Imágenes de niños: 8 cosas asquerosas que hacen los niños

Tus hijos tienen hábitos que te dan asco? doctor mira algunas de las cosas asquerosas que los niños hacen comúnmente.

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La infancia y los mocos parecen ir de la mano. En cualquier habitación llena de niños, es muy probable que veas al menos a uno escarbando en busca de oro. ¿Y aún más asqueroso? A menudo limpian el tesoro que encuentran en la superficie más cercana, o se lo comen. El hurgar puede provocar una hemorragia nasal, así que trabaja con tu hijo para que abandone el hábito.

Lamer cosas sucias

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Cómo es que los niños pueden encontrar el lugar más mugriento de cualquier zona y luego poner su boca justo en él? El poste en medio del vagón de metro, el pomo de la puerta del baño público, el asa del carro de la compra... los niños los lamen todos. Eso no es bueno porque las bacterias y los virus pueden vivir en las superficies durante varias horas. Pero no los bañes todavía en desinfectante de manos: es más probable que se contagien de gérmenes por el contacto de persona a persona.

Poner las manos en los pantalones

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Hecho: los niños no siempre se limpian bien después de ir al baño. Y los culos sucios pueden picar. Asegúrate de que tu pequeño cagón sabe cómo limpiarse después de ir al baño y de que se lava las manos con agua caliente y jabón. Si no puede dejar de rascarse, quizá sea el momento de echarle un vistazo entre las mejillas: podría ser un signo de oxiuros.

Utiliza su manguito como un pañuelo

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Si hay que elegir entre un pañuelo de papel o la ropa a la hora de controlar los mocos, los niños se decantan casi siempre por el brazo. (A veces se decantan por tu manga). La ropa con costra es sin duda asquerosa, pero es mejor que se limpien los mocos ahí que en las manos. Ayuda a frenar la propagación de los gérmenes.

Orinar en la piscina

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Hace falta mucha fuerza de voluntad para que un niño que chapotea en la zona poco profunda salga del agua para ir al baño. Por si el asco no fuera suficiente, la mezcla de cloro y orina puede formar sustancias químicas que irritan los ojos y dañan las piezas metálicas de la piscina. Dile a tus hijos que se dirijan a tierra firme cuando sea la hora de hacer sus necesidades.

Mordisquear todo

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Pelo, lápices, cuellos de camisa, uñas, llaves, juguetes para perros... los niños roen casi cualquier cosa. A menudo, ni siquiera se dan cuenta de que lo hacen. Por muy desagradable que sea, un hábito como éste es una parte normal del desarrollo y pronto pasará. Déjese guiar por el sentido común: si va a un lugar que no está limpio, manténgalo alejado de ellos tanto como pueda.

Picar las costras

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La infancia está llena de rodillas raspadas, lo que significa que también está llena de costras. Y parece que los niños no pueden dejar en paz esas costras. Se escarban y hurgan en ellas hasta que, al poco tiempo, vuelven a sangrar. Pero las costras son las vendas naturales del cuerpo. Por eso, si tu hijo se las quita demasiado pronto, es más probable que se infecte.

Pasar los gases

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Es difícil encontrar un niño que no piense que un pedo es divertido. Y cuanto peor huela, más reacción tendrán. Pero si tu pequeño príncipe no puede dejar de soltar gases, revisa su dieta. Las legumbres, los fritos o los lácteos podrían ser los culpables.

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