Cómo evitar los alérgenos, encontrar los desencadenantes ocultos y dar a su hijo una nutrición adecuada.
Controlar la alergia alimentaria de un niño parece sencillo: Sólo hay que evitar el alimento desencadenante. Como cualquier padre sabe, eso puede ser un reto. Saber cómo prevenir y manejar una reacción grave puede ayudarles a ambos a sentirse más seguros.
Alergias alimentarias comunes en los niños
Una reacción alérgica se produce cuando el sistema inmunitario del organismo piensa que algo de un alimento (normalmente una proteína) es perjudicial. Los niños son más propensos a ser alérgicos a los cacahuetes y a la leche de vaca. Pero también pueden ser alérgicos a:
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Huevos
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Pescado
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Marisco
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Nueces de árbol
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Trigo
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Soja
Las alergias a los cacahuetes, los frutos secos, el pescado y el marisco suelen ser las más graves y duran toda la vida. Su hijo puede superar otras alergias alimentarias.
Síntomas de la alergia alimentaria grave
Es probable que su hijo tenga una reacción entre unos minutos y una hora después de comer un alimento problemático. Los síntomas de una alergia leve incluyen:
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Urticaria
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Erupción cutánea
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Náuseas o vómitos
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Diarrea
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Dolor de estómago
Los síntomas de una alergia grave pueden incluir los mencionados anteriormente, así como:
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Hinchazón de los labios, la lengua o la garganta
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Dificultad para tragar o respirar debido a la hinchazón de la garganta
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Dificultad para respirar o sibilancias
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Descenso de la presión arterial, que provoca mareos y vértigo
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Pérdida de la conciencia
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Dolor en el pecho
La reacción más peligrosa, la anafilaxia, es una emergencia médica. Cuando ocurre, la garganta se hincha, impidiendo respirar o tragar. El ritmo cardíaco se eleva al tiempo que la presión arterial desciende. Si no se trata, la anafilaxia puede ser mortal.
Esté preparado para una reacción grave
El médico de su hijo puede crear un plan de atención de emergencia para alergias alimentarias y anafilaxia. Esto ayuda a que todas las personas en la vida de tu hijo sepan cómo detectar una reacción y qué hacer.
Es probable que el médico le recete un autoinyector de epinefrina. Aprenda a utilizarlo y lleve dos dosis con su hijo en todo momento. Utiliza el inyector a la primera señal de reacción, aunque ésta no parezca estar relacionada con la alergia. No puede perjudicarle y podría salvarle la vida. Si sospecha de anafilaxia, llame al 911.
Consiga que su hijo lleve una pulsera o un collar de identificación médica.
Evite las amenazas ocultas
La mejor manera de prevenir una reacción es evitar los alimentos problemáticos. Pero los desencadenantes de la alergia pueden esconderse en los alimentos envasados. Para estar seguro:
Lee la etiqueta.
Incluso las cantidades mínimas pueden ser perjudiciales. Leer las etiquetas de los alimentos es una de las cosas más importantes que puedes hacer para mantener a tu hijo a salvo", dice Lynda Mitchell, vicepresidenta de la Fundación Americana de Asma y Alergia y fundadora de su división Kids With Food Allergies.
Por ley, las etiquetas deben indicar claramente si un producto contiene un desencadenante de alergia común. A veces, el alimento aparece entre paréntesis después del ingrediente, por ejemplo, "suero (leche)". Otras veces, se puede encontrar en una declaración separada. Por ejemplo: "Contiene: trigo, leche, soja".
Evita el contacto cruzado.
Los alimentos inseguros o las partículas de alimentos pueden tocar un alimento seguro en las cocinas o plantas de procesamiento. El polvo de los cacahuetes puede llegar a las barras de caramelo sin nueces si el fabricante de caramelos no tiene cuidado. Las etiquetas de los alimentos no tienen que indicar si el artículo se ha procesado cerca o con el mismo equipo que un alérgeno común.
"En casa, el ejemplo clásico de contacto cruzado es usar el cuchillo de la mantequilla de cacahuete en el tarro de mermelada", dice Mitchell. Las encimeras y las manos también propagan los alérgenos. Mantenga la cocina limpia y lávese las manos con agua y jabón, no con desinfectante.
El contacto cruzado puede producirse en la escuela, en los puestos de comida, en los campamentos de verano o en los restaurantes. Es especialmente común en los restaurantes que sirven mariscos o frutos secos, dice el doctor Thomas Prescott Atkinson. La mayoría de las reacciones alérgicas se producen fuera de casa.
Colabora con el colegio o el campamento de verano de tu hijo para asegurarte de que no está expuesto a alimentos poco seguros. Cuando coma fuera, pida hablar con el gerente del restaurante sobre sus métodos de cocina y limpieza. Colabora con el colegio o el campamento de verano de tu hijo para que esté seguro. Cuando coma fuera, pregunte por los métodos de cocina y limpieza del restaurante. "Hable con el gerente, no con el camarero", sugiere Mitchell.
Enseñe también a su hijo a hacer preguntas. A medida que crezca, podrá hacerse cargo de su propia seguridad.
Ayude a su hijo a comer sano
Eliminar los alimentos problemáticos puede crear otros problemas, como una mala nutrición. Habla con el médico especialista en alergias de tu hijo antes de eliminar alimentos saludables de su dieta. Por ejemplo, la leche, el alérgeno alimentario más común en la infancia, ayuda a tu hijo a crecer. "Un alergólogo puede darte una lista de alimentos alternativos, como la leche de soja, el zumo de naranja con calcio o los suplementos de vitamina D", dice Atkinson.
El médico o un nutricionista pueden ayudarte a encontrar la mejor manera de proporcionarle los nutrientes que necesita. Algunos niños pueden necesitar vitaminas o suplementos especiales.
Una alergia alimentaria grave afecta a toda la familia. Pero no tiene por qué hacer que la vida de nadie sea menos plena y activa. "Tu estilo de vida despreocupado y sin preocupaciones tendrá que cambiar", dice Mitchell, "pero una vez que aprendes a manejarlo, la vida empieza a normalizarse de nuevo".