Descubra los increíbles avances en materia de salud que esta línea celular inmortal ha permitido conseguir.
Tu cuerpo está hecho de células, trillones de ellas. Las células son los componentes básicos de las personas y de todos los demás seres vivos. Los investigadores las estudian para saber más sobre la salud y las enfermedades. Pero la mayoría de las células mueren o hacen copias limitadas de sí mismas después de ser extraídas del cuerpo por un médico o un científico.
Las células HeLa fueron las primeras células humanas que los investigadores pudieron cultivar y multiplicar sin cesar en el laboratorio. Esto permitió a los investigadores de todo el mundo disponer de un suministro constante de las mismas células para realizar pruebas.
Desde su descubrimiento en la década de 1950, los experimentos con células HeLa han desempeñado un papel en el desarrollo de avances como las vacunas contra la polio y COVID-19, los tratamientos contra el cáncer, el VIH, el SIDA y mucho más. Se han utilizado unos 55 millones de toneladas de estas células en más de 75.000 estudios científicos en todo el mundo.
A quién dan nombre las células HeLa?
Las células HeLa reciben su nombre de la persona a la que pertenecieron: Henrietta Lacks, una mujer negra y madre de cinco hijos que en 1951 fue diagnosticada de cáncer de cuello de útero en el Hospital Johns Hopkins.
Mientras Lacks recibía tratamiento en el hospital, un médico llamado George Gey recogió y estudió una muestra de biopsia de sus células cancerosas sin su conocimiento y consentimiento. También lo hizo con muestras de otras pacientes con cáncer de cuello de útero del hospital. Hoy en día, los centros médicos de renombre (incluido el Johns Hopkins) piden al paciente su pleno consentimiento antes de utilizar sus células u otros tejidos para la investigación.
Henrietta Lacks falleció en octubre de 1951 a los 31 años. Pero el médico que estudió sus células cancerosas descubrió que podían multiplicarse continuamente en el laboratorio, a diferencia de las células de otros pacientes, que morían rápidamente. Esto llevó a los científicos a llamar a las células HeLa la primera línea inmortal de células humanas.
Cómo han avanzado las células HeLa en la investigación sanitaria?
Científicos de todo el mundo han utilizado las células HeLa para impulsar diferentes áreas de la medicina:
Vacunas. A principios de la década de 1950, los científicos aprendieron que podían cultivar grandes cantidades del virus que causa la enfermedad de la polio en células HeLa. Esto les permitió comprender mejor cómo el virus infectaba las células y causaba la enfermedad. Ayudó a allanar el camino para el desarrollo de la vacuna contra la polio, que estuvo disponible en los Estados Unidos en 1955.
Décadas más tarde, las células HeLa se utilizaron en la investigación de las vacunas COVID-19, aunque no hay muchos detalles sobre el papel que desempeñaron...
Cáncer. En 1985, los científicos utilizaron células HeLa para descubrir que el VPH (virus del papiloma humano), la enfermedad de transmisión sexual más común, puede causar cáncer de cuello de útero. El investigador principal del trabajo acabó ganando un premio Nobel por el descubrimiento, que sentó las bases para el desarrollo de la vacuna contra el VPH.
Las células HeLa también han ayudado a los científicos a desarrollar tratamientos contra el cáncer. A mediados de la década de 1980, los investigadores frenaron el crecimiento de las células HeLa (que son cancerosas) con el fármaco camptotecina. El hallazgo apoyó futuras investigaciones que confirmaron que el fármaco limita el crecimiento incontrolado en otros tipos de células cancerosas. La FDA aprobó posteriormente la camptotecina para tratar ciertos tipos de cáncer de ovario, pulmón y cuello de útero.
En 2010, los investigadores utilizaron células HeLa para explicar cómo la talidomida -un fármaco utilizado en su día para tratar las náuseas matutinas durante el embarazo- causaba defectos de nacimiento. El conocimiento de cómo funciona la talidomida ayudó a los científicos a utilizar el fármaco como tratamiento para el mieloma múltiple, un cáncer de células plasmáticas.
El VIH y el SIDA. A finales de la década de 1980, los investigadores descubrieron que el VIH, el virus que causa el sida, se esfuerza por infectar las células HeLa. Esto les ayudó a entender cómo funciona la infección y sentó las bases para el desarrollo de medicamentos contra el VIH y el SIDA.
Fecundación in vitro (FIV). Este procedimiento de fertilidad ayuda a las parejas y a los individuos a concebir combinando los óvulos de una mujer con el esperma de un hombre en el laboratorio. La investigación sobre las células HeLa allanó el camino para que los científicos crearan la FIV, aunque los detalles al respecto son limitados.
Resulta que un pionero de la FIV llamado Howard Jones Jr. fue también el primer médico que examinó a Henrietta Lacks cuando acudió al Hospital Johns Hopkins para que la examinaran por unos síntomas que resultaron ser de cáncer de cuello de útero.
Trastornos sanguíneos. En 1964, los científicos utilizaron un fármaco llamado hidroxiurea en células HeLa y descubrieron que era prometedor contra ciertos tipos de cáncer de sangre y anemia. En la actualidad, la hidroxiurea es un tratamiento para la anemia de células falciformes y el cáncer de glóbulos blancos.
Envejecimiento celular. A finales de la década de 1980, los investigadores utilizaron células HeLa para descubrir que los cromosomas (haces de ADN de las células) tienen tapas que se reponen gracias a una enzima determinada, lo que evita la descomposición, el daño y el deterioro celular con el paso del tiempo. El hallazgo ayudó a los científicos a comprender mejor la biología del envejecimiento y las enfermedades que lo provocan. Los investigadores ganaron posteriormente el Premio Nobel por su trabajo.
Salmonella. Este tipo de bacteria causa más de un millón de infecciones y más de 25.000 hospitalizaciones al año en Estados Unidos. En la década de 1970, los científicos utilizaron células HeLa para saber cómo la Salmonella infecta el cuerpo. Esto ayudó a crear nuevos métodos para diagnosticar y tratar la enfermedad.
Los rayos X. En 1956, los investigadores utilizaron células HeLa para descubrir cómo la radiación de los rayos X puede dañar las células. Entre los riesgos de hacerse una radiografía médica, existe la posibilidad de que las dosis altas y repetidas de radiación aumenten la probabilidad de padecer cáncer en el futuro. Pero si su médico le dice que necesita una, comprenda que los beneficios suelen ser mayores que los riesgos para muchos adultos. El personal sanitario debe tener especial cuidado en proteger a las mujeres embarazadas y a los niños de las radiaciones si necesitan radiografías.