Colesterol alto y enfermedad renal

El colesterol alto está relacionado con las enfermedades renales. Descubra la relación y cómo controlar ambas enfermedades.

El colesterol alto puede acumularse en las arterias y aumentar el riesgo de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral. Resulta que el colesterol alto tampoco es bueno para los riñones.

La relación entre el colesterol y los problemas renales

Algunas de las primeras pistas que relacionan el colesterol alto con la enfermedad renal proceden de un estudio denominado Physicians Health Study. En él, los investigadores siguieron a unos 4.500 hombres sanos y recogieron muestras de su sangre durante más de 10 años.

Los investigadores analizaron el funcionamiento de los riñones de los hombres mediante una prueba de creatinina. Esta prueba muestra lo bien que los riñones eliminan los residuos de la sangre. También analizaron los niveles de colesterol.

Cuando analizaron conjuntamente la función renal y el colesterol, los investigadores descubrieron que el colesterol total alto y las lipoproteínas de baja densidad (LDL) altas, o colesterol malo, aparecían con más frecuencia en los hombres cuyos riñones no funcionaban tan bien.

Los hombres cuyos riñones no funcionaban tan bien también tenían niveles más bajos de lipoproteínas de alta densidad (HDL), o colesterol bueno. El colesterol HDL es bueno porque ayuda a evitar que el colesterol se acumule dentro de los vasos sanguíneos.

Otro estudio realizado en más de 15.000 hombres y mujeres durante 3 años también relacionó la enfermedad renal con los lípidos sanguíneos elevados. Los niveles más bajos de colesterol bueno HDL se asociaban a un mayor riesgo de enfermedad renal. Pero este estudio encontró una relación más fuerte entre los problemas renales y los triglicéridos altos, que es otro tipo de grasa en la sangre.

Los resultados sugieren que los niveles elevados de colesterol malo LDL o los niveles bajos de colesterol bueno HDL, en combinación con niveles elevados de otros lípidos sanguíneos poco saludables, aumentan la probabilidad de sufrir problemas renales. Las personas con colesterol alto tenían aproximadamente el doble de probabilidades de padecer una enfermedad renal crónica con el paso del tiempo.

Las personas con enfermedades renales tienen más riesgo de sufrir problemas cardíacos. Cuando los riñones no funcionan bien, también cambia la forma en que el cuerpo maneja el colesterol y otros lípidos. Por lo tanto, la enfermedad renal y el colesterol alto suelen ir juntos.

Cómo controlar el colesterol alto y la enfermedad renal

Los fármacos que reducen el colesterol pueden ayudar a disminuir el riesgo de infarto y accidente cerebrovascular. Pero, ¿se pueden tomar si se padece una enfermedad renal?

Los estudios demuestran que suele ser una buena idea tomar medicamentos para reducir el colesterol si se padece una enfermedad renal temprana. Para ello, los médicos suelen recetar unas estatinas. Los estudios sugieren que el tratamiento reduce el colesterol y ayuda a disminuir el riesgo de problemas cardíacos o accidentes cerebrovasculares.

No está tan claro si ayudan cuando la enfermedad renal está más avanzada. Las estatinas tampoco son recomendables si se necesita diálisis o se ha realizado un trasplante de riñón. Tampoco está claro si el tratamiento para reducir el colesterol puede ayudar a evitar que la enfermedad renal empeore.

Otra forma de reducir el colesterol con la enfermedad renal es comer bien y tomar otras medidas de estilo de vida saludable. Por ejemplo, un estudio demostró que una dieta rica en fibra reducía el colesterol en las personas con enfermedad renal.

Para reducir la grasa no saludable en su dieta, puede:

  • Limitar la carne roja y procesada.

  • Elija productos lácteos descremados, bajos en grasa o sin grasa en lugar de los enteros.

  • Evita los alimentos fritos.

  • Cocina con aceites saludables como el vegetal.

  • Coma muchas frutas, verduras, cereales integrales, aves de corral, pescado y frutos secos.

  • Evite los alimentos y bebidas llenos de sodio o endulzados con azúcar.

Otros factores del estilo de vida que pueden ayudar son:

  • Hacer ejercicio

  • No fumar

  • Perder el exceso de peso

Si tiene colesterol alto y enfermedad renal o cree que está en riesgo, hable con su médico sobre las medidas que puede tomar para ayudar a reducir esos riesgos.

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