El médico explica el trastorno del procesamiento sensorial, una enfermedad en la que el cerebro tiene problemas para recibir información de los sentidos. Las personas que lo padecen pueden ser demasiado sensibles a cosas de su entorno, como los sonidos.
Antiguamente se denominaba disfunción de integración sensorial, pero actualmente no se reconoce como un diagnóstico médico distinto.
Algunas personas con trastorno de procesamiento sensorial son hipersensibles a las cosas de su entorno. Los sonidos comunes pueden resultar dolorosos o abrumadores. El ligero roce de una camisa puede irritar la piel.
Otras personas con trastorno de procesamiento sensorial pueden:
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No tener coordinación
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Chocar con las cosas
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Ser incapaz de distinguir dónde están sus extremidades en el espacio
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Ser difícil de entablar una conversación o un juego
Los problemas de procesamiento sensorial suelen identificarse en los niños. Pero también pueden afectar a los adultos. Los problemas de procesamiento sensorial se ven comúnmente en condiciones de desarrollo como el trastorno del espectro autista.
El trastorno del procesamiento sensorial no está reconocido como un trastorno independiente. Pero muchos expertos creen que eso debería cambiar.
Síntomas del trastorno del procesamiento sensorial
El trastorno del procesamiento sensorial puede afectar a un sentido, como el oído, el tacto o el gusto. O puede afectar a varios sentidos. Y las personas pueden tener una respuesta excesiva o insuficiente a las cosas con las que tienen dificultades.
Al igual que muchas enfermedades, los síntomas del trastorno del procesamiento sensorial existen en un espectro.
En algunos niños, por ejemplo, el sonido de un soplador de hojas fuera de la ventana puede provocarles el vómito o que se metan debajo de la mesa. Pueden gritar cuando se les toca. Pueden retroceder ante las texturas de ciertos alimentos.
Pero otros parecen no responder a nada de lo que les rodea. Pueden no responder al calor o al frío extremos o incluso al dolor.
Muchos niños con trastorno de procesamiento sensorial empiezan siendo bebés inquietos que se vuelven ansiosos a medida que crecen. Estos niños no suelen manejar bien los cambios. Pueden tener frecuentes rabietas o crisis nerviosas.
Muchos niños tienen síntomas como éstos de vez en cuando. Pero los terapeutas consideran un diagnóstico de trastorno del procesamiento sensorial cuando los síntomas se vuelven lo suficientemente graves como para afectar al funcionamiento normal y perturbar la vida cotidiana... [Autocomprobación] ¿Tiene mi hijo síntomas de trastorno del procesamiento sensorial?
Causas del trastorno del procesamiento sensorial
No se ha identificado la causa exacta de los problemas de procesamiento sensorial. Pero un estudio de 2006 sobre gemelos descubrió que la hipersensibilidad a la luz y al sonido puede tener un fuerte componente genético.
Otros experimentos han demostrado que los niños con problemas de procesamiento sensorial tienen una actividad cerebral anormal cuando se exponen simultáneamente a la luz y al sonido.
Otros experimentos han demostrado que los niños con problemas de procesamiento sensorial siguen respondiendo con fuerza a un golpe en la mano o a un sonido fuerte, mientras que otros niños se acostumbran rápidamente a las sensaciones.
Tratamiento del trastorno de procesamiento sensorial
Muchas familias con un niño afectado encuentran que es difícil conseguir ayuda. Eso es porque el trastorno de procesamiento sensorial no es un diagnóstico médico reconocido en este momento.
A pesar de la falta de criterios de diagnóstico ampliamente aceptados, los terapeutas ocupacionales suelen ver y tratar a niños y adultos con problemas de procesamiento sensorial.
El tratamiento depende de las necesidades individuales del niño. Pero, en general, consiste en ayudar a los niños a realizar mejor las actividades que normalmente no se les dan bien y a acostumbrarse a las cosas que no toleran.
El tratamiento de los problemas de procesamiento sensorial se denomina integración sensorial. El objetivo de la integración sensorial es desafiar al niño de forma divertida y lúdica para que aprenda a responder adecuadamente y funcione con mayor normalidad.
Un tipo de terapia se denomina modelo de Desarrollo, Diferencias Individuales y Relaciones (DIR). Esta terapia fue desarrollada por el doctor Stanley Greenspan y la doctora Serena Wieder.
Una parte importante de esta terapia es el método "floor-time". El método implica múltiples sesiones de juego con el niño y los padres. Las sesiones de juego duran unos 20 minutos.
Durante las sesiones, primero se pide a los padres que sigan el ejemplo del niño, incluso si el comportamiento durante el juego no es típico. Por ejemplo, si el niño se frota una y otra vez en el mismo lugar del suelo, el padre hace lo mismo. Estas acciones permiten al progenitor "entrar" en el mundo del niño.
A esto le sigue una segunda fase, en la que los padres utilizan las sesiones de juego para crear retos para el niño. Los retos ayudan a atraer al niño a lo que Greenspan llama un mundo "compartido" con el padre. Y los retos crean oportunidades para que el niño domine habilidades importantes en áreas como:
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Relacionar
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Comunicando
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Pensar
Las sesiones se adaptan a las necesidades del niño. Por ejemplo, si el niño tiende a reaccionar poco al tacto y al sonido, los padres deben ser muy enérgicos durante la segunda fase de las sesiones de juego. Si el niño tiende a reaccionar de forma exagerada al tacto y al sonido, los padres tendrán que ser más tranquilos.
Estas interacciones ayudarán al niño a avanzar y, según los terapeutas del DIR, también le ayudarán con los problemas sensoriales.