Trastornos digestivos graves: Cómo ayudar a su hijo a obtener la nutrición que necesita

Cuando su hijo tiene un trastorno digestivo, puede ser difícil asegurarse de que está recibiendo una buena nutrición. Obtenga detalles sobre cuánto debe comer su hijo, si necesita o no suplementos, cómo manejar los contratiempos.

Conseguir que cualquier niño coma alimentos saludables es un reto. Cuando tu hijo tiene un trastorno digestivo grave o un problema gastrointestinal (GI), puede parecer una Misión: Imposible. Pero no tiene que hacerlo solo. He aquí cómo ayudar a su hijo o adolescente a obtener la nutrición que necesita para crecer y desarrollarse.

Colabora con el equipo médico de tu hijo

Cada tipo de trastorno digestivo crea un conjunto único de necesidades dietéticas. Una vez que se diagnostica a su hijo, es probable que un equipo de personas C médicos, enfermeras, un nutricionista, y otros C descubra si recibe suficientes calorías o ciertos nutrientes de los alimentos. Trabajarán juntos para crear un plan de tratamiento centrado en una buena nutrición. Puede incluir:

  • Una dieta especial

  • Suplementos

  • Medicamentos

  • Alimentación por vía intravenosa o por una sonda de alimentación colocada en su cuerpo

Cada miembro del equipo desempeña un papel diferente. "Es importante formar primero una buena alianza con el médico de atención primaria", dice el doctor Vincent Mukkada. Este médico puede ser el "quarterback del equipo", dice Mukkada. "Es muy importante tener una persona de atención primaria que pueda tomar toda esa información y sintetizarla".

Uno de los miembros del equipo hará un seguimiento del desarrollo de su hijo en una tabla de crecimiento. Si su crecimiento o su peso disminuyen mucho, puede ser motivo de preocupación, dice la dietista Julia Driggers, RD. En ese caso, el médico de tu hijo puede modificar su plan de tratamiento.

Dale a tu hijo la nutrición adecuada

Si tu hijo tiene problemas para ganar peso, el objetivo, según Mukkada, es "no aportar más nutrientes, sino los adecuados". El truco no es sólo aportar calorías, vitaminas y minerales. También es asegurarse de que recibe los macronutrientes C que necesita en grandes cantidades, especialmente las proteínas.

Estos consejos también pueden ayudar a mantener el peso y el crecimiento de tu hijo:

  • Cumplir con el plan de tratamiento.

    El tratamiento ayudará a su hijo a comer mejor. Toma a los niños a los que se les diagnostica la enfermedad de Crohn, dice el doctor Asim Maqbool. "Llegarán sin sentirse bien, sin comer bien, y en cuanto empiecen a recibir la medicación para tratar el diagnóstico subyacente, verás que son capaces de comer más y pueden ganar peso".

  • Elige un dietista o nutricionista especializado en niños.

    Una cosa es decirle a un adulto lo que debe comer. Otra cosa es decírselo a un niño melindroso de 4 años, dice Mukkada.

  • Pregunte qué suplementos necesita su hijo.

    Diferentes problemas digestivos pueden causar diferentes lagunas en la nutrición de su hijo. Por ejemplo, si su hijo tiene diarrea crónica, puede necesitar más zinc. O si su enfermedad provoca pérdidas de sangre, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, puede necesitar más hierro.

  • Huye de las calorías vacías.

    Las patatas fritas saben muy bien, pero la comida basura no es la forma de ayudar a tu hijo a ganar peso. Las grasas saludables, como el aguacate y el aceite de oliva, le vendrán mejor. Un polvo de carbohidratos o proteínas o una bebida complementaria también pueden ayudar. Pregunta al nutricionista o al médico qué es lo más adecuado para tu hijo.

  • Suprima el azúcar añadido.

    El azúcar es otra fuente fácil de calorías, pero el azúcar no es nutritivo. Y un exceso de azúcar, sobre todo en los zumos de frutas, puede provocar diarrea, especialmente en los niños pequeños.

  • Factor en la fibra.

    El médico de su hijo puede aconsejarle que le ofrezca una dieta baja en fibra, especialmente cuando su enfermedad se recrudece. "Esto no está pensado para toda la vida", dice Maqbool. Lo más probable es que su hijo necesite fibra cuando su enfermedad no esté en fase de brote. Para saber cuánto necesita, sume 5 a la edad de su hijo, dice Driggers. Ese es el número de gramos de fibra que debe tomar al día. Pregunta a su médico o nutricionista qué tipos de fibra son los mejores.

  • Mantener la hora de las comidas estructurada.

    Puede ayudar a su hijo a hacer comidas más pequeñas y frecuentes en lugar de tres grandes. Asegúrese de que algunas comidas sean eventos familiares, para que comer sea más divertido. Establezca horarios para las comidas e intente hacer hincapié en que la familia coma junta, para que sea un acontecimiento tanto nutricional como social, dice Mukkada.

Una de las mejores cosas que puedes hacer por tu hijo es no convertir el crecimiento en un gran problema para él. Evita comparar su crecimiento con el de otros niños de su clase. Lo importante es que su altura y su peso estén dentro de lo normal, y que siga creciendo.

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