptivas, retinoides, corticosteroides, antivirales y anticonvulsivos. Algunos medicamentos para la hipertensión, como los diuréticos y las formas más antiguas de betabloqueantes, también pueden aumentar el colesterol. Hable con su médico sobre los medicamentos que toma. Es posible que necesite una dosis diferente u otro medicamento.

Problemas de tiroides

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El cuerpo utiliza las hormonas tiroideas para ayudar a eliminar el colesterol extra que no necesita. Por eso, cuando tienes una tiroides poco activa, o hipotiroidismo, tus niveles de colesterol total y LDL aumentan. Hable con su médico si tiene síntomas de hipotiroidismo, como fatiga, piel seca y debilidad y dolores musculares. Un análisis de sangre puede detectar esta enfermedad.

Diabetes de tipo 2

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La diabetes de tipo 2 puede causar un alto nivel de azúcar en la sangre. Cuando hay demasiado azúcar, ésta puede unirse a las proteínas, como las moléculas de colesterol. Esto hace que el colesterol sea más perjudicial. Por ejemplo, las personas con diabetes de tipo 2 tienden a tener más partículas LDL pequeñas y densas, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas. También tienen menos cantidades de colesterol HDL protector. Este colesterol puede no funcionar tan bien para barrer el colesterol malo.

Menopausia

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La hormona sexual estrógeno afecta a los niveles de colesterol. Cuando el estrógeno cae después de la menopausia, su colesterol aumenta. Las investigaciones demuestran que los niveles de LDL y colesterol total aumentan alrededor y después de la última menstruación. Para empeorar las cosas, las mujeres ganan una media de 2 a 3 kilos después de la menopausia. También dejan de hacer tanto ejercicio, lo que puede aumentar el riesgo de colesterol alto.

Sentarse mucho

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Ya sea en el escritorio o en el sofá, estar sentado durante horas es malo para la salud. Está relacionado con la obesidad, las enfermedades cardíacas y el colesterol alto. Cuando se está sentado demasiado tiempo, una enzima que convierte el colesterol LDL perjudicial en colesterol HDL bueno disminuye en un 95%. Para proteger su corazón, haga descansos frecuentes. Levántate al menos cada 30 minutos y, si puedes, da un paseo de 5 minutos cada hora.

Problemas de hígado

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El hígado produce, procesa y descompone el colesterol. Cuando el hígado no funciona correctamente, puede afectar a los niveles de colesterol. Una de las afecciones más comunes es la enfermedad del hígado graso no alcohólico (HGNA), que se produce cuando se almacena un exceso de grasa en el hígado. Afecta a casi 1 de cada 4 adultos. La forma más grave se conoce como EHNA (esteatohepatitis no alcohólica). Hace que el hígado se hinche y cicatrice, dando lugar a una cirrosis hepática.

Demasiado alcohol

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Además de procesar el colesterol, el hígado también descompone el alcohol. Por eso, cuando bebes demasiado, puede afectar a tu colesterol. Un estudio descubrió que los hombres que bebían en exceso -aproximadamente 4 copas y media o más de una vez- tenían peores niveles de colesterol, en comparación con los que no lo hacían. Y lo mismo ocurría con los que sólo bebían de vez en cuando. Si bebe, hágalo con moderación: no más de una bebida al día para las mujeres y dos para los hombres.

Embarazo

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Durante el embarazo, su cuerpo utiliza el colesterol para ayudar al feto a crecer y desarrollarse. Por eso tus niveles de colesterol pueden aumentar hasta un 50% en el segundo y tercer trimestre. Pueden permanecer elevados durante aproximadamente un mes después del parto. Este pico temporal no suele perjudicar ni a la madre ni al bebé. Pero si ya tienes el colesterol alto, tu médico querrá hacer un seguimiento de tus niveles.

Problemas renales

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El colesterol afecta al funcionamiento de los riñones. Las investigaciones demuestran que el colesterol alto puede perjudicar la función renal y aumentar el riesgo de padecer una enfermedad renal. Por otro lado, los problemas renales pueden aumentar los niveles de colesterol. Las investigaciones demuestran que el síndrome nefrótico, un tipo de trastorno renal, aumenta los niveles de colesterol LDL y total. La enfermedad renal crónica también reduce los niveles de HDL.

Una dieta alta en azúcares

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A menudo se culpa a las grasas saturadas como la principal causa dietética de las enfermedades cardíacas. Pero el exceso de azúcar también es un culpable. Una dieta rica en dulces hace que el hígado produzca más colesterol LDL y triglicéridos, y menos colesterol HDL. Un estudio reveló que las personas que obtenían el 10% o más de sus calorías de azúcares añadidos tenían hasta 3 veces más probabilidades de tener niveles bajos de HDL, en comparación con los que obtenían menos de la mitad de esa cantidad.

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