La micrognatia es una afección en la que la mandíbula es demasiado pequeña. Conozca cómo se diagnostica y se trata la micrognatia.
Causas de la micrognatia
La micrognatia puede formar parte de un trastorno genético o puede ocurrir por una mutación aleatoria. A veces la causa sigue siendo desconocida.
Cuando un bebé está en el útero, la mandíbula se desarrolla a través de un complejo proceso. Varios elementos deben crecer por separado y luego fusionarse. La complejidad del proceso puede hacer más probable que algo salga mal.
Diagnóstico de la micrognatia en el útero
A veces los médicos detectan la micrognatia antes de que nazca el bebé. Pueden ver la mandíbula con una ecografía ya a las 10 semanas si la cabeza del bebé está en la posición correcta. La ecografía tridimensional puede mostrar la mandíbula con mayor claridad.
Los bebés se diagnostican con micrognatia en el útero utilizando dos métodos. Los médicos pueden emitir un juicio subjetivo basado en el aspecto de las ecografías, o pueden intentar medir la mandíbula utilizando las imágenes de las ecografías.
Cuando los médicos diagnostican una micrognatia en el útero, la principal preocupación es saber si la micrognatia forma parte de una afección genética mayor. Las pruebas adicionales, que pueden incluir pruebas genéticas, pueden responder a esta pregunta. Con un diagnóstico preciso, el equipo sanitario puede ofrecer a los padres asesoramiento prenatal y organizar una mejor atención postnatal para el bebé.
Diagnóstico de la micrognatia después del nacimiento
La micrognatia se diagnostica con más frecuencia después del nacimiento del bebé, normalmente por un especialista craneofacial, un médico especializado en la cara y la cabeza. El médico buscará otras anomalías que a veces aparecen con la micrognatia.
Aunque la micrognatia suele estar presente al nacer, puede aparecer más tarde. Además del aspecto de la mandíbula, los padres y los profesionales de la salud deben estar atentos a las dificultades de alimentación y a los problemas respiratorios, como la respiración ruidosa y las pausas en la respiración. La micrognatia también puede ir acompañada de dificultades para succionar y tragar, lo que a veces provoca un lento aumento de peso.
Las pruebas de diagnóstico suelen incluir radiografías o TAC. Un estudio del sueño puede medir la función cardíaca, la respiración y la función cerebral. También puede comprobar los niveles de oxígeno. ?
Tratamiento de la micrognatia
A veces, una mandíbula demasiado pequeña mejora por sí misma, por lo que el seguimiento de la evolución del niño puede ser una forma de tratamiento. Si la micrognatia se corrige sola, suele ocurrir cuando el niño tiene entre 6 y 18 meses. Otros tratamientos pueden ser quirúrgicos o no quirúrgicos. Su objetivo es evitar que la lengua bloquee las vías respiratorias y garantizar un suministro de aire adecuado.
Tratamientos no quirúrgicos
Los médicos pueden prescribir diferentes posiciones para dormir con el fin de mantener abiertas las vías respiratorias del bebé. Un dispositivo llamado tubo nasofaríngeo puede servir para el mismo propósito. Se introduce en una fosa nasal y, a través de la boca, en la garganta.
Puede que sepas que algunos roncadores utilizan unos dispositivos llamados CPAP, que significan presión positiva continua en las vías respiratorias. Los niños con micrognatia pueden utilizar máquinas similares para mejorar su suministro de aire. ?
Tratamientos quirúrgicos
Existen tres procedimientos quirúrgicos principales para los niños con micrognatia:
Adhesión lingual. Esta cirugía fija la lengua de forma diferente a la mandíbula inferior para que no pueda obstruir la respiración. ?
Osteogénesis de distracción mandibular (MDO). Un cirujano realiza cortes en el maxilar inferior a ambos lados. Inserta dispositivos que separan los huecos, promoviendo el crecimiento óseo en el espacio. Esta cirugía conlleva algunos riesgos, como infección y daños en los nervios, pero puede mejorar las vías respiratorias en cuestión de semanas.
Traqueotomía. En este procedimiento, los médicos hacen un agujero en el cuello e introducen un tubo en la tráquea para crear una vía aérea. Las traqueostomías requieren una atención cuidadosa y a veces una aspiración frecuente. Una de las razones para realizar una MDO es que puede permitir que los niños con micrognatia no tengan que someterse a una traqueotomía.
Síndromes asociados a la micrognatia
Hay varios síndromes que tienen la micrognatia como síntoma, entre ellos:?
Secuencia de Pierre Robin. Esta condición se llama secuencia porque la secuencia de desarrollo en el útero se interrumpe. La mandíbula de tamaño insuficiente empuja la lengua hacia atrás y puede impedir que el paladar se cierre, creando un paladar hendido. Pierre Robin es una de las afecciones más comunes asociadas a la micrognatia, ya que se produce una de cada 8.500 nacimientos. Puede ser leve o más grave.
Síndrome de Treacher Collins. Este síndrome hace que la mitad inferior de la cabeza esté poco desarrollada, incluyendo la mandíbula, el paladar, los pómulos y la boca. Los ojos y las orejas pueden verse afectados. Algunos casos son graves. Otros son tan leves que el niño nunca es diagnosticado. El Treacher Collins puede darse con una frecuencia de una vez por cada 10.000 niños, o puede ser más raro. Los casos no diagnosticados hacen que sea difícil saberlo.
Síndrome de Stickler. Los niños con síndrome de Stickler tienen un colágeno anormal, que es la proteína fibrosa que conecta y sostiene los tejidos del cuerpo. Suelen tener problemas en los rasgos faciales, los ojos, las orejas y las articulaciones. Pueden tener una larga lista de síntomas o sólo uno o dos. El síndrome de Stickler puede darse hasta una vez por cada 7.500 personas, pero muchos casos no se diagnostican.
Microsomía hemifacial. En esta afección, un lado de la cara está subdesarrollado. La microsomía hemifacial es el defecto facial de nacimiento más común, a excepción del labio y el paladar hendido. Ocurre aproximadamente una vez cada 4.000 nacimientos. Recibe otros nombres, como microsomía craneofacial.
Si cree que usted o su hijo pueden tener micrognatia, hable con su médico para que le haga un diagnóstico y le explique qué opciones de tratamiento son las mejores para usted.