La respiración bucal en los bebés: Causas, síntomas y tratamiento

Descubra lo que necesita saber sobre la respiración bucal en los bebés. Descubra las causas, los signos y síntomas, las posibles complicaciones de salud y el tratamiento.

Los bebés pequeños no desarrollan el reflejo de respirar por la boca hasta los 3 ó 4 meses de edad. Los estudios demuestran que la respiración bucal mientras el bebé duerme puede deberse a alguna obstrucción en las vías respiratorias superiores, incluidas la garganta y la nariz. La obstrucción puede deberse a una nariz tapada, a una reacción alérgica o a una afección más compleja, lo que provoca la respiración bucal...

La respiración bucal puede tener consecuencias para la salud a largo plazo si no se trata. En muchos casos, es un síntoma que indica una restricción de las vías respiratorias. Tu bebé recurrirá a la respiración bucal como una adaptación para ayudarle a obtener suficiente oxígeno.

Causas de la respiración bucal en los bebés

Es más probable que notes la respiración bucal en tu hijo mientras duerme. En otros casos, puede ser un hábito habitual incluso cuando está despierto. Independientemente de cuándo se produzca, la respiración bucal es un riesgo para los cerebros jóvenes y en desarrollo.

La razón principal por la que se produce la respiración bucal tiene que ver con la mandíbula. Lo ideal es que la mandíbula del niño tenga forma de U y sea ancha. Sin embargo, hoy en día es habitual que las mandíbulas sean más pequeñas, lo que provoca un apiñamiento de los dientes y sonrisas torcidas. También se producen sobremordidas con la boca floja y mordidas que parecen estar fuera de posición. El resultado son mandíbulas en forma de V que provocan un paladar alto y estrecho. Tales mandíbulas también conducen a la obstrucción de los conductos nasales, lo que puede llevar a:

  • Apnea del sueño. Si tu hijo ronca mientras duerme, no es porque los ronquidos sean normales. La apnea del sueño significa que las vías respiratorias superiores de tu bebé están bloqueadas de alguna manera. Esto puede deberse a las adenoides o al agrandamiento de las amígdalas. Otros síntomas que acompañan a los ronquidos son: tos, pausas en la respiración, ahogo e inquietud.

  • Mucosidad. Cuando tu hijo tiene la nariz tapada o bloqueada con mucosidad, puede respirar por la boca por necesidad.

  • Problemas anatómicos. Uno de los problemas anatómicos más comunes que conducen a la respiración bucal es un tabique significativamente desviado. Esto significa que el cartílago y el hueso que separan las fosas nasales de tu bebé están en posiciones anormales. El resultado son dificultades respiratorias que hacen que tu hijo respire por la boca...

Su hijo también corre el riesgo de respirar por la boca si:

  • Dejan de ser amamantados antes de los tres meses. Hay muchos casos en los que los bebés dejan de ser amamantados antes de tiempo o se autodestetan. Sin embargo, incluso una sola toma al día puede ayudar a tu hijo a reducir el riesgo de respirar regularmente por la boca. La lactancia materna favorece la respiración nasal y hace que los músculos de la boca y la lengua del niño se activen. La presión sobre el paladar del niño también favorece el crecimiento óseo de la mandíbula, haciendo que se ensanche. Esto hace que las vías respiratorias estén más abiertas.

  • Tienen un frenillo lingual. Si el frenillo lingual de tu hijo está tenso, tendrá problemas para agarrarse y amamantar correctamente. A largo plazo, esto también puede provocar problemas para comer, tragar y hablar en algunos casos. El frenillo lingual también impide el desarrollo orofacial, lo que puede provocar una obstrucción parcial de las vías respiratorias por la noche.

  • Chuparse el dedo y el uso prolongado de chupetes. La presión que tu hijo ejerce sobre el paladar al chuparse el dedo o el chupete obliga a la mandíbula a permanecer estrecha.

  • Amígdalas agrandadas. Las amígdalas inflamadas e hinchadas pueden bloquear parcialmente las vías respiratorias. Esto hará que tu hijo respire por la boca al dormir.

  • Alergias. Las alergias no diagnosticadas pueden crear dificultades respiratorias a tu hijo, haciendo que respire por la boca.

Señales de que tu hijo respira por la boca

Cuando su hijo respira repetidamente por la boca mientras duerme, es una señal de que tiene esta condición. Otros signos adicionales son:

  • Roncar fuertemente

  • Respiración bucal cuando se está despierto

  • Rechinar los dientes mientras se duerme

  • Resoplar cuando lloran

  • Respiración silenciosa

  • Tener problemas de concentración o de comportamiento en la escuela

Complicaciones para la salud de la respiración bucal

Todo el mundo debería respirar por la nariz para gozar de buena salud. Al pasar el aire por la vía nasal, se filtra para eliminar las toxinas. Además, llega a los pulmones a una presión óptima, factor que ayuda a la extracción de oxígeno y a la liberación de ácido nítrico para una correcta circulación...

Cuando su hijo respira por la boca, se filtran menos toxinas, lo que puede inhibir la circulación. Esto afecta a la transferencia de oxígeno por todo el cuerpo, lo que repercute en el bienestar de su hijo al provocar:

  • Problemas de salud bucal como la sequedad de boca, que reduce la saliva y hace que las bacterias permanezcan más tiempo en los dientes. Esto aumenta el riesgo de gingivitis y caries.

  • Problemas de salud generales como la hipertensión, los trastornos del sueño y las alergias.

  • Problemas de ortodoncia debido a un mal desarrollo de la mandíbula, lo que provoca el apiñamiento de los dientes

  • Desarrollo facial deficiente

  • Problemas de habla por el empuje hacia delante de la lengua

  • Trastornos del sueño como la apnea y los ronquidos.

Cómo tratar la respiración bucal

Si notas síntomas de respiración bucal en tu hijo, pide cita con su odontopediatra. Le remitirá a otro profesional para un diagnóstico y tratamiento adecuados. Las opciones incluyen:

  • Reentrenamiento de la respiración y postura correcta de la lengua para enseñar al niño a respirar por la nariz

  • Manejo de alergias, succión del pulgar e infecciones

  • Tratamiento de ortodoncia que implica la colocación de aparatos para guiar el movimiento de la mandíbula y los dientes

  • Cirugía para eliminar la obstrucción física como las adenoides, el tabique desviado, la lengua atada o las amígdalas agrandadas

Hot